El Niño empieza a notarse: cómo cambiará el clima en los próximos meses en Argentina
El Servicio Meteorológico Nacional anticipa que El Niño se acerca con un invierno con lluvias más frecuentes y temperaturas por encima de lo normal.
El invierno 2025 no será uno más. Según el último informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), los próximos tres meses estarán marcados por un clima más húmedo y templado de lo habitual. Si bien las condiciones en el océano Pacífico siguen siendo consideradas neutrales, El Niño ya empieza a dejar su huella en gran parte del territorio argentino.
A pocos días del inicio de la nueva estación, el SMN advierte que las lluvias podrían ser más frecuentes, especialmente en el centro y norte del país. Y lo que más llama la atención es que el frío, ese que suele dominar junio, julio y agosto, podría no hacerse sentir con la misma intensidad de otros años. Se espera un invierno más leve, con temperaturas que en muchos casos estarán por encima del promedio.
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Qué provincias tendrán más lluvias
El informe deja en claro que varias regiones del país recibirán más agua de la que suelen tener durante esta época. El sur del Litoral encabeza la lista, pero también hay chances de que llueva más en el este de Salta, Santiago del Estero, oeste de Santa Fe, Chaco, Formosa, Córdoba, este de San Luis y norte de Buenos Aires. En todos estos puntos, las precipitaciones podrían superar los niveles normales.
En otras zonas, como Corrientes, el este de Chaco o el sur de Misiones, se mantendría una cantidad de lluvias más parecida a la media. En cambio, hacia el sur de Cuyo y el noroeste de la Patagonia se espera menos agua que lo habitual.
Este cambio no es menor. Para algunas áreas agrícolas, puede significar una buena noticia, ya que más agua puede beneficiar los cultivos. Pero en lugares donde la infraestructura no es suficiente o los suelos están saturados, las lluvias podrían traer complicaciones. Por eso, se recomienda estar atentos a cómo evoluciona el clima local.
Más calor en pleno invierno
Otra de las novedades del informe es el aumento de las temperaturas. En la mayoría del país, el SMN estima que hay entre un 40% y un 55% de probabilidades de que el invierno sea más cálido de lo habitual. La Ciudad de Buenos Aires y 19 provincias entrarían en esta tendencia.
En la Patagonia, donde el frío suele ser más intenso, este año podría ser diferente. Desde Neuquén hasta Tierra del Fuego, se prevé que los valores promedio ronden entre los 2°C y los 6°C. Para quienes viven allí, eso podría traducirse en un invierno menos riguroso, con días más templados y menos heladas.
Este escenario podría traer algunos beneficios, como menor consumo de energía para calefacción o días más agradables al aire libre. Pero también podría tener efectos en la salud o en actividades como la agricultura, que dependen de ciclos más fríos para ciertas etapas del cultivo.
Desde el SMN aclaran que estas proyecciones no deben interpretarse como advertencias sobre tormentas o eventos extremos. Se trata de una mirada general sobre cómo se comportará el clima a lo largo del invierno, en promedio. Aun así, pueden darse días muy fríos o lluvias intensas, incluso si la tendencia general indica lo contrario.
Por eso, la recomendación es seguir los informes semanales y las alertas puntuales. Cada región tiene sus particularidades, y lo que puede parecer leve en un lugar puede ser un problema en otro. Estar atentos sigue siendo clave.
El Niño, presente aunque el océano parezca tranquilo
Aunque los registros actuales muestran temperaturas normales en las aguas del Pacífico y condiciones de vientos estables, los modelos coinciden: el ciclo de El Niño está comenzando a influir. Las proyecciones muestran que hay un 73% de probabilidades de que el trimestre junio-julio-agosto se mantenga con condiciones neutrales, pero eso no impide que los efectos del fenómeno ya estén en marcha.
El invierno 2025 se perfila como una temporada diferente. Más lluvias, menos frío y un clima que, una vez más, nos recuerda que está en constante cambio. Habrá que seguirle el ritmo, estar atentos y prepararse para una estación que, aunque parezca más amigable, puede traer sus propios desafíos.