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La otra Mendoza: 500 personas en situación de calle y los refugios tienen lugar para 300

Por qué hay personas que deciden vivir en situación de calle, los operativos, los datos y los refugios.

Este fin de semana abrieron un refugio temporario para personas en situación de calle en la Ciudad de Mendoza. 

Este fin de semana abrieron un refugio temporario para personas en situación de calle en la Ciudad de Mendoza. 

ALF PONCE MERCADO / MDZ

Amanece en Mendoza, la montaña imponente se dibuja en el fondo y se pierde entre los edificios mientras el auto avanza por la Costanera. Al lado una mujer lleva a los chicos a la escuela y atrás un chofer apurado tiene que repartir encomiendas. El semáforo da rojo en el puente de Pedro Vargas.

Un hilo transparente va por el canal Cacique Guaymallén. Al paisaje gris se suman figuras. Una mujer saca agua con un balde sostenido por una soga y un hombre se higieniza en un improvisado baño. Una tabla que hace las veces de mesa y unos cartones sobre la margen del canal son todo lo que tiene esta pareja que vive desde hace días junto al Acceso. En la terminal de ómnibus todavía quedan frazadas. Hubo gente refugiándose del frío y algunos van a la parroquia San José a buscar algo para desayunar.

Cuando sale el sol, Mendoza cambia. Escuelas, oficinas, comercios. Gente que va y viene, bocinas y unos turistas se sacan una foto. En segundo plano, cientos de personas parecen invisibles: unos niños caminan vendiendo medias, algunos limpiavidrios se apuestan en el nudo vial, un hombre con su carro recoge cartones y una pareja revuelve la basura buscando algo de comer.

El sol se pone y Mendoza es otra. Un hombre junto a su perro se guarece en un cajero automático con unas bolsas, cartones y una frazada. El patio callejero se llena y también reparten viandas en una plazoleta. Algunos van a un refugio pero otros se quedan en plazas, bancos o veredas a esperar un nuevo día.

A lo largo de la Costanera son al menos 6 los grupos en situación de calle. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ
A lo largo de la Costanera habían al menos 6 los grupos en situación de calle en el verano. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

A lo largo de la Costanera habían al menos 6 los grupos en situación de calle en el verano. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

La otra Mendoza en números

En Mendoza hay 500 personas en situación de calle y solo 300 plazas en refugios y asilos para que pasen la noche, estables son 260 lugares pero el sábado se sumaron 40 camas que funcionarán en el hotel Huentala hasta el 31 de agosto.

El número de personas viviendo en la calle es estimado porque no hay estadísticas oficiales. Desde el año pasado el Gobierno de Mendoza sostiene que son unas 500 personas en situación de calle pero parecen más. Es que a esa cifra, se suman las cientos de personas que a diario recorren las calles de la ciudad pidiendo una limosna, cuidando autos, limpiando vidrios, golpeando puertas pidiendo algo de mercadería, buscando sobras en las cocinas de restaurantes o revolviendo las bolsas con basura.

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En los últimos meses se ha incrementado la cantidad de personas buscando entre las basura.

En los últimos meses se ha incrementado la cantidad de personas buscando entre las basura.

Los datos respaldan los hechos. Según el Indec, en Mendoza 70.586 personas viven en la indigencia -es decir que los ingresos que tienen mensuales no les alcanzan para cubrir los gastos en alimentación- y en el Gran Mendoza hay 446.995 personas que viven en la pobreza porque no pueden cubrir sus necesidades como alimentos, transporte, educación y vivienda. Además, en el primer trimestre de 2025, se sumaron 11 mil desempleados. En total, en el Gran Mendoza hay 36 mil personas que buscan trabajo activamente y no consiguen.

Entre estar desempleado y vivir en la calle hay un pequeño trecho como le pasó a Silvia que vive en el refugio de Remar. Ella trabajaba cuidando a un hombre de 88 años pero el señor falleció, se quedó sin trabajo y sin casa. “Pasé tres noches en la calle en octubre que todavía no hacía tanto frío. Me acordé que había un lugar donde recibían inmigrantes, llené unos papeles y me mandaron acá. Yo estoy jubilada”, dijo la mujer que espera conseguir un trabajo para pagar un alquiler.

Por qué viven en la calle

“Muchas veces pasa que no aceptan ayuda, intentamos convencerlos de todas las maneras posibles pero no se quieren ir de la calle”, explicó la directora de Contingencia Social, Priscila Segura.

“A los que no quieren ir a un refugio les damos la posibilidad de ir a una pensión y los ayudamos con un subsidio”, agregó.

Entonces, ¿es verdad que hay personas que eligen vivir en la calle? “Es más complejo”, explicó a MDZ Adriana, una trabajadora social que recorre las calles desde hace dos décadas.

Ricardo y Marcela viven en la calle, entre puentes y diferentes intersecciones de la Costanera. Foto: Mercedes Gómez/ MDZ
Ricardo y Marcela viven en la calle, entre puentes y diferentes intersecciones de la Costanera. Foto: Mercedes Gómez/ MDZ
Ricardo y Marcela viven en la calle, entre puentes y diferentes intersecciones de la Costanera. Foto: Mercedes Gómez/ MDZ

“La mayoría de las personas que no quieren recibir ayuda tienen problemas de salud mental y ahí el problema se complejiza. Son personas que no tienen días ni horarios, les cuesta mucho cumplir una rutina y a veces tienen adicciones. Cuando no quieren recibir ayuda, asistimos con ropa, comida, frazadas e intentamos trabajar con el entorno familiar si es que tienen”, añadió.

Antes de vivir en la calle se rompieron lentamente lazos con el mundo laboral, familiar, amigos y vecinos. “Una persona llega a situación de calle después de mucho tiempo. Se queda sin trabajo, no tiene recursos económicos, si hay una adicción o una enfermedad de salud mental rompe relaciones con la familia, con amigos que lo puedan alojar. Desandar ese camino no es fácil ni se hace de un día para el otro”, agregó la trabajadora social.

Vivir en un refugio

No es lo mismo un refugio en que solo se brinda cama y comida a un lugar donde se trabaja de forma integral con las personas. La primera estrategia es de contención y busca salvar la emergencia, mientras que la segunda es a largo plazo y requiere de un compromiso de la persona en situación de calle.

En el hogar de Red Puentes buscan que las personas que se alojan en el refugio vuelvan a insertarse en el sistema. Los facilitadores ayudan con los trámites burocráticos, la medicación, posibilidades laborales y formación académica. También hay voluntarios que brindan talleres y hay un equipo interdisciplinario para abordar las distintas problemáticas.

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Uno de los carteles en el refugio de la Red Puentes en Mendoza.

Uno de los carteles en el refugio de la Red Puentes en Mendoza.

"Me separé, me quedé sin laburo, entré en depresión. Empezás a quedarte en casas de amigos, de algún familiar. Pero llega un momento en que terminás en la calle casi sin darte cuenta”, contó Marcelo que viven desde hace años en dinstintas casas de Red Puentes

"Pocos lugares en Mendoza permiten vivir dignamente después de estar en la calleYa me queda poco tiempo acá. Estoy por salir y viendo un lugar para alquilar. Es difícil, pero hay que seguir, agregó agradecido con la contención que ha recibido de la fundación.

Los comedores

Por otro lado, hay cientos de voluntarios mendocinos que todos los días ofrecen un plato de comida a las personas en situación de calle. Uno es el patio callejero que funciona en la calle San Luis, en los terrenos de la iglesia de La Merced de la Ciudad de Mendoza. En ese espacio, diariamente, un grupo pastoral reparte unos 120 platos de comida a personas que viven en la calle.

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Una 120 personas en situación de calle comen a diario en el patio callejero de la calle San Luis.

Una 120 personas en situación de calle comen a diario en el patio callejero de la calle San Luis.

En general, cocinan en las parroquias con donaciones de empresas y de los fieles, llevan la comida al patio callejero y la sirven en el lugar. Hay lugar para unas 100 personas sentadas al aire libre. Además, se entregan raciones a las personas que se quedan sin lugar en las mesas.

También hay grupos de voluntarios que llevan las ollas populares a plazas o esquinas concurridas y entregan viandas a las personas en situación de calle.

Frío extremo, muerte y trabajo con los municipios

Después de que la Iglesia denunciara que dos personas en situación de calle murieron en los últimos días, se desplegaron una serie de acciones concretas como la apertura del espacio en el hotel Huentala y un operativo coordinado entre el Gobierno de Mendoza y los municipios del Gran Mendoza.

“Tenemos una guardia activa las 24 horas. Si nos llaman, nos ponemos en contacto con las áreas de Desarrollo Social de los municipios y coordinamos el trabajo con preventores o guardias urbanas”, explicó Segura.

“Ciudad y Guaymallén son los municipios más complicados porque es a donde llega más gente de otras zonas más alejadas buscando una oportunidad”, añadió.