Protocolos, entusiasmo y dudas: así volvieron las clases en Mendoza

Alcohol al ingresar. Pasillos demarcados para circular. Bancos individuales y separados. Docentes con barbijo. Reuniones restringidas. Pero un símbolo importante luego de casi un año: las escuelas abiertas, con alumnos y docentes en pleno proceso educativo. Las escuelas de Mendoza volvieron a abrir sus puertas para dar clases presenciales luego de casi un año de cierre total. El retorno fue positivo para la mayoría y encontró a los alumnos con "trayectorias débiles" como los primeros en tomar clases. 

En la recorrida realizada por MDZ se notó un alto nivel de presencia de docentes (superior al 90%) y en el caso de los alumnos fue dispar: en algunos casos, como en la Nicolás Avellaneda, hubo presentismo alto. En otras escuelas llegó al 50% de los convocados, como ocurrió en la Ernesto Sábato. 

Las clases presenciales por ahora se reducen a nivelar los contenidos sobre los que tuvieron dificultades los alumnos el año pasado. Y también quienes tuvieron problemas de conectividad. Las escuelas secundarias son las primeras en recibir alumnos. 

En el caso de las escuelas de nivel primario, la terea se concentra en adecuar los edificios y pulir los protocolos. Por eso los edificios comenzaron a empapelarse de carteles indicativos en los que se mencionan las  medidas de prevención, los circuitos de circulación interna y otras normas nuevas adecuadas a la prevención. 

Los docentes deben presentarse, pero están exceptuados algunos que estén dentro de los grupos de riesgo. En el caso de los alumnos su presencia también es obligatoria, pero la DGE está en proceso de análisis de una norma particular para quienes también pueden tener algún riesgo. Hay dudas, por ejemplo, con las alumnas embarazadas.