Mundial de Rugby

World Rugby analizó el fracaso de Los Pumas en Japón 2019

El conjunto de Mario Ledesma llegó con grandes expectativas, pero su sueño se derrumbó en los primeros 40 minutos de competencia ante Francia y no pudo superar la fase de grupos

sábado, 12 de octubre de 2019 · 18:25 hs

La victoria de Argentina sobre Estados Unidos terminó por dibujar una sonrisa en la última aparición de Los Pumas en la Copa Mundial de Rugby 2019 en Japón, a donde llegaron buscando cumplir un objetivo que finalmente quedó lejos.

A continuación, el análisis que hizo el equipo de prensa de la World Rugby para el sitio oficial del Mundial.

Un equipo de a momentos

La participación en el Rugby Championship a lo largo de ocho años le permitió conseguir un gran crecimiento al seleccionado argentino. Por otro lado, las cuatro temporadas compitiendo en el Super Rugby con Jaguares (la franquicia argentina en la que juegan la mayor parte de los jugadores de Los Pumas y que este año cayó en la final ante Crusaders), fue otra plataforma que le brindó una importante herramienta de desarrollo. Sin embargo, esos pergaminos no alcanzaron para lograr una actuación completa.

La defensa fue un dolor de cabeza, algo que en un Mundial es una ventaja demasiado grande. Hubo mejoras en el scrum y el maul, pero el equipo argentino nunca pareció tomar las riendas de los partidos durante los 80 minutos de juego.

Algo previsible, sin lograr inercia para lanzar sus ataques y endeble en defensa, aquel primer tiempo ante Francia fue desmoronando las ilusiones de un equipo que mostró orgullo y entrega y por momentos destellos de buen rugby, pero que no fueron suficientes.

Argentina es el segundo equipo que termina entre los mejores cuatro en una Copa Mundial de Rugby y luego no pasa la zona de grupos, en el siguiente. Le ocurrió a Gales, siendo tercero en 1987 y eliminado en 1991, de manera temprana.

El equipo argentino sabía que estaba en un grupo difícil y una de las posibilidades, la menos esperada, significaba quedar fuera en primera ronda.

Ledesma en su laberinto

Seguramente resulte fácil señalarlo hoy con los resultados puestos. Pero es parte del juego y eso él lo sabe mejor que nadie. Mario Ledesma estuvo al frente del equipo por poco más de un año y medio. Antes, había pasado una temporada al frente de Jaguares, dirigiendo a muchos de estos jugadores.

Por alguna razón (que él mismo reconoció como inexplicable) los rendimientos de los jugadores estuvieron muy por debajo de lo esperado. Intentó golpes de timón con el reemplazo de Nicolás Sánchez por Benjamín Urdapilleta, Julián Montoya por Agustín Creevy y Santiago Carreras por Ramiro Moyano, pero no surtieron efecto y el banco de suplentes no bastó.

Sanguíneo, pidió disculpas cuando opinó sobre decisiones arbitrales, pero más allá de eso no se lo vio cómodo por no cumplir con el objetivo de clasificar a cuartos de final.

Un jugador de clase mundial

El segunda línea autor del primer try de Los Pumas en la RWC 2015, con pocos tests en sus espaldas, apenas asomaba como una promesa cuatro años atrás. En esta Copa Mundial, ahora con un largo recorrido, Guido Petti fue el jugador más regular del equipo argentino.

Fue el dueño del line y conductor absoluto en esa formación, pieza clave de la obtención, desde donde vinieron la mayoría de las conquistas argentinas. Determinación, carácter y un despliegue físico poco común, fueron las características que lo llevaron a ser uno de los puntos altos del equipo.

Junto a él, se destacaron Marcos Kremer, dueño de una potencia temible y versátil para jugar tanto en la segunda como en la tercera línea, así como Julián Montoya.

El primero, fue el único que mostró credenciales en la defensa con una locura por el tackle, asombrosa para su juventud. No tuvo contemplaciones cuando le tocó jugar sin la pelota, en lo que fue tal vez el gran déficit del equipo de Ledesma. Mientras que Montoya, quien llegó a Japón en igualdad de condiciones con Agustín Creevy, tomó la oportunidad del segundo tiempo ante Francia y la ratificó con tres tries en solo 40 minutos ante Tonga para asegurarse una titularidad muy disputada.

Creevy, ex capitán, logró una marca indeleble en el historial del rugby argentino, al convertirse en el jugador con más caps en Los Pumas. En el partido ante Inglaterra llegó a los 88 test con la camiseta de su país, para luego sumar uno más en el match frente a Estados Unidos.

El “adiós” de una generación

El momento más emotivo del torneo se empezó a vivir en la previa del último partido ante Estados Unidos, cuando Juan Manuel Leguizamón anunció que ese sería su último test match con Los Pumas. El último sobreviviente de la generación que alcanzó el bronce en 2007 se despidió a su manera, repartiendo tackles y aplaudido por todo el público que se acercó al Kumagaya Rugby Stadium.

De esta manera ya no estará más dentro de la cancha ningún exponente de una generación que aún hoy tiene un peso específico importante en el rugby argentino, ahora desde el lado de afuera.

Barajar y dar de nuevo

De cara al futuro, Argentina tendrá por delante un sincera autocrítica y replanteo para aprender de los errores y buscar volver a tener el protagonismo de otras Copas Mundiales.

Por lo pronto, en cuanto a los jugadores, además del retiro de Leguizamón, hay otros que llegarían con avanzada edad a la próxima cita mundialista.

En cuanto a las nuevas apariciones, pensando en Francia 2023, seguramente Cubelli, Kremer y Petti, serán los líderes que comandarán una nueva camada de jóvenes como Santiago Carreras, Lucas Mensa, Juan Cruz Mallía y Bautista Delguy, que junto a otros como Domingo Miotti, Bautista Pedemonte o Santiago Chocobares (figuras de los seleccionados U20 en los últimos años), lucharán por su lugar en el equipo durante los próximos cuatro años.

Ese poder de fuego contenido

“Los equipos más peligrosos son los que no tienen miedo a equivocarse”, dijo el entrenador Mario Ledesma en la previa del partido ante Tonga y si bien suena contundente y con aspecto de declaración de principios, el equipo argentino careció de esa peligrosidad que lo llevó a mostrar su mejor aspecto, antes de la RWC 2019.

“Pasión, amor y locura”

En un plante de 31 jugadores, la palabra de uno que se va, puede decir mucho. Juan Manuel Leguizamón, habló con el corazón en la mano al decir que hizo las cosas "con pasión, con amor y un poquito de locura". "Jugar con la camiseta de Los Pumas es toda la motivación que hace falta, viene sola. Toda mi vida soñé con vivir momentos como los que me tocaron”, desveló. Respecto a las razones de su larga trayectoria con Los Pumas, el tercera línea dijo que “tal vez tenga que ver con la disciplina, pero lo llevo más a lo emocional o lo pasional que tenemos y creo que eso me ha llevado a estar estos años acá al servicio del equipo. Con los años vas entendiendo los roles que te tocan cumplir, tanto dentro como fuera de la cancha, poniendo al equipo como lo más importante”. Para encuadrar y colgar en las paredes del vestuario Puma.

La frialdad de la estadística

Los números finales de Argentina en la Copa del Mundo 2019 dirán que ganó dos partidos (ante Tonga 28-12 y Estados Unidos por 47-17) y perdió dos (ante Francia 23-21 y ante Inglaterra por 39-10), totalizando 11 puntos (3 bonus) con una diferencia positiva de 15 puntos entre marcados y recibidos.

En los 106 tantos que marcó, anotó 14 tries, 12 conversiones y 4 penales. Su tryman fue Julián Montoya, con 4, y el goleador Nicolás Sánchez (20), tan solo un punto por delante de Benajmín Urdapilleta (19).

El jugador que más tackles registró fue Marcos Kremer con 54, seguido por Guido Petti con 36, Nahuel Tetaz Chaparro 35 y Pablo Matera con 34.

Muy meritorio fue lo de Juan Cruz Mallía que igualó a Santiago Carreras con 6 quiebres limpios, aunque jugó mucho menos que su comprovinciano.