Los tres artistas que brillaron en el Plus+Arte

Plus + Arte es un evento destinado pura y exclusivamente a fomentar el arte mendocino, visibilizando artistas locales de diferentes disciplinas como pintura, escultura, fotografía, performance y danza, entre otros. El evento se lleva a cabo en la Bodega Monteviejo, en el mes de abril, época de cosecha en la provincia vitivinícola.

Arribamos con los artistas Tachuela, Egar Murillo y Sabrina Kadiajh alrededor del mediodía, para comenzar la aventura que nos esperaba en el Winerock 2019.

Gabriela Nafissi nos recibió a todes con un discurso ameno y cariñoso, donde agradeció a cada artista por su participación en el proyecto. Al cabo de unos minutos la gente comenzó a llegar, y el almuerzo estaba servido. No sólo había mucho vino (y muy rico) de la bodega Monteviejo, sino también ¡comida exquisita! Platos para carnívoros y vegetarianos, como unas tostadas con pasta de zanahoria y apio. Comimos y bebimos mucho esperando que comience la obra performática de Marcela Furlani.

La obra consistía en vincularse con la comida desde lo sensitivo, anulando el sentido de la visión y recuperando los demás. Los ojos de los que querían participar de la experiencia eran vendados, mientras en la mano se les otorgaba algún tipo de delicatessen, diversos sabores creados por la propia artista, mientras un violonchelo sonaba de fondo. La experiencia fue muy gratificante y al final, todes nos acercamos a la mesa y desgustamos su increíble comida.

Dentro de la bodega, diversos artistas exponían sus obras. La propuesta curatorial de la exhibición, es decir el concepto que agrupaba todas las obras, fue este caso “CUR-ARTE” donde se vinculaba arte y psicoanálisis.

Dos artistas me resultaron muy interesantes. Santiago Caruso presentó ilustraciones bajo el título “En la oscuridad abierta: si la más pequeña muerte exige una canción debe contar las que fueron lilas que por acompañarme silenciaron sus fuegos cuando una sombra configurada por mi lamento se refugió entre las sombras - Alejandra Pizarnik”. Aquellas obras contaban con un profundo sentido poético y alegórico, haciendo referencia a obras reconocidas como “Rómulo y Remo”, escultura emblemática de la antigua Roma.

Verónica Sguazzini presentó pequeñas cajas cerradas, que si uno se atrevía abrirlas algo diferente sucedía en cada una. Algunas contenían ojos, otras pinches, dentaduras hasta la última, que contenía un espejo.

Todas las obras fueron muy creativas e innovadoras en cuanto a la variación de los soportes y técnicas.

Ya cayendo el sol, la cerveza Andes abrió las puertas de su stand, ubicado en la terraza de la bodega, con buena música sonando de fondo. Decidimos tomar algunas IPA junto con Fernando Rosas, y luego tomar fotos por los viñedos. ¡Todo fue hermoso!