Cabotaje

El derrumbe aéreo no para: el dato que muestra que la reactivación todavía es una ilusión

Pese al clima de euforia por el movimiento turístico en el país, las estadísticas muestran que los vuelos de cabotaje son hoy el 38% de los que había en 2019. En los países de la región la actividad representa ya el 75% promedio de hace dos años. Efecto de la crisis económica

Horacio Alonso
Horacio Alonso martes, 9 de noviembre de 2021 · 08:00 hs
El derrumbe aéreo no para: el dato que muestra que la reactivación todavía es una ilusión
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

Mientras se destaca la adhesión de la gente al sistema PreViaje y la llegada de turistas del exterior tras la apertura de fronteras, hay un dato que muestra que la recuperación de la actividad aérea es más lenta de lo que el clima informativo lo sugiere. Si bien hay una reactivación respecto a los niveles del 2020, esa comparación está desvirtuada debido a que el año pasado, la larga cuarentena, derribó todas las estadísticas. 

Es por eso que lo más criterioso es medir los volúmenes de operaciones contra un año como el 2019, cuando la pandemia no había golpeado ni a la Argentina ni al mundo. En esa medición, los números muestran que la actividad aérea está todavía significativamente por debajo de dos años atrás. 

En el último informe difundido por la ANAC, correspondiente a octubre, queda claro que se está lejos de una recuperación consolidada. Por ejemplo, en los primeros diez meses del 2019 se realizaron 124.794 vuelos de cabotaje, mientras que entre enero y octubre pasado los servicio domésticos fueron 47.956. Esto muestra que, en la actualidad, las operaciones aéreas internas representan sólo el 38% de las de dos años atrás. 

Esta cifra es muy baja respecto a lo que sucede en la región. Estuardo Ortiz, CEO global de la aerolínea JetSmart, reveló la semana pasada, durante una conferencia de prensa, que el promedio de los vuelos domésticos en la región están al 75% de los niveles de la prepandemia. Si se contrasta con lo que sucede en Europa, el resultado es peor. En el viejo continente, la actividad de cabotaje está normalizada.

Esto muestra que la Argentina se ubica muy por debajo de ese porcentaje, lo que confirma que la recuperación de las operaciones de cabotaje es más lenta que en muchos de los países vecinos. Otro dato que ratifica la mala perfomance local es que, comparado con el 2020, con varios meses con el sistema aéreo semiparalizado, el crecimiento es bajo. En los primeros die meses del año pasado se realizaron 35.577 vuelos, contra los 47.956 de la actualidad. 

El informe de la ANAC también expresa la actividad en base a los usuarios. En 2019, entre enero y octubre, se transportaron 13.358.000 pasajeros, contra los 4.219.000 de este año. Este número supera en poco más de 800.000 a los 3.372.000 tickets vendidos en 2020. El dato que se mantiene igual en los últimos tres años es el nivel de ocupación de los vuelos que fue de 80% en promedio.

Discriminando por compañías aéreas, Aerolíneas Argentina es la que más vuelos realizó: 80.108 en 2019 contra 28.654 de este año. Tampoco el comportamiento de la línea de bandera se escapa a la floja recuperación aerocomercial. JetSmart es la segunda operadora de vuelos domésticos este año, con 4.523 servicios. De esta manera, desplazó a Flybondi al tercer lugar y es la única que creció en la comparación con 2019. Un hecho importante fue la salida de Latam que dejó el mercado de cabotaje.  

La explicación de tener un nivel bajo de vuelos respecto a los niveles de la prepandemia tiene que ver con una mayor demora a reanudar la actividad aérea, respecto a otros países, además de haber sido uno de los mercados internos que más restricciones tuvo desde marzo del 2020. 

El otro motivo es el económico. La Argentina tuvo la mayor caída del PBI regional, como consecuencia de una cuarentena prolongada, y eso se siente en los niveles de consumo de la población. La devaluación del peso hace también que los pasajes aéreos de cabotaje también estén caros en relación al poder adquisitivo. Está claro que tener un tráfico aéreo del 38% en relación con el 2019 está relacionado con una situación económica que no es la que muestran los países de la región.

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