Pilotos infantiles: ¿existe responsabilidad por parte del Estado?

La muerte del niño de 9 años Lorenzo Somaschini, que era piloto de motociclismo y se preparaba para su primera competencia internacional en Brasil, disparó una fuerte polémica en torno a las responsabilidades de los padres, entrenadores y hasta del mismo Estado, por permitir que un menor de edad participe en este tipo de carreras con motos que alcanzan hasta 140 km/h.
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A las críticas que circulan en las redes sociales y que se centran en la peligrosidad de las motocicletas, en especial en manos de chicos de tan corta edad, se suma la palabra calificada de quienes son expertos en Seguridad Vial. Tal es el caso del abogado especializado en Derecho de Tránsito, Seguridad y Educación Vial, Horacio Botta Bernaus, quien dio su opinión respecto a la trágica muerte del motociclista y puso el foco en los adultos que le permitían correr, el negocio detrás de estas competencias, y el Estado, que no pone límites ni dicta regulaciones desde la perspectiva de los derechos de los niños ante estas carreras.
"De por sí, en el área de Seguridad Vial, consideramos que una motocicleta es un vehículo que es siempre de alto riesgo", comenzó afirmando el especialista a MDZ. "Tiene un montón de características que lo transforman en eso, comenzando con la vulnerabilidad, porque el cuerpo no tiene ninguna protección y es un rodado con inestabilidad. No hace falta chocar. Cualquier componente agrava las posibilidades de tener un siniestro", describió.
"Por otro lado, el motor genera una fuerza de empuje que necesita una serie de condiciones. El conductor de moto tiene que descansar cada cierto tiempo porque su cuerpo utiliza fuertemente la energía física. Por su alta siniestralidad, en el mundo de la Seguridad Vial se dice que la moto tiene hasta 10 veces más posibilidades de generar un siniestro con lesiones o muertes", afirmó Botta Bernaus.
"Desde esa filosofía, plantear un escenario de competencia con niños, es algo a lo que no le encuentro argumentos. Puede ser que el chico tenga habilidades únicas, pero a tan corta edad, en donde sus decisiones tienen que ser tomadas o reemplazadas por los adultos, yo no estoy de acuerdo en exponerlo en base a estos condicionamientos que tiene una motocicleta", afirmó el abogado.
"Lo que ocurrió con este caso me hace pensar, si a los nueve años realmente ese chico tenía condiciones para ser consciente de que estaba exponiendo su vida en estas condiciones de riesgo a las que condiciona correr en una motocicleta", subrayó.
Asimismo, señaló que, a lo ya dicho, se le suma la presión de la competencia, de ganar, de superar al otro, en un entorno de mucho más riesgo como lo es el motociclismo. "Sabemos que quienes están inmersos en el mundo de las competencias de motos están muy consternados. Pero creo que hay que plantear este caso desde la necesidad de ejercer una ´humanización de la Seguridad Vial´. No podemos dejarnos llevar por la competencia y no pensar por un minuto que un niño podía llegar a perder su hermosa vida a los 9 años. Eso me parece que es lo difícil de explicar y por eso la gente está tan enojada en las redes", reflexionó.
En cuanto a las responsabilidades, Botta Bernaus apuntó a los adultos, pero también al Estado. "Obviamente, no se puede decir que el siniestro haya sido culpa del niño. Pero quizás nos tendríamos que plantear, no sólo la decisión tomada por los padres de permitirle competir, sino también del Estado, que suele intervenir cuando hay una situación de riesgo para los menores. Me parece adecuado permitir quizás una exhibición pero no meterlo en una competencia, y menos aún internacional, donde se pueda llegar a velocidades máximas de 140 km/h. Ningún adulto a esa velocidad que se cae y golpea su cabeza, sobrevive", enfatizó el abogado especialista.
"Es ahí donde no está el Estado tutelar, que vea el riesgo de estas carreras. Es más, nos molesta las riñas de gallos o las carreras de galgos, pero no se legisla respecto a las competencias de motociclismo con menores. En eso, miramos para otro lado. Es probable que haya intereses muy poderosos que tienen que ver con la industria del motociclismo, de las carreras como espectáculo, de las organizaciones detrás de este deporte... Pero hasta qué punto exponer a un chico que, si tiene que sacar un carnet de conducir para una moto, tiene que esperar a los 16 o 18 años", se preguntó.
Botta Bernaus comparó el motociclismo con el fútbol. "Cuando un niño entra en las categorías inferiores en el fútbol te das cuenta que es un deporte totalmente simplificado, protectivo, donde se evitan los grandes riesgos. Pero correr con una moto es otra cosa. Es parte de las contradicciones que tenemos en materia de Seguridad Vial en el país: le hacemos una multa a una persona que circula sin el cinturón ajustado en su auto, pero no a un colectivo que traslada pasajeros parados en una ruta. Esas cosas son toleradas. En esto veo que no hay coherencia", señaló el abogado especialista que editó doce libros sobre Seguridad Vial, diez en Argentina y dos en España.