Arte que motiva

Todo está muy caro: lo que más cuesta es ser feliz

Como cada domingo, el artista Juan Barros comparte con nuestros amigos de MDZ una de sus ilustraciones acompañada de sus buenas reflexiones de verano.

Juan Barros
Juan Barros domingo, 15 de enero de 2023 · 17:00 hs
Todo está muy caro: lo que más cuesta es ser feliz
Naciente luz - pintura en pastel tiza Eureka año 2013

El vaivén entre la demanda de sedución y el desgano agazapado. Señoras y Señores, quien hoy en día tenga la audacia de hablar de la estupidez corre graves riesgos: puede interpretarse como arrogancia o, incluso, como intento de perturbar el desarrollo de nuestra época. Por mi parte, hace ya varios años escribí: "Si la estupidez no se asemejase perfectamente al progreso, al talento, a la esperanza, o al mejoramiento, nadie querría ser estúpido".

Esto ocurría en 1931 y nadie osará poner en duda que, incluso después, ¡el mundo ha visto todavía más progresos y mejoras! De manera que se hace cada vez más urgente e inaplazable dar una respuesta a la pregunta: ¿Qué es realmente la estupidez?”

Así inicia Robert Musil su obra “Sobre la estupidez”…
¿La felicidad la rige el indecoroso…?
¿O el abrazo mínimo, vital y móvil?
¿Buscamos en la góndola y naufragamos….?
¿Qué ideología de turno está abierta?
Y suenan las alarmas del aburrimiento, el tedio, el desgano y… ¡Hay tanta faltante de sentido!
Por estar enojados con sí mismos nos enojamos con el otro. La incertidumbre es el filtro. Por el que nada pasa…
¿Ya no sabes ni a que estás resignado?
Apostemos… ¿quién tiene la culpa esta vez?
Y empaquetamos al otro en la culpa. Y en el lugar del otro…
En el mostrador del aquí y ahora nos preguntan:
¿Tiene cambio?
Y no tenemos…
¡Y otra vez el otro no se hizo cargo de mí!
¿Confort-mismo?

Necesito crear a cada instante.
Necesito recibirme así a cada instante… recreado en algo de mí a través de la obra.

Después de perder casi totalmente la vista la hoja en blanco fue la sala de espera de la luz… Al pintar, al dibujar y así como hace apenas unos años aprendí a fotografiar albas y atardeceres –el parto de la mirada-. Volver a crear la mirada… Pinto con las yemas de mis dedos vislumbrando el “hacer” sobre una mesa en una habitación a oscuras. Solo una lámpara próxima sobre la obra
en creación. Con mi rostro inclinado sobre la obra, a 5 cmts. Y así da a luz la mirada.

Al iniciar cada obra ignoro los colores de las tizas… Tan solo puedo advertir que algunos son más claros y otros más oscuros. Al empezar a pintar en minutos me olvido de No Ver… El vínculo con la luz trae al tizar, a la yema de mis dedos, el color que necesito a través de la línea. El arte crea en mí la entrega a la contemplación… Un orden visible que forja una nueva inteligencia visual.

Así el modo de liberar la luz al reunirla a través de mis pinceladas táctiles revela más… a través del relato que la línea-luz y las formas geométricas forjan hasta advenir imagen. “Las abstracciones, conquistadas palmo a palmo en un singular diálogo con la materia, siempre nos dejan la sensación de una incontenible fluidez en la que el artista pareciera simplemente obedecer esos mandatos interiores.

Como un inspirado, Barros se entrega a sus dictados produciendo estas secuencias que nos hablan de los increíbles sistemas de transformación que lo habitan. El resultado son estas obras donde formas, ritmos y colores, lejos de lo meramente formal, nos susurran ininterrumpidamente un definido sentimiento de sensible belleza.
(Refería Raúl Santana en el prólogo a un catálogo de mis obras…)
Creer en el camino lo abre,  ver no es el limité de la realidad.

¡Así me costó a mí!

Juan Barros es artista plástico, poeta y psicólogo. Perdió la vista a una temprana edad, pero eso no le impidió desarrollarse en el mundo del arte. 

Archivado en