Historia de vida

Llegó para terminar sus estudios y decidió quedarse a vivir en Mendoza

Leonardo llegó desde Colombia hace 13 años con el objetivo de terminar sus estudios de posgrado. Su plan inicial de retornar a su país cambió luego de enamorarse de la provincia de Mendoza. Durante los últimos años asesoró a otros extranjeros con los trámites migratorios.

Andrea Ginestar
Andrea Ginestar domingo, 27 de marzo de 2022 · 07:08 hs
Llegó para terminar sus estudios y decidió quedarse a vivir en Mendoza
Leonardo vive en Mendoza desde hace poco más de 10 años

Las últimas décadas Argentina ha sido protagonista de numerosos movimientos migratorios ocasionados por las crisis económicas, políticas y sociales existentes en América Latina. Si bien, muchos argentinos deciden partir en busca de oportunidades, otros ciudadanos latinoamericanos eligen nuestro país para radicarse y construir sus historias. Leonardo llegó en el 2009 con el objetivo de terminar sus estudios de posgrado pero enamorado de Mendoza decidió quedarse.

Leonardo Hernández tiene 39 años y es colombiano, a pesar de llevar más de una década en Argentina aún tiene el acento característico de su país de origen. "Llegué al país con un grupo de 4 colegas con quienes nos acabábamos de graduar como Trabajadores Sociales en Colombia y teníamos la idea de cursar estudios de Maestría en la UNCuyo y una vez finalizados los estudios, retornar a nuestro país", dijo.

Al ser consultado por los motivos que lo llevaron a elegir Argentina como destino, explicó: "Optamos por Argentina en razón de la gran reputación en términos de accesibilidad y calidad que posee el sistema de educación superior, en contraste con otros de la región, el nuestro inclusive. Tales condiciones generaban para nosotros una gran oportunidad para avanzar en nuestros procesos de formación profesional y además queríamos también vivir la experiencia de viajar y conocer nuevos lugares".

Los planes de retornar a Colombia una vez finalizados sus estudios cambiaron luego de vivir los dos primeros años en la provincia de Mendoza. "Me sentí muy cómodo con la situación del país en ese tiempo y en particular con la dinámica de la provincia, esa combinación entre ciudad y pueblo, los paisajes y la amabilidad de la gente generaron en mí una gran expectativa y la posterior decisión de radicarme por completo", destacó.

"Me encontré siempre con personas muy amables que me abrieron las puertas de su casa y me han brindado afecto, a tal punto que me han incluido como un miembro más de su familia. En paralelo, también llegó la fortuna del nacimiento de mi hijo hace dos años, eso hizo que me arraigara mucho más aquí", agregó.

Leonardo con la familia que logró construir en Mendoza

La decisión no fue fácil, las dificultades en relación a los trámites para obtener la residencia y la homologación de su título de grado implicaron largas jornadas de espera y tiempos extensos (meses) para la obtención de los documentos. Mientras eso se resuelve, la vida transcurre con el ejercicio de trabajos informales y precarizados que a duras penas contribuyen en la satisfacción de las necesidades básicas de quienes deciden instalarse en la provincia.

El acceso de la vivienda es un tema que resulta dificultoso para quienes llegan a Argentina ya que los requerimientos para alquilar son muchos. Para muchos de los extranjeros que arriban, es imposible presentar garantías con condiciones como ser propietarios y/o poseer bonos de sueldo que en algunos casos se exige que dupliquen el monto del alquiler. "En ese aspecto existen casas para estudiantes que permiten acceder a habitaciones medianamente cómodas y son una solución temporal", agregó Leonardo.

Las diferencias culturales fueron un gran desafío ya que los modos y las formas de relación entre las personas son muy diferentes de las que están interiorizadas en Colombia. "Detalles tan simples como el saludo de beso o la ingesta de mate eran cosas muy extrañas para nosotros, la diferencia de paisajes y el clima en general si bien resultan atractivos durante los primeros días, se tornan difíciles de asumir con el paso del tiempo, en mi caso el verano siempre ha sido una tortura ya que tengo poca tolerancia al calor", contó y agregó: "Mendoza particularmente es un lugar con una sociedad un tanto cerrada, aunque siempre cordial, respetuosa y amable; no obstante, incluirse en los grupos y hacer amistades lleva un tiempo considerable. En ese sentido, en mi país somos un poco más abiertos y confiados".

Las posibilidades laborales para los migrantes son limitadas, según Leonardo, en términos profesionales era casi imposible encontrar un espacio de inserción, principalmente el hecho de ser “desconocidos” implicaba un gran obstáculo. Por otro lado, los trámites para homologar los títulos profesionales son largos y centralizados en Buenos Aires sumado al costo del trámite que se duplicó en relación al año 2020 y hoy asciende a 150 mil pesos más gastos de sellado.

Leonardo junto a su hijo Thiago 

"Del grupo con el que llegamos, solamente me quedé yo y realizar esos trámites me llevo más de 4 años, finalmente después de ese tiempo obtuve mi matrícula profesional y la autorización para el ejercicio de mi profesión", destacó Leonardo quien actualmente se desempeña en el ámbito académico como docente en la Universidad Nacional de Cuyo y trabaja en la protección de Derechos de niños, niñas y adolescentes; prevención y atención en problemáticas de consumo.

Durante los primeros años de su llegada, dedicaba parte de su tiempo a asesorar y ayudar a otros extranjeros que arribaban a la provincia en busca de oportunidades laborales y un cambio de vida. "Les brindaba información sobre posibilidades de alojamiento, trámites migratorios, requisitos de ingreso a la Universidad y en algunos casos propuestas de inclusión laboral pero en la actualidad he relegado esas tareas por falta de tiempo, aunque mantengo contacto con varios compatriotas que también se han radicado aquí", dijo.

¿Una tierra de oportunidades?

En el caso particular de Leonardo, el estar inmerso en el ámbito académico le permitió conocer personas implicadas en tareas relacionadas con su disciplina, hacer contactos y empezar a participar en espacios de trabajo. Al principio, las oportunidades eran escasas y por lo general eran de manera voluntaria o temporales. 

Entre los motivos de quienes eligen la provincia de Mendoza para quedarse se encuentran la situación política y social en sus países de origen y la necesidad de un desarrollo económico y profesional. Otro de los destinos preferidos es Chile donde hay aproximadamente 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más de 7% de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.

"Tuve algo de suerte pues no todos pudieron adaptarse o insertarse en trabajos relacionados con la profesión, de hecho del grupo con el que llegué aquí, fui el único que consiguió hacerlo. Para mí, la mejor de las oportunidades ha sido el poder insertarme laboralmente en la Universidad", destacó.

Al ser consultado sobre si se arrepiente de la decisión de instalarse en Mendoza explicó que hubo épocas con altibajos a nivel laboral que lo hicieron replantearse la posibilidad de retornar a Colombia. "Hoy creo firmemente que el decidir quedarme fue acertado, siento a Mendoza y a Argentina mi casa y no me iría por lo menos en el corto o mediano plazo. A pesar de las dificultades sociales y las coyunturas políticas y económicas que son similares en toda la región, es un buen lugar para vivir", destacó.

"Añorar el lugar de dónde vienes es cosa de todos los días, he tenido la posibilidad de viajar en varias ocasiones para pasar tiempo con los afectos y recordar paisajes y sabores. Pero creo que también he plantado mis raíces aquí, siempre en mis viajes a Colombia, pasados unos días, hechos de menos Mendoza, la montaña, el mate, los amigos, el trabajo. Además mi hijo es mendocino, su familia y la mía están aquí, por ahora no pienso en regresar", finalizó

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