“Sonata de cruces posibles”: realidad aumentada en FOLA

La fotografía como expresión artística se ha ido nutriendo de todos los adelantos tecnológicos que, desde hace unos años, son muchos y acelerados.

Claro que detrás de la cámara siempre tendrá que estar un ser con talento para lograr esas imágenes únicas que lo distinguirán como artista, sin importar de cuales medios se valga para lograrlo.

En Argentina la fotografía se fue abriendo caminos, no sin un gran esfuerzo, y hoy podemos asistir a muestras de gran interés, como las que se llevan a cabo en FOLA -Fototeca Latinoamericana- ubicada en el barrio de Palermo. Su destino, desde 2015 en que abriera sus puertas en sus “soñados” 1.200 m2, es exclusivamente la fotografía. Han gestado proyectos nacionales e internacionales. Exposiciones, premios,  publicaciones, festivales, talleres y múltiples actividades más, Posee una colección de más de 300 obras de aproximadamente unos 130 artistas, de 12 países de la región. Cuenta con una fotolibrería donde se encontrarán publicaciones exclusivas.

En que consiste la experiencia del visitante de esta exposición

Gian Paolo Minelli y Rafael Parra Toro, con curaduría de Agustina Rinaldi, inauguraron el 24 de septiembre en FOLA, con el nombre de “Sonata de cruces posibles”, una muestra de realidad aumentada. Tecnología que se viene aplicando al arte con interesantes resultados visuales y espaciales. También se ha estado aplicando desde hace unos años en el mundo en el área educativa con gran éxito.

Esta tecnología, en la que se basa esta muestra, permite una interacción importante entre las obras y el espectador el cual, mediante su celular, escaneando un código QR que cada obra tiene al lado podrá ir a la aplicación Instagram, luego volver a enfocar la fotografía y entonces aparecerá la realidad aumentada de Parra Toro y así podrá obtener variaciones de la realidad dependiendo de su posicionamiento y movimiento dentro del espacio expositor. “Magia” lograda con fotografías de la Ciudad de Buenos Aires en tiempos de pandemia, de Gian Paolo Minelli y con la animación de Rafael Parra Toro ideada para cada obra donde aparecerán, por ejemplo, esferas que se moverán y cambiarán dependiendo del visitante el cual podrá “meterse” en la obra desdibujando los límites de lo real y lo virtual. Cada obra se transformará según cada participante quien podrá compartirla en las redes, convirtiéndose en lo que el nombre muy acertado indica una sonata de cruces posibles.

Una pincelada más, pero sobre los artistas Gian Paolo Minelli y Rafael Parra Toro

Gian Paolo Minelli (Ginebra 1968) Artista de gran trayectoria internacional, que implica tantos premios y exposiciones en una infinidad de ciudades dispares entre sí, que estas líneas no alcanzarían para reproducirlas todas.

Vive y trabaja en Buenos Aires, enamorado desde joven de “lo porteño”, y también en Chiasso (cantón Tesino, Suiza). Para Minelli la fotografía es un medio de indagación del hombre y los espacios que constituyen su hábitat. Compone un escenario amplio buscando y mostrando las contradicciones y contrastes de la sociedad contemporánea. Con gran rigor entre ética y estética retrata la realidad urbana. El arte y la solidaridad forman parte de su vida, en “Piedra Buena” barrio carenciado de Villa Lugano, fundada por un tesinés, tuvo la curiosidad de conocerlo y allí ayuda a la comunidad en forma muy concreta, donde es muy querido y respetado, desplazándose como uno más de sus habitantes.

Rafael Parra Toro (Caracas, 1977) es un artista e ingeniero venezolano / argentino, de larga y reconocida trayectoria por sus trabajos e investigaciones artísticas. Afincado en Buenos Aires se dedica al arte cinético digital. Desarrollador contemporáneo del arte cinético-óptico, combinación de la estética del diseño de personajes y el uso de las nuevas tecnologías digitales. Aborda y explora las experiencias del cinetismo óptico internacional y las combina con el análisis del movimiento del espectador y la vibración del color a través del uso de Muaré. Aclaremos que el Muaré O Moiré (nombre del fotógrafo que lo descubrió, Ernst Moirè) es una interferencia visual; un efecto geométrico de distorsión ocasionado por la interacción de dos patrones de trama, situados uno encima del otro. El resultado es un nuevo patrón con un efecto visual un tanto especial. Su estudios como ingeniero, a los que no se ha dedicado en su vida profesional, le enseñaron a amar las matemáticas, la disciplina y la metodología que posteriormente ha aplicado a su trabajo.

Una muestra imperdible.