Presenta:

Reservas: dólar "barato", compras y turismo al exterior, un cóctel explosivo

El sector servicios sigue siendo uno de los principales canales por donde se drenan las divisas del Banco Central (BCRA), y en particular todo lo vinculado con el negocio turístico y la adquisición de bienes en el extranjero.

Banco Central Foto: Juan Mateo Aberastain Zubimendi/MDZ

Banco Central Foto: Juan Mateo Aberastain Zubimendi/MDZ

Terminó la primera parte del año y es hora de hacer uno que otro balance, sobre todo, en todo lo concerniente con las reservas internacionales del Banco Central (BCRA). En tal sentido, los últimos datos oficiales de las operaciones cambiarias con el exterior no solo confirman el elevado nivel alcanzado por el déficit del sector servicios, sino que dejan en evidencia, una vez más, la relevancia del saldo del intercambio turístico y de las compras con tarjeta.

Es que el Balance Cambiario del BCRA muestra que en el primer semestre del 2025 escaló hasta los US$ 5.868 millones, lo que representa más de un 20% de todo el déficit del 2024. Pero a la hora de analizar los factores que explican semejante performance es insoslayable el rol protagónico del turismo y de los gastos vinculados. Ocurre que, en el acumulado de los primeros seis meses del año, a través del canal de Viajes, Pagos con tarjeta y Transporte” hubo un déficit de US$ 5.364 millones.

¿Cómo se compone este rojo?

Las operaciones vinculadas con “Viajes y otros pagos con tarjeta” sumaron US$ 4.889 millones que, a su vez, se discriminan en US$ 4.755 millones de “Entidades y otros por cancelación de tarjetas”, en US$ 141 millones de “Operadores turísticos y otras transferencias”, menos US$ 7 millones de “No residentes- billetes”. El otro concepto que colaboró con el déficit del rubro turístico fueron los “Servicios de transporte de pasajeros (Aerolíneas y otros transportistas de pasajeros)” que acumularon un rojo de US$ 476 millones.

Cabe señalar que, si se mantuviera la tendencia al segundo semestre del año, el sector Servicios podría marcar otro récord histórico, superando los máximos de 2017 y 2022 de US$ 10.819 millones (gestión Macri) y US$ 10.106 millones (gestión Fernández), respectivamente. Hoy se está a más de la mitad de camino de esos récords. De todos modos, vale hacer un comentario respecto de todos estos números. Existe la presunción, entre los analistas, que ha sido bendecida por el Gobierno, que el gasto en turismo al exterior puede encubrir otros gastos que no deberían computarse como tal, sino más bien como una mera importación de bienes. Por ello, el BCRA advirtió que la cuenta de Viajes y pagos con tarjeta, “no debe asociarse únicamente a los gastos por viajes ya que, en los giros que se hacen al exterior para cancelar los saldos con las empresas emisoras de tarjetas internacionales, se incluyen tanto los consumos que se realizan por viajes al exterior como las compras no presenciales de bienes y servicios a proveedores del exterior”.

De forma recíproca, aclara, en los ingresos también se incluyen las compras no presenciales que hacen con el uso de tarjetas, a proveedores locales, quienes califican como “no residentes”. Por ello, con el objetivo de mejorar estas estadísticas, el BCRA emitió la Comunicación A-8254 con el fin de que, a partir de julio, se pueda diferenciar adecuadamente entre los consumos por viajes desde y hacia al exterior y las compras no presenciales de bienes y servicios a proveedores del exterior/desde el exterior a proveedores locales. Habrá, entonces, que esperar al Balance Cambiario de julio para ver qué tan importante son esos gastos con tarjeta por compras en el exterior. Por lo pronto, hoy el elixir del “dólar barato” parece cómplice del drenaje de divisas por el canal turístico y de compras con tarjeta.

BCRA: qué otro elemento es clave en este cóctel

Hay otro elemento que el BCRA considera relevante a la hora de las comparaciones y conclusiones, y es que, según él, un 70% de los egresos por “Viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta”, son directamente cancelados por los clientes con fondos en moneda extranjera, lo que reduce el impacto deficitario de estos consumos en el mercado de cambios; estos fondos son recibidos por las entidades y luego vendidos, por lo que constituyen fondeo para el mercado de cambios, explican desde el ente monetario.

Para tener una mera dimensión de los números del déficit de Servicios, en el acumulado del 2025, Viajes y otros pagos con tarjetas lideran el déficit con u$s4.889 millones pero hay otros conceptos que colaboran con rojo sectorial: Cargos por uso de propiedad intelectual por US$ 518 millones, Fletes US$ 675 millones, Servicios de transporte de pasajeros US$ 476 millones, Servicios arrendamiento operativo US$ 258 millones, Servicios de seguros u$s209 millones, Otros servicios de transporte US$ 155 millones, Servicios de Gobierno u$s137 millones, Servicios financieros US$ 69 millones y Servicios de información e informática US$ 29 millones.

En la otra vereda, solo los Servicios profesionales, empresariales y técnicos lograron un saldo superavitario significativo de US$ 1.713 millones, mientras que en menor medida los conceptos de Servicios relacionados con el comercio; Servicios personales, culturales y recreativos; y los de Servicios de construcción, fueron superavitarios en US$ 51 millones, US$ 24 millones y US$ 4 millones, respectivamente. Por ende, de no ser por el sostenido flujo superavitario de los Servicios empresariales, profesionales y técnicos, el déficit del sector sería aún mayor. Queda claro que las sospechas de un “dólar barato” fomenta el cóctel de turismo al exterior y de compras de tarjeta al exterior, siendo un combo casi letal para las reservas del BCRA de persistir un drenaje significativo.