Falta de dólares: el Gobierno suspendió los trucos de magia

Finalmente, hubo un día en el que David Copperfield fue superado y no por un alumno, sino por Matías Tombolini, el flamante secretario de Comercio elegido por Sergio Massa. Cuando el norteamericano logró que miles de espectadores creyeran que había desaparecido la Estatua de la Libertad mediante la rotación lenta de la tarima que sostenía el escenario, se estableció un récord Guinness que jamás pensaron que se podría igualar.

Ahora, con la resolución 26 de la Secretaría de Comercio emitida el martes último, podrán hacer desaparecer con un sólo una medida a toda la industria de la magia y los aspiracionales en su conjunto, ya que se quitaron las licencias automáticas para importar cualquier producto vinculante a dicha industria, por más chico que sea el pedido de unos pocos dólares. Ni mazos de cartas, ni galeras, pañuelos que envuelven pañuelos, no entrarán más hasta nuevo aviso. 

Así, en dupla con el ministro de Economía, Tombolini logra ajustar más la salida de dólares que no sean para cumplir con las metas que asumió el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional. El único objetivo es cumplir y para eso la diáspora de un sólo dólar que no sea para el cumplimiento, es un problema oficial. Fueron US$8.123 millones que ingresaron por exportaciones del complejo sojero a $200 por dólar, en una medida dispuesta por el Ministerio de Economía para incentivar las liquidaciones anticipadas entre el 5 y el 30 de septiembre. Se estima que sólo unos US$3.000 millones terminaron "engordando" las reservas internacionales del Banco Central, el resto se destinó a importaciones de energía, de insumos, partes y piezas y también bienes de consumo. Tal como contó MDZ, entonces empieza Massa a plantear como exitoso este primer bimestre en el Palacio de Hacienda.

“La licencia no automática a los trucos de magia nos afecta mucho, es muy poco lo que demanda, a todos los aficionados e incipientes los deja afuera. Mazos de cartas para hacer desapariciones, bolas especiales, juegos especiales, libros de magia, todo eso deja de entrar”, dijo a MDZ Martín Pacheco, alma mater de Bazar de Magia y fundador del Museo de Magia hace más de treinta años, considerado un templo de la actividad en el centro porteño. Allí es donde todos los días los que quieren aprender y adentrarse en ese maravilloso mundo compran libros y emprenden sus primeros trucos.

El debate interno en el Gobierno es qué rama productiva interrumpir o entorpecer sin que el costo político sea alto, y eligieron los productos que, a su juicio, pueden esperar, y así lo planteó la Secretaría: “A partir del análisis de la actual situación económica y productiva, se estima que existen innumerables Licencias para la Importación que no representan necesidad ni urgencia para su ingreso al país”.