Jubilaciones: una señal que confirma los temores de los inversores extranjeros
El Congreso aprobó cambios en jubilaciones, cuyos costos son mayores al superávit fiscal logrado hasta ahora por el gobierno de Javier Milei.

El presidente Javier Milei avanza con su programa de estabilización de la economía, pero el Congreso sancionó un aumento de jubilaciones con costo fiscal.
El Congreso aprobó una ley que aumenta 7,2% todas las jubilaciones, actualiza el monto del bono a $110.000 y restablece la moratoria por dos años más, ante lo cual el presidente Javier Mileiya anticipó que vetará la ley, por el elevado costo fiscal que tiene.
Según datos del Ministerio de Economía y de la Oficina de Presupuesto del Congreso el costo fiscal de esta ley es de un 0,43% del PIB (aumento gasto previsional del 7,2%), del 0,30% del PIB (aumento del bono), y del 0,17% del PIB (prórroga moratoria).
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La consultora IDESA sostiene que la ley apenas logra recuperar los magros niveles de las jubilaciones del 2023, pero es desestabilizante para el equilibrio fiscal, ya que el superávit financiero alcanzado en 2024, que el Gobierno proyecta mantener este año, es del orden del 0,3% del PBI, es decir, que la ley revertirá el ajustado superávit fiscal logrado que es el principal sostén de la baja de la inflación.
El futuro de las jubilaciones
El presidente Milei anticipó que vetará la iniciativa, pero la oposición solo debe juntar dos tercios de votos, en ambas cámaras, para anular el veto. Hasta aquí los clásicos dimes y diretes de la política vernácula, que ya impactaron en las cotizaciones de bonos, acciones y tipo de cambio.
Pero lo cierto es que la economía ya venía dando señales de probables turbulencias, de que la situación estaba más endeble de lo que parecía, y que las expectativas podían ser afectadas fácilmente si la política volvía a las andadas.
Si bien el Gobierno tuvo su cuota de responsabilidad política en lo que pasó -eso es harina de otro costal- lo importante es que en las últimas semanas varios bancos de inversión internacionales y consultores locales venían advirtiendo las debilidades el programa económico.
Quizás, el llamado de atención más reciente y relevante dado el perfil del autor, nada menos que el Institute of International Finance (IIF), el “think tank” de la banca y fondos de inversión globales- que días atrás desembarcó en el país con un grupo de inversores para testear la realidad económica, política y social argentina-, sea el más ilustrativo de cómo ven la situación desde el exterior. Además, desarrolló un foro en el que se debatieron estos y otros temas.
Los economistas Marcello Estevão y Martín Castellano, rubricaron el informe “Argentina: a credibility play in motion”, en el que, tras celebrar los logros alcanzados en materia fiscal, cambiaria e inflacionaria del gobierno de Milei, se mostraron cautelosos por el futuro mediato, ya que consideraron que los colchones externos son limitados, el sistema financiero aún es pequeño y el historial de inestabilidad de Argentina lastra las expectativas.
Según el IIF, para sostener los logros se requerirá profundizar las reformas, asegurar el respaldo institucional y movilizar la inversión privada. Estevão y Castellano conocedores del contexto local avisaron que los próximos meses serán decisivos para mostrar si esta estabilización marca una ruptura duradera con el pasado u otro capítulo en su historia cíclica.
Qué más dijeron en el informe
- Argentina está atravesando uno de los programas de estabilización más ambiciosos en la historia reciente de los mercados emergentes. El rápido retorno a la disciplina fiscal es el eje central del programa. Se logró un superávit primario desde el inicio, con una caída del gasto público real de casi el 30%. La inflación intermensual se redujo a alrededor del 40% desde más del 270% hace un año, con lecturas intermensuales que descendieron a alrededor del 2%, impulsada por una política monetaria más restrictiva dentro de un régimen cambiario de banda móvil y una intervención limitada.
- Si bien las restricciones cambiarias aún se aplican a las empresas, los particulares ahora disfrutan de pleno acceso al mercado, lo que permite la unificación del tipo de cambio, un hito importante hacia la normalización.
- La combinación de políticas es coherente y enfocada, evitando promesas excesivas y priorizando la ejecución consistente. Los diferenciales de los bonos soberanos se han reducido, lo que refleja la mejora de la credibilidad y la creciente confianza de los inversores, todo ello sin generar disrupciones sociales ni financieras.
- Las conversaciones con el sector privado revelaron un optimismo cauteloso. Las instituciones financieras informaron que el crédito al sector privado, que anteriormente representaba tan solo el 4% del PIB, se acerca al 10%. Los bancos están comenzando a abandonar los títulos públicos y a centrarse en los préstamos privados, impulsados en parte por la renovada demanda de hipotecas. Si bien la penetración de las hipotecas se mantiene muy por debajo de la de sus pares regionales, el mercado de crédito a largo plazo está comenzando a reactivarse. Varios banqueros enfatizaron la necesidad de desarrollar un mercado de titulización para expandir el financiamiento de viviendas y ayudar a cerrar la brecha de vivienda en Argentina.
- La economía real también muestra signos de recuperación, especialmente en los sectores transables. Representantes de los sectores agrícola, minero y energético destacaron la mejora de las condiciones de inversión impulsada por la estabilización macroeconómica, la desregulación y un entorno político más predecible. La eliminación de impuestos y trabas burocráticas, sumada a un tipo de cambio flotante, permite a las empresas planificar una expansión a largo plazo.
- Sin embargo, los participantes enfatizaron que para liberar todo el potencial de Argentina se requerirán nuevas inversiones en infraestructura, especialmente en oleoductos, puertos y transporte.
- También advirtieron que la agenda de reformas sigue siendo vulnerable a la incertidumbre política, incluidas las próximas elecciones intermedias de octubre, aunque se espera un buen desempeño del gobierno. Con un consenso legislativo limitado y la proximidad de las elecciones, es posible que se retrasen los cambios estructurales. Las reformas laborales y tributarias se consideraron esenciales para mejorar la productividad y atraer inversión.
- La institucionalización de la disciplina fiscal mediante mecanismos legales o constitucionales fue una sugerencia recurrente para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
- La confianza de los inversores ha cambiado hacia una dirección positiva. Muchos participantes reconocieron haber subestimado la velocidad y la magnitud del ajuste. Los funcionarios gubernamentales transmitieron una sensación de competencia técnica y un firme compromiso con las reformas.
- No obstante, los inversores globales se mantienen cautelosos. Los colchones externos son limitados, el sistema financiero aún es pequeño y el historial de inestabilidad de Argentina lastra las expectativas. El acceso a los mercados de capitales para la deuda soberana sigue siendo limitado, pero se observan indicios de normalización. Varias empresas han emitido con éxito en el extranjero y los diferenciales de la deuda soberana se han reducido.
- El apoyo multilateral desempeña un papel fundamental, pero una mayor acumulación de reservas y la credibilidad de las políticas son clave para mitigar la volatilidad.
Expectativas con Milei
“En general, Argentina ha superado las expectativas en la fase inicial de su recuperación económica. Lograr una consolidación fiscal anticipada, controlar la inflación y simplificar el régimen cambiario en cuestión de meses es un logro notable. Sin embargo, mantener este progreso requerirá profundizar las reformas, asegurar el respaldo institucional y movilizar la inversión privada. Hoy en día, Argentina ofrece a los inversores una inusual combinación de promesa e incertidumbre. Los próximos meses serán decisivos para mostrar si esta estabilización marca una ruptura duradera con el pasado u otro capítulo en su historia cíclica”, sentenciaron Estevão y Castellano.