Mercado laboral

Algunas experiencias mendocinas para generar trabajo pese a la pandemia

El último registro del Indec marcó una baja en el desempleo en la provincia. Sin embargo, todavía queda mucho para reconstruir debido al impacto del virus global en todos los rubros. En ese sentido, la generación de trabajo es un desafío urgente tanto para el sector público como para el privado.

Rubén Valle
Rubén Valle miércoles, 23 de diciembre de 2020 · 06:48 hs
Algunas experiencias mendocinas para generar trabajo pese a la pandemia

El trabajo en la Argentina, y en el mundo en general, fue sin duda una de las principales víctimas en el año de la pandemia global. La semana pasada, un informe del Indec respecto del tercer trimestre del 2020 revelaba un dato positivo: el desempleo había bajado a 8,2%, casi la mitad respecto del trimestre anterior. 

Números por cierto alentadores porque resultaron más bajos que los de la media nacional, que fue del 11,7% para ese mismo período.

Sin restarles la importancia que tienen estos porcentajes para el análisis económico de la provincia, lo cierto es que todavía hay muchísimos mendocinos con serios problemas laborales, en muchos casos al límite de la sobrevivencia, sostenido con changas esporádicas o endeudándose a extremos peligrosos. 

En este contexto, cada acción que realizan las organizaciones sociales y los municipios con sus áreas específicas apuntan a generar trabajo genuino, en el mejor de los casos, o bien soluciones temporales para darles a una salida digna a quienes la están pasando realmente mal. 

El plan del gobierno a través de los distintos programas englobados en Mendoza Activa va en esa dirección. Desde disponer de $4.450 millones para distribuir en las inversiones que se hagan en los rubros de construcción, comercio, industria, infraestructura de agroindustria, fruticultura, horticultura y forrajes, hasta el programa Reinventa, que permitió reclutar miles de trabajadores para las distintas cosechas que demanda la provincia en distintas épocas del año. Muchos de esos aspirantes no contaban con experiencia en el rubro y para ellos hubo capacitaciones específicas. Lo importante era -y es- cubrir puestos laborales que antes eran patrimonio de los obreros golondrina que llegaban del norte del país y, emergencia sanitaria mediante, frenaron la habitual migración.

Otro ejemplo en materia de impulso laboral surgió en el ámbito de la comuna de Luján de Cuyo, que lanzó su Red de Oficios. Se trata de una herramienta que tiene como objetivo fomentar el autoempleo en trabajadores del departamento que no cuenten actualmente con un trabajo estable.

En el arranque se inscribieron unos 100 interesados en ofrecer sus servicios en la plataforma web de la comuna. A través de esa vía, los vecinos pueden contactar con facilidad a los prestadores (gasistas, electricistas, plomeros, albañiles, peluqueros, etcétera), contratarlos y luego calificar su prestación para que también exista un plus para garantizar ese servicio a futuro.

De esta manera, los trabajadores lujaninos pueden incrementar la demanda de sus servicios y los vecinos acudir a ellos por medio del vínculo que facilita el municipio en el portal oficios.lujandecuyo.gob.ar. Los interesados en sumarse a esta Red de oficios cuenta con estos teléfonos de contacto: 2613068420 o 4989931.

Con un enfoque más o menos similar, pero aún no disponible al acceso público, puede mencionarse la aplicación YListo, creada por tres estudiantes mendocinas de Diseño de la UNCuyoFederica Polizzi, Ailén Fermani y Natalia Pochettino generaron una app donde los trabajadores autónomos ofrecen su servicio y los interesados acceden a esta oferta con garantía de calidad y buenos precios. Con los $50.000 que ganaron en el certamen Emprende U las jóvenes creativas aspiran a tenerla activa el año próximo. 

Ejemplos aislados pero firmes que se dirigen a una misma meta: generar trabajo y, por ende, reactivar una economía que ya venía a los tumbos y a la que la pandemia terminó de noquear. Con el levantamiento de las restricciones, la dinámica claramente es otra. El dato del Indec en su capítulo local es una buena señal pero todavía insuficiente. El desafío es seguir bajando el desempleo con políticas activas, pero también con mucha creatividad. La economía naranja en la provincia es una realidad que puede hacer la diferencia. 

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