Análisis

Las clases como eje de la grieta: las duras diferencias entre Alberto Fernández y Rodolfo Suarez por las clases

El Gobernador tuvo un discurso copado por las urgencias, donde no logró trazar un horizonte. Hubo una fuerte defensa de la presencialidad educativa y se viene un conflicto en el peor escenario.

Pablo Icardi
Pablo Icardi sábado, 1 de mayo de 2021 · 12:27 hs
Las clases como eje de la grieta: las duras diferencias entre Alberto Fernández y Rodolfo Suarez por las clases
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ
Las clases como eje de la grieta: las duras diferencias entre Alberto Fernández y Rodolfo Suarez por las clases
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Rodolfo Suarez no pudo escapar del encierro que la propia pandemia genera. Tanto, que en un discurso que suele tener un vuelo más alto que el calor de la coyuntura, el Gobernador tuvo que interrumpir lo que tenía preparado para recordar algo que se vive en cada hogar: en Mendoza hay incertidumbre por lo que va a ocurrir desde hoy y particularmente el lunes en cada escuela. Es decir, si habrá o no clases. 

El discurso del gobernador abundó en la coyuntura y el corto plazo. Agitado por las urgencias, Suarez no logró algo que probablemente y de manera silenciosa pide la gente: generar una esperanza. Son tiempos de cabezas gachas por la realidad. Aunque no es su misión institucional, sí se convierte en un desafío político para los gobernantes lograr mejorar la autoestima de una comunidad golpeada. No se trata de realismo mágico ni demagogia, sino tratar de prender una luz e indicar cuál es el camino a seguir. 

La batalla en las aulas

Mendoza, como ocurrió en Buenos Aires, corre riesgo de que las escuelas se transformen en la trinchera de una guerra insólita en un país que tiene una pobreza infantil que duele: si las escuelas deben o no estar abiertas. La definición más fuerte del Gobernador vino por ese lado: buscó marcar un contraste con la Nación en cuanto al manejo de la pandemia y se distanció de la idea de cerrar la educación como medida preventiva.

Claro que se trata de una intención y por ahora no una decisión. El Gobierno se toma su habitual tiempo, algo aletargado ante la urgencia, para analizar la legalidad y la posibilidad de escapar a las normas establecidas por Alberto Fernández. Consulta a los intendentes y análisis legal. Luego definiciones. Suarez dio primero señales. "Considero absurdo caer en esos sofismas vaporosos, tan de moda, que quizá buscando tomar alguna ventaja demagógica, crean falsos antagonismos como cuidar la salud o la economía e, incluso más disparatado, como es pretender optar entre salud o educación", acusó Suarez. "En consecuencia, hoy reafirmamos el criterio que hemos sostenido desde mediados del año pasado en todas las asambleas del Consejo Federal de Educación: en Mendoza somos defensores de la presencialidad educativa", reafirmó. Luego dijo que el lunes las escuelas abrirán. 

Suarez debe ser uno de los gobernadores que más tiempo le ha dedicado a la educación en un discurso. Teñido por la coyuntura y las diferencias con la Nación. Lo relacionó con la pobreza, que es real, lo relacionó con la estrategia para enfrentar las desigualdades y también para marcar diferencias con la Nación: para él las escuelas no contagian y la movilidad tampoco. Tanto, que dijo que hubo mejores resultados en Mendoza con todo abierto que en otras provincias con todo cerrado. 

El primer indicio luego del discurso fue la convocatoria a mandar a los niños a la escuela porque creen que hay resquicios legales para esquivar las restricciones. Pero no todo está dicho aún. Suarez puede quedar en una posición que no le es cómoda: la del conflicto. Hasta ahora ha administrado las tensiones discursivas. La decisión de Alberto y su disidencia lo obliga a tomar otra postura. 

 

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