La acumulación de nieve supera la media y es la mejor de la década para la época

La postal de la montaña blanca es mucho más que un lindo paisaje. Para Mendoza es la posibilidad de un futuro mejor para la producción y de terminar, tras más de una década, con una crisis hídrica sin precedentes. Claro, aún falta para saber si podrá ser así.

Las nevadas frecuentes en alta montaña han mejorado las perspectivas hacia el futuro, pero los años de sequía y el arrastre que eso produce aún se sentirán. Hasta ahora, según los registros de Irrigación, la nieve acumulada supera la media histórica para la época y es la mejor temporada en una década. Es que Mendoza lleva muchos años de crisis por las bajas precipitaciones. Incluso hasta ahora nevó el doble que todo el año pasado, pero 2019 fue uno de los más secos de la historia.

Hasta ahora se han producido 13 nevadas, 5 de ellas muy intensas. La frecuencia es uno de los factores favorables, pues permite la acumulación. Sin embargo el invierno recién comienza y el Departamento General de Irrigación presenta el pronóstico de escurrimiento recién en octubre. El agua "guardada" en la montaña podría aprovecharse desde esa época, pues hasta ahora los ríos siguen con el caudal bajo. 

Los embalses de Mendoza tienen una situación diversa. Los que abastecen al oasis Norte y Centro están casi al tope, pero en el Sur no. Potrerillos y El Carrizal rozan el 95% de su capacidad. Agua del Toro, Reyunos, Nihuil y Valle Grande no llegan al 60%. 

Nieve

En la cuenca del Río Mendoza la acumulación de nieve ya llegó a la media histórica y en algunas estaciones. En la cuenca del Río Tunuyán la situación es mejor. Incluso en una de las estaciones (Santa Clara) la acumulación es del 272% respecto al promedio histórico. En el Sur el futuro es un poco más promisorio que este año, salvo en la zona del Atuel, donde la acumulación está por abajo del 60% del promedio. En Valle Hermoso la acumulación supera en un 60% el promedio.

Irrigación mide caudales de ríos, volumen  de agua en los embalse y nieve acumulada en las nacientes de los ríos a través de estaciones especiales con las que se calcula la cantidad de agua almacenada.