Los tribunales de Comodoro Py quedaron desconectados por un robo de cables

El edificio de los tribunales federales de la calle Comodoro Py, en el barrio porteño de Retiro, quedó desconectado de internet luego del robo de unos 300 metros de fibra óptica que alimentaban el edificio. Aunque el servicio pudo reestablecerse a media mañana, esto se logró mediante una conexión provisoria que no da las mismas prestaciones que el servicio que requieren los tribunales.

El robo de cables se produjo durante la noche a unos metros de la principal terminal de ómnibus de la Ciudad de Buenos Aires, ubicada en Avenida Ramos Mejía y Avenida Antártida Argentina, a pocas cuadras de los tribunales federales. La extracción por parte de los delincuentes se realizó desde un agujero en la vereda por el que tuvieron acceso al cableado y lograron perpetrar el robo.

Los especialistas que se encargan del área de sistemas en los tribunales de Comodoro Py verificaron la falla y realizaron la denuncia a la Policía. Las versiones que circulan entre los pasillos son varias, ya que algunos creen que los ladrones confundieron la fibra óptica con cables de cobre, de gran valor en el mercado, mientras que voces conspirativas catalogaron el hecho de "sabotaje".

Durante el tiempo sin conectividad por el hecho de inseguridad, los distintos tribunales debieron apelar a los datos móviles para poder seguir trabajando, tanto magistrados como cargos internos de cada tribunal. Con el correr de las horas se logró reestablecer la conectividad pero a baja velocidad, evitando el uso de datos móviles por parte del personal pero con procesos más lentos.

El robo de cables es una modalidad delictiva que ha tomado "fama" en el mundo criminal por el rédito que este tiene, como el robo de bronces en cementerios, estatuas y domicilios. Sin enfrentamientos con las víctimas ni riesgos mayores, el kilogramo de cobre, metal utilizado en los cables, llega a pagarse unos $7.000 que son el "premio" de un robo sin altos "costos" para el delincuente.

A pesar de ello, vale resaltar el altísimo riesgo que corren los ladrones en cada robo de cables, ya que un paso en falso puede llevarlo a la muerte por electrocución, basta con recordar el caso de Ezequiel Curaba, muerto en Rosario mientras robaba cables. El comercio de metales robados se triplicó durante el último año, dato en el que se basan quienes aseguran que los ladrones se equivocaron al roba fibra óptica.