El momento más doloroso en la vida de “Chespirito”

Uno de los actores más exitosos de México fue sin ninguna duda Roberto Gómez Bolaños, quien ha creado a grandes personajes de la televisión de este país. Entre todas las caracterizaciones, el más popular fue "El Chavo del 8", serie que le daría fama internacional, y que hasta hoy en día, a pesar de tantos años, sigue vigente.

Recordemos que en la década de 1990, debido a desentendimientos legales entre los representantes de Gómez Bolaños y el Grupo Televisa, “El Chavo del 8”se dejó de producir, aunque la serie siguió cosechando éxitos hasta 2010, incluso en su versión animada. Es por todo esto, que el actor también conocido como “Chespirito” sigue siendo tema de conversación, ya que los fans del actor y de la serie, continúan cuestionándose a través de redes sociales sobre todo, algunos aspectos de la vida privada, de quien fuera el referente número uno del humor mexicano.

La vida privada de “Chespirito”

Roberto fue hijo del pintor, dibujante e ilustrador Francisco Gómez Linares y de la secretaria bilingüe Elsa Bolaños Cacho. La pareja tuvo tres hijos, y "Chespirito" fue el hijo sándwich. Cabe destacar que su familia tenía cierta estabilidad económica, por lo que el joven Roberto pudo acceder a la universidad, donde estudió Ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de México, sin embargo, desde la década de 1950 hasta 1995 se desempeñó como escritor de programas de radio, televisión y cine, por lo que decidió abandonar su carrera como ingeniero y dedicarse de lleno al ámbito artístico.

El dolor más grande en la vida de Roberto Gómez Bolaños

Debido a diversas complicaciones que tuvo Elsa Bolaños con su segundo embarazo, los médicos le recomendaron abortar ya que su salud corría peligro, hasta incluso poder perder la vida. Pero Elsa decidió seguir adelante con su embarazo y fue así que el 21 de febrero de 1929 nació su segundo hijo, Roberto Gómez Bolaños, y desde su llegada lo llenaron de amor y cuidados. Elsa pudo ver triunfar a Roberto como guionista y escritor, sin embargo, falleció antes de que su hijo creara los icónicos personajes de “El Chavo del 8”.

Su madre siempre estuvo presente y a lado de “Chespirito” en sus diversos logros, ya que era el único apoyo para sus hijos. Es que cuando Roberto tenía apenas 6 años de edad, su padre, Don Francisco Gómez Linares, falleció luego de sufrir un derrame cerebral, lo que hizo que su madre se haga cargo de él y de sus dos hermanos, quienes habían quedado desconsolados tras haber sufrido el dolor más grande de sus vidas, la pérdida de su querido padre.