Investigadores del Conicet descubrieron una nueva especie de dinosaurio
El hecho se dio en el departamento de Añelo, en la provincia de Neuquén a partir de un trabajo en conjunto con otras instituciones nacionales.

El descubrimiento de esta nueva especie, por parte de los investigadores del Conicet, fue en 2017
ConicetEl increíble hallazgo se hizo en el departamento de Añelo, en la provincia de Neuquén. Allí, investigadores del Conicet, junto a colaboradores de investigaciones nacionales, encontraron restos fósiles de un nuevo dinosaurio que se cree habitó la región hace aproximadamente 95 millones de años.
Esta nueva especie pertenece a la familia de los rebaquisáuridos, un grupo de dinosaurios saurópodos. El dinosaurio fue bautizado como Astigmasaura genuflexa y presentado en la revista Cretaceous Research.
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Las características de esta especie de dinosaurio
El Astigmasaura fue un cuadrúpedo herbívoro, de cuello y cola largos, y se estima que medía unos 18 metros de largo y pesaba más de 10 toneladas. Además, las vértebras de la cola presentaban prolongaciones óseas muy altas.
También contaba con arcos hemales —huesos ubicados por debajo de la cola que protegen el sistema nervioso y circulatorio—, y tenía patas esbeltas, con los dedos de los pies ensanchados de adelante hacia atrás.
Los comentarios de uno de los investigadores
El becario del Conicet en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología, Flavio Bellardini, comentó que esta especie de dinosaurio fue una de las últimas en habitar la Tierra antes de su extinción, hace aproximadamente 90 millones de años. Por eso, su descubrimiento es clave para reconstruir las fases finales de la historia evolutiva del grupo, al menos en la Patagonia.
Además, destacó que es la primera vez que se descubre la parte posterior del esqueleto de un rebaquisáurido con los dos miembros traseros, la cadera y la mitad anterior de la cola perfectamente preservados, lo cual permitirá esclarecer aspectos de su anatomía aún poco conocida.
La reconstrucción que favorecerá futuros estudios
Gracias al hallazgo de los huesos del Astigmasaura, se podrá reconstruir por primera vez la anatomía de las patas traseras y de los pies, junto con la musculatura de los rebaquisáuridos. Esto servirá como base para futuros estudios que permitirán entender cómo se desplazaban, cuál era su postura y qué tipo de huellas podían dejar. Las vértebras del ejemplar hallado indican que tenía una edad avanzada al momento de su muerte.
Hallazgo y tareas de excavación
El descubrimiento se realizó en 2017, gracias a una denuncia hecha por petroleros del yacimiento GASNOC YPF de El Orejano, donde se encontró el esqueleto casi completo y articulado del dinosaurio. Las tareas de excavación requirieron cinco campañas paleontológicas y más de treinta días de trabajo de campo, a través de distintos métodos para trasladar los huesos.
Recién en 2023 se recuperó el último bochón de yeso del sitio del hallazgo, que fue trasladado al Museo Municipal “Argentino Urquiza” de Rincón de los Sauces, donde comenzaron las tareas de preparación y limpieza del material.
Por qué el nombre
Finalmente, los investigadores explicaron el origen del nombre elegido. El nombre del género, Astigmasaura (del latín a- + stigma, “sin signos”), hace referencia al lugar del hallazgo: El Orejano, una expresión popular que significa “animal sin signos de identificación, sin dueño”. El nombre de la especie, genuflexa (del latín genus, “rodilla”, y flectere, “doblar”), alude a la posición en la que se halló el ejemplar: arrodillado, con ambas patas traseras dobladas.