Carolina de Mónaco no luchará contra el envejecimiento y así lo demuestra

La Familia Real de Mónaco siempre ha sido considerada como una de las que llevan el estilo y elegancia como estandarte, y los diseñadores más famosos de Europa siempre se han disputado los clósets de las princesas.

Quizás hoy la mujer más famosa de sus integrantes, la princesa Carolina, ha tomado una decisión que nuevamente marca tendencia: dejó las tinturas, y en el reciente concierto de verano de la Cruz Roja en Montecarlo decidió mostrar su cabellera plateada.

Con 64 años, la madre de cuatro acompañó a su hermano menor, el príncipe Alberto de Mónaco, a la elegante velada, mientras su esposa, la princesa Charlene, continúa recuperándose de una infección mientras visita su Sudáfrica natal.

Carolina llevó un vestido marrón escalonado absolutamente chic, con mangas cortas y detalles de lentejuelas, y en cuanto al cabello, eligió un elegante recogido gris detrás de las orejas. El complemento se conformó con unos aretes de perlas, un brazalete grueso y un bolso de mano haciendo juego. Ya en diciembre pasado, para el festejo del Día Nacional de Mónaco, la royal mostró que su look en cuanto a cabello estaba mutando. 

La mayor de las hijas de Rainiero, que está separada de su tercer marido, el príncipe Ernst-August de Hannover, ha sido considerada durante mucho tiempo un icono de estilo y de la moda. Se hizo amiga del diseñador Karl Lagerfeld en la década de 1970, convirtiéndose en una musa de Chanel y siempre fue una habitual en la primera fila de los desfiles. Sus hijas, Charlotte Casiraghi y la princesa Alexandra de Hannover, han heredado el gusto exquisito de su madre, siendo la primera embajadora de Chanel y la segunda de Dior.

También asistieron al concierto de este fin de semana los tres glamorosos hijos de Carolina y sus parejas; Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, y Charlotte Casiraghi y Dimitri Rassam.