Arnold Schwarzenegger, a corazón abierto: "Causé un dolor que estará siempre"

Arnold Schwarzenegger está teniendo un fuerte regreso a los primeros planos de la pantalla grande, y lo hace por partida doble. Y es que, más allá del inminente lanzamiento de la serie FUBAR que protagoniza, el próximo 7 de junio se estrenará el documental de su vida, Arnold, por lo que se encuentra en plena gira promocional. Auténtico, habló del escandaloso divorcio con su ex Maria Shriver y las secuelas de su infidelidad.

Como parte de este documental que se dará alrededor de su figura, Arnold Schwarzenegger está hablando de las situaciones más oscuras y difíciles de su vida, motivo por lo cual es un periodo en el que se lo puede ver más reflexivo y sincero que nunca.

“Tuve que aprender muchas cosas, obstáculos que tuve que superar. Si te lastimas, tu carrera deportiva termina. Lo único que nadie puede quitarte es la mente”, confesó la estrella, de pasado fisicoculturista.

Entre otras situaciones curiosas, habló también de su paso por la política, recordando que fue Gobernador de California hace unos años y que ello implicaba un desafío dentro de su vida. “Hay problemas y problemas. Pero quería hacer las cosas que todos llaman imposibles”, detalló.

Pero la fibra más sensible de Arnold Schwarzenegger tiene que ver con sus sentimientos, con la familia y el escándalo que vivió en mayo de 2011 mientras estaba casado con Maria Shriver, con quien tuvo cuatro hijos (Katherine, Patrick, Christopher y Christina).

En ese entonces salió a la luz el affaire que sostuvo con una empleada de la casa y que, fruto del mismo, había nacido un hijo (Joseph Baena). Ese escándalo lo llevó a divorciarse de la mujer que amó toda su vida, ya que ella nunca perdonó esa infidelidad, y obviamente un daño hacia toda su familia.

Arnold Schwarzenegger hizo un mea culpa sobre los errores que tuvo en el pasado. “La gente recordará mis éxitos, pero también recordará esos fracasos”, se sinceró.

Luego, quebrado, recordó: “Fue muy duro para mi matrimonio, en mi relación con mis hijos”. Esa es una herida que, más allá de haberse curado y haber hecho las paces con todos, siempre estará presente con sus cicatrices: “Ya le causé suficiente dolor a mi familia. Voy a tener que vivir con eso por el resto de mi vida, es un dolor que estará siempre”, dijo.