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Por qué el enfrentamiento comercial y político de Trump con Lula parece más difícil de desactivar que otros

El anuncio del presidente de EE.UU. de que impondrá un arancel de 50% a Brasil y la respuesta del brasileño plantean el riesgo de una guerra comercial incierta.

Dos de las mayores economías americanas, Estados Unidos y Brasil, parecen encaminadas a una guerra comercial difícil de desactivar.

El enfrentamiento tomó forma el miércoles cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, sostuvo que impondrá un arancel de 50% a las importaciones de Brasil a partir del 1º de agosto.

El aviso contenía una carga más pesada que las anuncios similares de Trump a otros países.

No se trata solo de que la tasa arancelaria que notificó a Brasil es mayor a las que anunció en estos días para varias naciones, desde Japón a Corea del Sur o Sudáfrica.

En una carta pública al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, Trump incluyó -aparte de reclamos meramente comerciales- exigencias políticas e institucionales de improbable concreción.

Por ejemplo, sostuvo que el juicio en Brasil a su aliado, el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2023) por tentativa de golpe de Estado "¡es una Caza de Brujas que debe terminar INMEDIATAMENTE!".

Lula contestó el mismo día en su cuenta de la red social X que "Brasil es un país soberano con instituciones independientes que no aceptará ser controlado por nadie".

Y anticipó que responderá a cualquier alza unilateral de aranceles con una ley de reciprocidad que habilita al gobierno brasileño a tomar represalias provisorias.

Entonces, ¿se viene un inevitable choque de gigantes americanos?

"En este momento hay un escalonamiento claro de tensiones, sin ninguna duda", le dice a BBC Mundo Monica de Bolle, una investigadora principal del Instituto Peterson de Economía Internacional, con sede en Washington.

Sin embargo, tanto ella como otros expertos creen que aún hay margen para un entendimiento.

"Vergüenza internacional"

Trump ya había defendido a Bolsonaro el lunes y martes con mensajes en su plataforma Truth Social, donde afirmó que las urnas deberían ser "el único juicio" a su aliado.

Bolsonaro obsequia una camiseta de Brasil a Trump con el nombre de este durante un encuentro en la Casa Blanca en 2019
Getty Images
Trump y Bolsonaro tuvieron buenas relaciones desde que ambos fueron presidentes al mismo tiempo.

Bolsonaro está inhabilitado por la justicia para participar en elecciones hasta 2030 por abuso de poder político, tras plantear dudas como presidente sobre la fiabilidad del sistema electoral brasileño.

Eso lo deja al margen de los comicios presidenciales del año próximo.

Además tiene un juicio pendiente en el Supremo Tribunal Federal brasileño por un presunto plan golpista en la elección de 2022 que perdió con Lula. Si resulta condenado, podría ir a la cárcel.

Bolsonaro había indicado que aguardaba el apoyo de Trump, quien también ha sido acusado de buscar quedarse en la presidencia de EE.UU. tras perder su intento de reelección en 2020.

"La forma en que Brasil ha tratado al expresidente Bolsonaro, un Líder Muy Respetado en todo el Mundo durante su Mandato, incluso por Estados Unidos, es una vergüenza internacional", sostuvo Trump en su carta a Lula.

También protestó por las órdenes que el Supremo brasileño ha dado para desactivar cuentas de redes sociales que considera riesgosas para la democracia.

En su respuesta, Lula sostuvo que "el proceso judicial contra aquellos que planificaron el golpe de estado es de competencia solo de la Justicia Brasileña".

Lula
AFP
Lula respondió rápidamente la carta de Trump y anunció reciprocidad ante cualquier aumento arancelario.

Sobre las plataformas digitales, afirmó que "la sociedad brasileña rechaza contenidos de odio, racismo, pornografía infantil, estafas, fraude, discursos contra los derechos humanos y la libertad democrática".

Y calificó de "falsa" la información que manejó Trump sobre un supuesto déficit comercial de EE.UU. con Brasil: en los últimos 15 años, apuntó, el país del norte tuvo un superávit de US$410.000 millones en el intercambio bilateral.

"Situación muy delicada"

Desde que volvió a la Casa Blanca este año, Trump ha mostrado que puede dar marcha atrás a última hora con sus embestidas arancelarias a otros países.

Pero la mezcla de reclamos que Trump lanzó a Brasil para justificar una sobretasa de 50% dejó a muchos preguntándose cuál es su real objetivo.

Algunos analistas cuestionan si Trump intentó pasar un recado a Brasil por haber alojado días atrás la cumbre de los BRICS, el grupo de países emergentes que integra originalmente con Rusia, India, China y Sudáfrica, al que acusó de ser contrario a EE.UU.

"Como esas demandas (de Trump) son innegociables de la forma en que están y Brasil nunca va a acatar eso, debe haber alguna otra cosa que él quiere", razona De Bolle.

EE.UU. y Brasil tienen una relación comercial con cadenas complejas, por ejemplo en la producción de carne, advierte, y un enfrentamiento bilateral podría poner en contra de Trump y Bolsonaro a empresarios que suelen apoyarlos.

"Si él continúa con eso, ayuda a Lula", dice De Bolle.

Contenedores en un puerto de Brasil
Getty Images
Brasil tiene un fluido intercambio comercial con EE.UU. y una suba de aranceles podría tener distintos efectos.

El pulso con Trump también podría movilizar a los seguidores del presidente brasileño, en momentos en que su popularidad tendía a la bajar.

En las elecciones de abril en Canadá, las amenazas arancelarias de Trump perjudicaron a un candidato conservador visto como cercano a él y favorecieron inesperadamente al primer ministro de centroizquierda Mark Carney.

Pero una reacción adversa de los mercados por la posible suba de aranceles puede complicar la economía de Brasil y traer nuevos dolores de cabeza a Lula.

Rubens Barbosa, un exembajador de Brasil en Washington, afirma que Trump decidió la suba arancelaria a su país "por razones políticas".

"Esto es en parte porque el gobierno brasileño no estableció ningún canal de comunicación con la Casa Blanca ni con el Departamento de Estado después de la elección en EE.UU.", le dice Barbosa a BBC Mundo.

En cambio, Bolsonaro y sus allegados cultivaron desde antes sus lazos con Trump.

EE.UU. carece actualmente de embajador designado en Brasil y su principal diplomático en el país, Gabriel Escobar, fue convocado el miércoles a la Cancillería brasileña, donde le devolvieron la carta de Trump a Lula por considerarla inaceptable.

La falta de sintonía entre ambos gobiernos también puede obstaculizar una salida al diferendo actual, aunque según Barbosa deberá buscarse "algún tipo de negociación".

"Es una situación muy delicada", sostiene.

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BBC

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FUENTE: BBC