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La hiperinflación y el abuso de algunos restaurantes de Mendoza

La inflación afecta a todos los sectores y se nota. Pero en la gastronomía local hay abusos. Hay restaurantes que ya tienen precios europeos que espantan a los clientes.

Redacción MDZ
Redacción MDZ sábado, 13 de agosto de 2022 · 08:36 hs
La hiperinflación y el abuso de algunos restaurantes de Mendoza
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

El hombre partió hacia los Estados Unidos la primera semana de julio. Ya se avizoraba un mes más difícil y complejo en lo económico en Mendoza y en el país. Unos conocidos habían visitado España en junio, puntualmente Madrid y Sevilla. Allí los sorprendió una ola de calor intenso, una sequía grave y un índice de inflación elevado, no habitual. Los precios se habían incrementado, pero para argentinos acostumbrados a las subas grotescas, no les parecieron escandalosos.

En EEUU los precios subiendo asombraron al recurrente visitante, sobre todo el del combustible, que se conseguía a 5 dólares el galón. El costo de ese insumo impulsaba para arriba todos los demás valores de bienes y servicios. También lo notó en la comida con una suba aproximada al 15%, inexplicable para la habitualidad del país del norte.

Al regreso, a principios de agosto, ya se aguardaba un índice explosivo de aumento de precios, entre 7 y 8 por ciento,  y el dólar blue había tenido una escalada que lo ubicaba alrededor de los 300 pesos. Para reencontrarse con amigos y también por un almuerzo de trabajo, tropezó de frente y sin anestesia con los precios de dos restaurantes mendocinos capitalinos. Preveía un aumento fuerte por el índice inflacionario preanunciado. Incluso el ambiente y el ánimo social más tenso que un mes atrás, eran señales de posibilidad de suba importante e inevitable.

Hay restaurantes locales que tienen precios "europeos".

Precios europeos en Mendoza

Pese a ello la sorpresa fue mayúscula e incluso generadora de mal ánimo. Cuatro platos, tres de  pastas y una entrada, sin vino ni postre significaron una adición de 6550 pesos. Más propina, la suma total fue de 7300 pesos. Una comida similar un mes atrás significó 5.200 pesos. Un incremento del 40%.

Mayor fue el asombro y la diferencia en una cena distendida con amigos. Cuatro personas, con vino en este caso, tres gaseosas, dos aguas minerales, una  entrada, un sushi de 30 piezas, un plato de pastas y un postre , llevaron la cuenta a 21.400 pesos. Con propina 23.500 pesos. Casi 6000 pesos por persona. Con propina y trasladado a un dólar de 300 pesos la cuenta da 75 dólares. En España los cuatro conocidos y con vino, pagaron en junio, incluso con un plato más, 85U$. Solo 10 U$ de diferencia. Estamos alcanzando en la comida valores de España. No pensemos en la diferencia de ingresos. Si pensamos que con aumento y bono, en setiembre un jubilado de mínima llegará a 50.000 pesos, podemos darnos idea del incremento excesivo aplicado en ambos restaurantes. ¿A qué precio estará para esa época la cuenta?

El descalabro económico y la altísima inflación producen saltos variados y difíciles de equilibrar en los precios. Eso se conoce y es hasta entendible.

Lo aumentado en el rubro gastronómico en estos dos casos, aparece como excesivo e incluso abusivo. Ya se cataloga a Mendoza como ciudad cara para visitarla. Siendo el turismo el primer impulsor de la actividad económica, es responsabilidad de los actores económicos ligados a él, no tensar la cuerda de los precios por encima de la exorbitancia que indican los niveles de inflación. No todo el turismo proviene del exterior.

Tampoco los mendocinos debemos ser sujetos pasivos de este ajuste continuo de niveles estrafalarios. Es tiempo de desvaríos y desconcierto. No se deben  sumar aprovechamiento y codicia indebida.

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