Por qué la receta para bajar la inflación en Estados Unidos no funciona en Argentina

El Gobierno de Estados Unidos festejó la desaceleración de la inflación. En el mes de octubre cayó más de lo esperado y llegó al 3,2%. Esto significó la primera baja en cuatro meses y provocó que los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeran y las acciones de Wall Street subieran.
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El descenso partió del dato anualizado anterior, del mes de septiembre, que fue de 3,7%, Sin embargo, desde la Reserva Federal, tienen como objetivo un 2% anual, lo que significa que les queda aún algún esfuerzo más.
Desde que se declaró la pandemia, las inflación en el mundo se disparó. En Estados Unidos los esfuerzos para sostener los ingresos de la población generó un aumento del gasto público que disparó los precios a un ritmo del 9% anual durante 2022. Una vez superada la crisis sanitaria y con la economía nuevamente en marcha, la Reserva Federal comenzó un proceso de aumento de las tasas de interés de referencia para restar dólares a la economía y reducir la inflación.
Así, entre 2022 y 2023 pasó desde un nivel cercano al cero al 5,25% actual, el máximo en 22 años. Desde el mercado apuntan que los nuevos datos de inflación provocarán que se cierre el ciclo de aumento de tasas y que la FED podría comenzar a recortar los tipos con una previsión de dos recortes de 0,25 puntos porcentuales para julio de 2024.
James Knightley, economista jefe internacional de ING Economics, dijo al diario inglés Financial Times, que "laa Reserva Federal tiene que estar muy satisfecha con esto y, como era de esperar, ha reforzado las expectativas del mercado de que la tasa de interés oficial ha alcanzado su punto máximo".
No obstante, el presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, destacó "no se dejarán engañar por unos pocos meses buenos de datos” y sugirió que el Banco Central podría endurecer aún más la política monetaria si fuera necesario.
El contraste con la realidad argentina
La inflación del 8,3% anual para el mes de octubre en la Argentina significó una caída intermensual de más del 4%. Una fuerte baja, que sin embargo no significó una gran noticia para la población. El 142,7% anualizado que significa y el hecho de que siga en niveles altísimos que prometen mantenerse en el tiempo, son motivos suficientes como para generar zosobra.
La política de tasas de interés en la Argentina, lejos de lo que sucede en Estados Unidos, no han sido utilizadas para frenar a la inflación, y apenas permite a los ahorristas no perder capital. La tasa actual llega al 133% anual, siete puntos menos que lo que el aumento del costo de vida.
Las grandes fluctuaciones de los precios y la alta dependencia de los movimientos de los tipos de cambio para tomar precios de referencia atentan contra una política de tasas de interés para volcar el ahorro y controlar a los precios.
Para Martín Calveira. economista investigador del IAE Business School, el problema central de la inflación en la Argentina pasan por "desequilibrios económicos" que no se resuelven con un movimiento de la tasa de interés.
"El círculo vicioso de excesos monetarios, gasto público, brecha cambiaria e inflación persistirá ante la insistencia de gestionar sin programa integral de estabilización económica. Concretamente, la necesidad de la política fiscal para sostener la ilusión monetaria es financiada por emisión. El exceso monetario activa los pasivos remunerados para esterilizar ese excedente. Los intereses amplían la creación de dinero conformando impulsos en la dinámica inflacionaria", señaló.