Julio Le Parc y la marcha hacia Oriente
Pasados los juegos olímpicos, un argentino permanece en Tokio. Se trata del mendocino Julio Le Parc que irrumpió en la ciudad con sus impactantes colores. Así es su primera muestra individual en Japón que puede visitarse hasta noviembre.
Se inauguró en el Palacio Hermès de Ginza en Tokio, la primera exposición de Julio Le Parc en Oriente. Nos referimos ya -al ocuparnos en nuestra nota anterior sobre Basquiat- a lo que esto significa, al menos desde el punto de vista del mercado.
El artista mendocino estuvo así presente con su exposición en los Juegos Olímpicos que concluyeron con una brillante ceremonia hace quince días. Su muestra en cambio continúa hasta el 30 de noviembre. “Los Colores en Juego” es un recorrido por más de medio siglo de la producción de nuestro artista desplegado en el fabuloso edificio diseñado por Renzo Piano dos décadas atrás.
Como ya anticipó MDZ, en la fachada del mismo se instaló una recreación “site specific” de “La Gran Marcha”. Dentro del edificio se presenta también un estudio de la misma datado en 1974. Fue exhibida originalmente en el Palais de Tokio en París en 2014 y tuve el placer de verla personalmente en la fenomenal exposición del artista en el Pérez Art Museum de Miami a fines de 2016.

Consiste en un un conjunto de 10 vibrantes pinturas secuenciales, de gran formato, que en la muestra de Miami titulada “De la forma a la acción” se presentaron en un montaje de rotonda. La obra tiene una especial significación para Hermès ya que en ella se basa la colección de 60 pañuelos de seda diseñados por Le Parc que en 2016 se presentaron en la Colección Fortabat de Buenos Aires.

Al respecto el artista le dijo a la experta Celina Chatruc: “podría ser la larga marcha de mi abuelo, que vino del norte de Francia a París, atravesó el Atlántico, tomó un tren y cuando las vías se terminaron se bajó en el pueblo de Rivadavia, en Mendoza. O la mía, hasta París; el devenir de la civilización, de las revoluciones… Una larga marcha que, ahora, llega hasta Japón”
Otra de las obras presentadas en Tokio, un móvil de gran tamaño llamado “Sphère acier” remite directamente a “La esfera azul” instalada en el hall central del CCK porteño. En diciembre de 2015 el artista donó la obra para que pase a formar parte de la colección permanente del ex Correo Central.

Un poco de historia
Julio Le Parc nacido en Mendoza en 1928, se radicó en París en 1958. En 1960 fundó junto a otros colegas el Groupe de Recherche d’ArtVisue l (GRAV) en el que se propuso eliminar las estructuras y sistemas que separan al espectador de la obra. Sus innovaciones en los campos de la luz, el movimiento y la percepción fueron esenciales para los movimientos de arte óptico y cinético de la época, mientras que sus teorías sobre la inmediatez y el rol del espectador como vehículo de cambio social y político
han influenciado a las vanguardias parisinas desde los años sesenta.

Mientras las obras en blanco y negro expuestas ahora en Ginza (Segmentos de Círculos) se remontan a aquellos orígenes la serie de las esferas nacidas de la valorización del movimiento y juego de luces representan una etapa posterior de la evolución del artista.
A su vez las “Cloison à lames réfléchissantes” (láminas reflejantes) aportan un elemento lúdico. En ellas, como lo vimos en 2018 en la exposición de Casa Naranja en Córdoba, el espectador pasa a formar parte de la obra.
Completan la exposición otras experiencias cinéticas, diseños laberínticos y documentaciones de performances de la GRAV (Une journée dans la rue, Paris, 1966). Se trata, en suma de la presentación de un grande del arte contemporáneo de occidente en un mundo en el que muchos creen, está el futuro.
*Carlos María Pinasco es consultor de arte

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