Acuerdo partidario

El regalo de Navidad que recibirá Máximo Kirchner: acuerdan el traspaso del control del PJ de Buenos Aires

Luego de meses de negociaciones, el hijo de la vicepresidente y los intendentes que integran la conducción del Partido Justicialista bonaerense llegaron a un acuerdo que dejó a todos contentos por el acuerdo pero que le suma más interrogantes.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare viernes, 26 de febrero de 2021 · 11:37 hs
El regalo de Navidad que recibirá Máximo Kirchner: acuerdan el traspaso del control del PJ de Buenos Aires
Foto: Infobae

Mañana por la mañana el peronismo de la Provincia de Buenos Aires convocará, vía zoom, a elecciones internas para fines de abril o principio de mayo para definir las próximas autoridades del Consejo de Partido Justicialista. El PJ de Buenos Aires será presidido por Máximo Kirchner una vez que concluya el mandato de la actual conducción, en diciembre de 2021. Máximo tendrá regalo de Navidad: tener el poder partidario en el principal distrito electoral del país. 

La situación es difícil de explicar porque había dos posturas. La de Kirchner, quien pretendía asumir como titular del peronismo de la provincia de Buenos Aires el mismo día que lo hiciera Alberto Fernández a nivel nacional; y la de una decena de intendentes que no se sienten parte del diseño político de La Cámpora y no querían finalizar sus mandatos antes de tiempo. 

Gustavo Menéndez y Fernando Grey, intendentes de Merlo y Esteban Etcheverría respectivamente, presiden el peronismo bonaerense desde diciembre de 2017, cuando luego de extremas negociaciones convalidaron un acuerdo con el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. Los dos primeros se alternarían en la cabeza del partido mientras que el matancero fue designado presidente del Congreso del Partido Justicialista. 

En aquel momento también se eligieron candidatos para presidir los 135 consejos de partido distritales. Es decir, los que conducen el peronismo en cada municipio bonaerense.  Por ese motivo, se hacía imposible la asunción del hijo de la vicepresidente tal cual él lo deseaba. Para que esto se diera debían renunciar todos las autoridades partidarias, o la mayoría de ellos, y no ser impugnado por  ningún otro afiliado. 

Negociaciones

Como no había otra salida que la intervención partidaria, algo que no quería nadie porque el partido funcionaba como correspondía, y al no tener ninguna contrapropuesta que los dejara bien parados, los intendentes encabezados por Menéndez, Grey y el albertista jefe comunal de Hurlingham Juan Zabaleta, se plantaron y no quisieron negociar más. "Hace cuatro años, cuando armaron el partido, no nos dieron nada. ¿Por qué ahora le tenemos que dar algo?" se preguntaban los negociadores camporistas cuando las actuales autoridades le reclamaban hacer una lista que los representara a todos. 

En la negociación estuvieron Andrés Larroque, Facundo Tignanelli y Kirchner, por un lado, y Ménendez, Grey y Zabaleta, por el otro y, de manera permanente vía zoom y face a cámara encendida los apoderados históricos del peronismo bonaerense y nacional, Juan Landau y Eduardo Löpez Wesselhoefft, quienes en todo momento le alertaban sobre los inconvenientes legales y posibles impugnaciones que podrían recibir las soluciones analizadas en el encuentro.

Finalmente, se resolvió algo que todos festejaron pero también lamentaron. Sólo se elegirán las autoridades del Consejo de Partido que presiden Menéndez y Grey, quienes serán reemplazados por Máximo Kirchner, una vez que termine el actual mandato, en diciembre de 2021. El resto de las autoridades, congresales y presidentes distritales, tal cual hasta la próxima convocatoria.

Hasta el 17 de diciembre continuarán presidiendo las actuales autoridades pero con un presidente nuevo electo. "Es como tener un Papa nuevo con el emérito atrás", se reían los apoderados cuando trataban de explicar el acuerdo. Es que La Cámpora pretendía dominar la totalidad de la estructura peronista ahora, cuando se definen las listas y los sistemas de alianzas, pero sólo logró una elección que lo dejará como conducción en el futuro.

Mientras tanto, las actuales autoridades saben que sus futuras decisiones no tendrán peso ni respaldo, por más que mantengan la firma.

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