Por qué decir groserías ayuda a tu salud mental
El poder de las groserías: usa las palabras fuertes a favor de tu salud mental. ¿Por qué insultar alivia tu dolor ahora?
Cuida tu cerebro.
Decir groserías de vez en cuando te da beneficios que la ciencia respalda. Va desde persuadir con un mensaje hasta actuar como un alivio contra el dolor físico. El cerebro procesa estas expresiones de un modo diferente al lenguaje cotidiano y eso se refleja en tu salud mental.
Suelta las groserías para aliviar tu salud mental
El psicólogo Richard Stephens indica que el cerebro gestiona las palabrotas de manera distinta. Mientras el lenguaje regular reside en la corteza y áreas específicas del hemisferio izquierdo, los improperios se asocian a una estructura más antigua y profunda. Existen casos documentados de personas afásicas que lo demuestran. Quienes sufren de un trastorno del habla por daño cerebral tienen dificultad para comunicarse. Sin embargo, muchos de ellos logran cantar o decir groserías con una fluidez sorprendente.
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Esto sugiere que las groserías activan una zona neuronal distinta a la del vocabulario. En quienes padecen el síndrome de Tourette, el cual genera tics vocales, las palabrotas se vinculan a los ganglios basales. Esto subraya su conexión con estructuras cerebrales más primitivas.
Al soltar una grosería, no solo se comunica el significado de la frase. También se libera la respuesta emocional que acompaña a ese mensaje. Es una vía de escape para expresar rabia, dolor o disgusto de forma inmediata.
Esta práctica otorga la capacidad de indicar un límite sin recurrir a la agresión física. Es un mecanismo de desahogo que ayuda a gestionar el estrés y la frustración interna. El lenguaje funciona como un sustituto de la violencia.


