Confidentes: Máxima de Holanda y Felipe de España "a los secretitos"
En una reunión en la que participaron las principales casas reales del mundo, se los vio amigos y muy charlatanes. Rindieron respetos a las víctimas que perecieron en Auschwitz, al cumplirse 75 años de su liberación.
Los reyes Guillermo y Máxima de Holanda han viajado a Polonia, y allí se han encontrado con sus amigos, Felipe y Letizia de España. Al encuentro se unieron Felipe y Matilde de Bélgica, Victoria de Suecia, Enrique de Luxemburgo, el príncipe Haakon de Noruega y el príncipe Carlos de Inglaterra.
Todos ataviados de un riguroso color negro, los representantes de estas y otras casas reales dijeron presente para participar en la ceremonia de conmemoración del 75º aniversario de la liberación de Auschwitz, el campo de concentración y exterminio que se convirtió en el escenario de uno de los mayores horrores vividos por la humanidad.
Con más de un millón de asesinatos perpetrados en sus instalaciones, hoy el lugar es un museo y un espacio declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1979, ya que se erige como uno de los mayores símbolos del Holocausto.
Se trata de un meeting similar al que tuvieron el año pasado, más precisamente en octubre, cuando asistieron a la coronación de Naruhito de Japón. Sin embargo, el motivo que los convoca es diametralmente opuesto: aquella vez todo era celebración y fiesta, y en este caso, respeto y recogimiento. El acto en Polonia fue altamente emotivo, y rememoró el horror al que condujo el nazismo durante la segunda guerra mundial.
Máxima de Holanda fue una de las que mayor protagonismo tomó en la jornada, pues charló muy animadamente con todos demostrando una excelente relación con los miembros de las distintas casas reales, pero particularmente se la vio enfrascada en el diálogo con el presidente de Israel, Reuven Rivlin, y luego con don Felipe de Borbón, Rey de España. De hecho, junto a su esposo, el rey Guillermo de los Países Bajos, se sentó al lado de los monarcas ibéricos.
Momentos antes del comienzo de la ceremonia llegaron las palabras del presidente de Polonia, Andrzej Duda, que los reyes escucharon con atención utilizando auriculares para disfrutar de la traducción instantánea.
Los instantes más emocionales del acto llegaron de la mano de algunos de los sobrevivientes de Auschwitz-Birkenau, que contaron sus vivencias, haciendo que muchos los asistentes rompan el protocolo y derramen lágrimas de tristeza. Particularmente Máxima y Letizia fueron las dos "royals" que más se emocionaron.
Luego de la ceremonia, y rodeados por una espesa niebla, todos los miembros de las casas reales presentes encendieron una vela en memoria de las víctimas.