Decisión clave en EE.UU.

Fuerte impacto por la suba "histórica" de tasas en EE.UU.

El Dow Jones, con fuerte suba. El mundo mira al dólar y a la inflación de los Estados Unidos. En Argentina las comparaciones que intenta el oficialismo son imposibles. Cómo será el impacto en Argentina de la suba de tipos de interés que decidió Washington.

Rubén Rabanal
Rubén Rabanal miércoles, 4 de mayo de 2022 · 17:35 hs
Fuerte impacto por la suba "histórica" de tasas en EE.UU.

La Reserva Federal de los Estados Unidos, el simil del Banco Central, decidió hoy la suba de tasas de interés más alta en los últimos 22 años. Fue una reacción directa y hasta esperada, quizás no tanto por el volumen de la suba sino por el momento, ante la inflación fuera de control que muestra ese país. Hay que recordar, para los poco acostumbrados a analizar este fenómeno financiero desde Argentina, que la tasa de interés es la única herramienta con que cuenta la autoridad monetaria de los Estados Unidos para combatir la inflación y la situación monetaría, algo que el kirchnerismo en Argentina no esta dispuesto a razonar. Cuando la FED sube la tasa, que es la referencia comercial de colocación de los bancos y que ademas tiene impacto préstamos, hipotecas y financiamientos, las entidades financieras se inclinan a prestarle mas a la Reserva Federal que a la actividad comercial y a las familias y, por lo tanto, la economía se enfría empujando la inflación a la baja. 

Hay dos datos clave sobre el anuncio. Mientras eso sucedía el índice Dow Jones reaccionaba con una suba de 2,81 % y el Nasdaq trepaba 3,19 %. Además, Jerome Powell, actual presidente de la Reserva Federal, dejaba en claro que si bien puede haber mas subas de la tasa de interés en lo inmediato, el organismo no ve una recesión por delante. Es decir, no dejó todas buenas noticias pero si una camino de mayor certidumbre sobre los movimientos que tendrá la FED, algo que el mercado siempre aprecia. 

La alta emisión que tambien hubo en ese país para atender los costos y ayudas de la pandemia, mas las ayudas al mercado para evitar una debacle en medio del enfriamiento de la economía durante los dos años anteriores por el coronavirus, llevaron a una reacción inmediata en la inflación de EE.UU., y el mundo. Esta claro que, a pesar que esa fiebre inflacionaria mundial sea tomada por la Casa Rosada como justificativo para explicar el incendio de precios que vive la Argentina, el fenómeno tiene características y volúmenes bien distintos. Argentina corre peligro de tener una inflación de hasta tres dígitos este año porque tiene su economía totalmente desbaratada y las perspectivas políticas en rojo absoluto. EE.UU. no corre ese riesgo, aunque la FED monitorea continuamente la situación de la inflación, el mercado del empleo y la actividad, para decidir sobre la tasa.

Habría que remontarse a las épocas del ya mítico Alan Greenspan para encontrar una suba de tasas de esta dimensión. En Wall Street, además, están convencidos que el actual presidente de la FED impulsará en junio dos subas de tasas quizás de 0,5 % cada una. La decisión, que algunos analistas consideran tardía, viene tras el temor creciente en los estadounidenses por la inflación desbocada. En el primer trimestre de este año Estados Unidos acumuló  3,1 %, lo que implica un 8,5% anualizado, tomando en cuenta, además, el dato más preocupante que fue la suba de precios de 1,3%  en marzo.

Así la FED en Washington dispuso una suba de medio punto llevando el actual rango de tasas de 0,25% / 0,50% a 0,75% / 1%. No es la única medida anunciada: tambien acelerará el retiro de asistencia a través de bonos, mecanismo que utilizó durante la pandemia. ¿En qué puede complicar a la Argentina esa decisión? En primer lugar la medida tomada hoy vino precedida por una suba del dólar contra el resto de las monedas en el mundo. niveles que no se registraban desde hace 20 años. Eso implica una complicación para productores de commodities que con el dólar alto pueden tener presión a la baja. Además, la suba de tasas traerá una baja en la actividad, quizás acompañada aun por inflación alta. Ninguna de esas combinaciones es buena para Argentina.

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