Empleo joven

Los jóvenes argentinos se ubican entre los peores asalariados de la región

La situación enfrenta al mercado nacional a una competencia desigual frente a los países limítrofes y los jóvenes no necesitan de un desarraigo tan grande para mejorar su situación.

Gonzalo Barrera
Gonzalo Barrera viernes, 31 de marzo de 2023 · 09:01 hs
Los jóvenes argentinos se ubican entre los peores asalariados de la región
El mercado laboral parece empujar a los jóvenes a un éxodo y los países limítrofes ofrecen mejores condiciones salariales

Los jóvenes argentinos se ubican entre los trabajadores peor asalariados de la región. La mayoría de ellos se encuentra por debajo del promedio de 117.128 pesos mensuales y, en los países limítrofes, el salario mínimo llega a superar el doble de un salario bajo en Argentina.

En nuestro país, según las estadísticas del sitio americano "Glassdoor" (enfocado a brindar información de consulta sobre empresas y salarios), se considera un salario bajo para los jóvenes el que se ubica en los 79 mil pesos mensuales, lo que representa 201,02 dólares bajo la cotización del mercado informal o blue.

El salario promedio de los jóvenes, estimado como máximo los que se encuentran entre los 27 y 32 años, es de 298,04 dólares. Un salario alto, aunque lo ganan un mínima parte de los jóvenes, se ubica en torno a los 204 mil pesos, unos 519,08 dólares.

En Uruguay, según comunicó Pablo Mieres (ministro de Trabajo y Previsión Social) para 2023, un salario mínimo es de 21.107 pesos uruguayos desde el 1° de enero de este año, lo que representa 542,87 dólares. En Chile, en base a la Ley N°21.456 (sancionada en mayo pasado) el mínimo es de 410.000 pesos chilenos, lo que son 519,43 dólares, mientras que en Paraguay se estableció, el último julio mediante el decreto presidencial N°7.270, un sueldo básico de 2.550.307 guaraníes, que convertidos a la divisa americana son 355,65 dólares.

En Brasil, tras sancionarse la Ley de Presupuesto 2023 en diciembre pasado, se ubica en la cifra de los 1.302 reales mensuales (259,10 dólares) y en Bolivia, luego del último acuerdo entre la gestión de Luis Arce y la Central Obrera Boliviana, en los 2.250 bolivianos (325,80 dólares).

Esta situación tan desfavorable fomenta a que los jóvenes argentinos lleven adelante o se ilusionen con un éxodo. Igualmente, también puede hablarse de que los jóvenes se ven expulsados, más que tener una voluntad real de irse de su país para probar suerte en otros países.

Lógicamente, es mucho más normal escuchar historias de jóvenes que se marchan a Europa en busca de esas oportunidades, pero en los países vecinos las posibilidades se vuelven más latentes por cuestiones legales y culturales. Esta decadencia que se ve en los jóvenes de Argentina, rememora a tiempos pasados donde una masa de personas y cerebros se vieron obligados a armar sus valijas y salir del país.

Aunque no es algo propio de las crisis, en estos tiempos se profundiza y se vuelve más masivo, aunque ahora se ve también disminuido por la posibilidad que brinda la modernidad de trabajar a distancia y percibir salarios más altos de parte de empresas que no cuentan ni con filiales en la Argentina.

La condición a la que se enfrentan las empresas locales ahora, es a la de retener a los jóvenes en este país, frente a países limítrofes con mejores ofertas. Este fenómeno que nunca había sido de tanta desventaja para la Argentina, que aún en sus peores contextos solía ubicarse como un mercado de mayores oportunidades que los de algunos vecinos.

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