Así fue la triste infancia de la famosa actriz Naomi Watts

No hay duda de que su presente laboral es maravilloso, precisamente como protagonista de Vigilante, actualmente una de las series más vistas en Netflix. Y como cualquier persona, a Naomi Watts le encantaría poder celebrar estos logros junto a una de las personas más importante en su vida, su padre, quien falleció durante la infancia de la estrella cuando tenía apenas 8 años.

Dentro del mundo de Hollywood existen muchas historias de resiliencia, y una de ellas es el caso de Naomi Watts, quien se encuentra en su mejor momento laboral. Gracias a su talento y sensibilidad, supo consolidar una exitosa carrera; sin embargo, no todo en su vida fue color de rosas.

Durante su infancia vivió una etapa compleja y gracias a la cual aprendió a salir adelante y resurgir de sus propias cenizas.

Ante el éxito actual con la serie Vigilante, todas las miradas se posaron en el trabajo que realizó a lo largo de los años. La actriz nació un 28 de septiembre de 1968, en Shoreham, un pueblito británico de Kent y a los 14 años decidió mudarse a Australia para iniciar su carrera.

Primero comenzó con publicidades y luego con series y novelas en la pantalla australiana. En simultáneo, continuó con sus estudios, y gracias al talento innegable, el nuevo milenio le abrió las puertas de Hollywood y desde ese momento no paró de brillar.

Entre muchos títulos, le valieron nominaciones de la Academia a la categoría Mejor actriz. Formó una familia, se casó con el actor Liev Schreiber y en 2007 fueron padres de Alexander y Samuel Kay. Todo iba bien hasta que en el 2016 se separaron.

La actriz pudo dar vuelta la página y al año siguiente inició un romance con el actor Billy Crudup, con quien aún está en pareja.

Su infancia: un pasado tormentoso que siempre vuelve

Durante una reciente entrevista, Naomi Watts abrió su corazón y decidió sacar a la luz una situación de su infancia que hasta este momento guardada bajo siete llaves. Todo tiene que ver con el recuerdo más triste de su vida, la muerte de Peter Watts, su padre.

El señor era un ingeniero de sonido que trabajó mucho tiempo como asistente de Pink Floyd. Tras su partida, dicha banda le dio a su familia una mano muy grande desde lo económico. Sin embargo, más allá de eso, a Naomi siempre le quedó un vacío enorme por la pérdida paternal porque tenía apenas 8 años.

“Cuando mi papá murió, no tenía dinero ahorrado y supongo que mi mamá tampoco tenía nada. Así que ellos, la banda, fueron muy gentiles… Creo que le dieron a mi madre algunos miles de dólares para poner las cosas en marcha”. En su relato, agregó que la partida de su padre no fue de muerte natural, ya que había fallecido producto de una sobredosis cuando tenía 30 años.

A pesar de que lo perdió cuando era muy pequeña, el recuerdo siempre está presente en Naomi y cada tanto se vuelve una gran angustia.