Sol, Luna y Ascendente: guía básica para entender la astrología

A la hora de interpretar una carta natal, hay tres factores que se toman como punto de partida debido a la riqueza de la información que brindan: el Sol, la Luna y el Ascendente. En este artículo podrás encontrar qué representa cada uno y por qué son tan importantes.
Una carta astral brinda una serie de datos y de informaciones acerca de la vida y de la personalidad de una persona. El signo solar suele ser uno de los más conocidos, ya que es el que goza de mayor difusión.
Sin embargo, la esencia energética de una persona se construye a partir de muchas variables, entre ellos la posición de los planetas en los signos zodiacales, en las casas y los aspectos que se trazan entre los mismos.
Al igual que el sol, la posición de la luna y la ubicación del ascendente ofrecen informaciones claves. Si lo que se busca es una guía básica para entender la astrología, hay que partir de la observación de los mismos.
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El sol: ser y esencia
Es el factor más importante de toda carta natal, lo primero que se debe mirar al interpretar una. Es la piedra angular de la astrología, la base sobre la que se construye todo lo demás.
La energía solar es la que permite la existencia de la vida, lo cual se puede hacer extensivo en materia de astrología. Representa el Yo interno de una persona, su esencia y la manera en la que brilla en el plano terrenal.
Habla de la identidad más íntima y más profunda de una persona, de su costado más genuino.
Algunos conceptos clave para comprender su significado son:
- Expresión
- Ego
- Autoconciencia
- Energía vital
- Luz propia
La luna: emociones y necesidades inconscientes
La luna también goza de un rol protagonista en el campo de la astrología. Ante todo, habla de las emociones de una persona, de cómo y qué siente, de cuáles son esas emociones y cómo se manejan.
Se relaciona con las necesidades más profundas de un individuo, de aquellas que se encuentran en su inconsciente y que se manifiestan de manera ilógica e irracional.
Brinda información acerca de cuál es el costado más vulnerable de una persona y cuáles son sus reacciones instintivas.
También da cuenta de la relación de una persona con su madre, de cómo concebía a la misma en su infancia y de cuáles son los deseos que se ponen en juego en cuanto a las relaciones de pareja.
El ascendente: el viaje de vida
A diferencia del sol y de la luna, el ascendente no es un astro, sino más bien una línea imaginaria, un punto energético. Se traza teniendo en cuenta cuál es el signo que se alza sobre el Este al momento en que nace una persona.
El ascendente marca el inicio de la Casa 1, que es la casa de la personalidad, de los propósitos de una persona y de lo que la inspira.
Habla de cómo una persona se muestra ante los demás, de cómo la misma es percibida por su entorno. Se relaciona a cómo se exterioriza, de cuál es su impronta, su manera de “ingresar” al mundo.
También brinda información acerca de cómo se responde ante las distintas situaciones que se presentan en la vida. Se trata de un aprendizaje superior y de las experiencias que más se tienen que transitar.
Es por esto que algunos de sus conceptos claves se relacionan al destino y a la experiencia de vida.