Alfredo Cornejo

"La bomba ya explotó y la gente comenzó a entender lo que pasa"

En la última semana de la campaña Alfredo Cornejo acelera y apunta todo contra La Cámpora, Cristina y la debilidad de Alberto. La crítica a sus pares, las oportunidades de Juntos por el Cambio y tres temas redundantes. Por qué nunca habló con Cristina, críticas a la gestión propia y el futuro.

Mariano Bustos
Mariano Bustos domingo, 7 de noviembre de 2021 · 07:06 hs
"La bomba ya explotó y la gente comenzó a entender lo que pasa"
Alfredo Cornejo Cornejo construye un proyecto político nacional y apuesta a crecer desde el Senado. Foto: Maximiliano Ríos / MDZ

Por Mariano Bustos y Marcelo Arce. Videos: Rodrigo  D'Angelo

Alfredo Cornejo habla con alguna pausa para tratar de que no se escapen conceptos que antes no pensó. Y en su recorrido nacional incorporó una nueva impronta: la redundancia; repetir conceptos para que quede claro cuál es el objetivo discursivo. Pues ahora, como parte de un armado nacional que apuesta a recuperar el poder para Juntos por el Cambio, en cada respuesta, en cada diagnóstico habrá conceptos repetidos: La Cámpora, el poder de Cristina Fernández de Kirchner y la necesidad de unidad de su sector. 

Cornejo es candidato a senador nacional y cree que en la elección del domingo 14 de noviembre se juega un "partido nacional" del que quiere ser parte. "Si se arma un equipo, yo estoy", asegura sobre su posible candidatura a presidente, tema que igual busca dejar en segundo plano. Para él la crisis "ya explotó" y Alberto Fernández podrá tener una oportunidad de transformarse en un estadista en la derrota. Además, cuestiona a algunos de sus pares en la oposición por haber sido "cobardes" y no haber sido más duros en la crítica. Cornejo, a fondo. 

-Si bien usted es el cabeza de lista se ha llevado adelante una campaña con eje en la gestión del gobernador. Desde la oposición han aprovechado eso marcando falencias en temas sensibles ¿Qué evaluación hace usted sobre esos temas?

-La elección tiene un contenido nacional sin duda alguna, y esta en particular porque no solo se eligen diputados nacionales sino también senadores. Si se repite la elección del 12 de septiembre, Cristina Fernández de Kirchner se quedaría sin quórum propio en el Senado y es la que manda en el Frente de Todos. La que orienta ideológicamente al gobierno y a La Cámpora local. Ellos se sienten liderados por ella. Esta es una elección nacional. Ese interés en forzar temas locales no es el que tenían en las PASO. Han cambiado de estrategia. Es decir: 'Yo tengo estos principios, pero si no te gustan tengo estos otros'. Era una elección nacional en las PASO y ahora pasó a ser una elección provincial olvidando que hay mucho contenido nacional.

-Uno trata de nacionalizar y otro de provincializar

-La provincia y municipios no tienen los instrumentos o los que tienen son muy pobres. No pueden influir en el tipo de cambio, la circulación de la moneda, los impuestos. Detener la inflación. Las provincias no tienen ningún resorte para detener la inflación. Y es el tema más epidérmico de toda la economía. Es inevitable que el elector le dé más importancia a los temas nacionales que a los provinciales en esta elección. Una economía normal permite quizás focalizar un poco más en la calidad de gestión provincial. Pero la verdad es que pocas veces tenemos una economía normal con estabilidad. En 2017 había inflación baja y economía relativamente normal y fue el único año que se creció en el gobierno de Macri.

-Otro punto que se marca es que más allá de que Cambia Mendoza ganó cómodamente, el 60% de los mendocinos no apoyaron al oficialismo mendocino, cuando en el 2019 habían superado el 50%. ¿Qué interpretación hacen de ese mensaje?

-La lengua es el músculo más ágil. Uno puede hablar y argumentar cosas pero los números muestran que en las elecciones legislativas hay una dispersión de fuerzas en muchas opciones. En las últimas dos PASO quedaron 4 opciones, en estas 7.  Está muy disperso el voto de las terceras opciones y todos sacan.

-Nos estamos acercando a la concreción de la polarización. Han desaparecido las terceras fuerzas ¿Es saludable eso?

-Es relativo. Primero en todas las elecciones legislativas votan menos personas porque las elecciones de cargos ejecutivos son más atractivas para el ciudadano. Vota el 80% contra el 73% del padrón de las legislativas. Ese es un primer punto. Por otro lado en las legislativas generalmente se da un voto bronca, o descontento -o los calificativos que le quieran poner- que se canaliza en terceras fuerzas como fue el FIT en el 2013, en el 2017 fue Ramón y Protectora. Ahora se canalizó en distintas fuerzas pero también en el voto en blanco, que llegó al 10%. Ahí estuvo el voto bronca. El blanco no lleva representación, pero si la llevara metería legisladores. La pregunta que hay que hacerse es: ¿por qué ninguna tercera fuerza logró cautivar a ese votante? Yo creo que mucho ha influido -además de errores particulares- la decepción de José Luis Ramón. Me parece que esa experiencia de esos sectores -que son más o menos siempre los mismos-, que se sienten decepcionados ha influido.

-¿Y cree que está vinculado a la queja de que siempre son los mismos candidatos? Anabel, Cobos, Cornejo, Bermejo…

-¿Quién dice eso? Ese es un argumento remanido y razonable que tiene una base sólida, pero pasa en el mundo. 'Son siempre los mismos pero si es nuevo no lo voto porque no lo conozco'. Hay que verlo del lado de la demanda social. El comentario suelto no sé qué valor estadístico tiene. Nosotros estamos llevando como candidatos a los dirigentes que tienen mejor imagen de nuestro frente. Los intendentes querían que nosotros fuéramos candidatos. En el caso del peronismo no sé por qué lo hacen, deberían preguntarle a ellos. Yo les recuerdo a todos los que creen que el kirchnerismo es infalible en materia electoral, ellos han perdido más elecciones de las que han ganado.

 

-¿Cómo hacer para salir de la crisis en la que vivimos eternamente si los resortes son de la Nación? ¿Cómo se puede combinar una gestión para que no exista este divorcio entre lo provincial y lo nacional?

-Yo lo he explicado desde mi conducta personal. Tenemos que influir sobre los temas nacionales, porque podés hacer una muy buena gestión en la provincia o un municipio brindando los servicios sustantivos, pero por más que sea óptima, te van a faltar cosas. Ejemplo de las eternas discusiones de la matriz productiva. No es lo mismo diversificar la matriz productiva y crear mejores oportunidades de negocios con un contexto macroeconómico nacional que con otro. Con un contexto determinado podrías explotar más rápido la lengua norte de Vaca Muerta. Podrías conseguir compradores para Vale más rápido que ejecutaran el proyecto mucho antes. No en cuatro o seis años. Es decir, el contexto económico es clave. En el Estado provincial siguen faltando muchas cosas. Y hay una agenda apasionante para seguir tecnificando, mejorando procesos, gestión de servicios, de seguridad, calidad de justicia, materia educativa. Si bien estamos muy orgullosos de estos seis años sabemos que falta mejorar muchas cosas.

-¿Es una crítica?

-No, pero vamos a poner un ejemplo. La reforma que se hizo en justicia quienes están en el sistema arrancaron cuestionando todo. Pero después agradecen. En el juicio por jurado todos estaban en contra menos uno. Ahora todos lo reconocen. Pero hay problemas de gestión que tiene el Estado. Con las reformas hay que llevar el día a día de esa gestión. Esa es la clave. Hay mucho para hacer todavía. El Poder Judicial tiene más de 4 mil empleados con el Ministerio Público Fiscal. Yo creo que si seguimos con estos proyectos el Poder Judicial en 5 años puede funcionar con la mitad de los empleados, pero con más decisores. Pero si no te metés en la gestión, van a seguir metiendo gente sin mejorar. Todo lo que modernices tiene que tener impacto y ser medido. Es apasionante.

Cornejo redunda en recordar su paso por el Gobierno y la necesidad de mantener reformas. 

Seguridad

-La seguridad en la gestión anterior era central. Hoy no se habla

Es posible, pero tampoco es tan brusco el cambio negativo porque los indicadores no marcan eso. De seguridad hablan todos, pero pocos con datos. Hay datos duros y blandos. El típico dato blando es la opinión de las personas. El dato duro en general en Mendoza es bastante bueno. No se ha desmejorado en Mendoza. Tenemos el índice de homicidios más bajo de los últimos 20 o 25 años. Es de 4 cada 100 mil habitantes. Eso es porque la mayoría de la gente que comete delitos violentos o con armas está en la cárcel. Hay más de 6 mil personas en prisión y había 4 mil antes y el 70% está condenado. Puede haber algunos cambios parciales, pero no se han desmejorado los datos duros. Después hay un tema. El deterioro social genera más circuitos negros. Circuito negro de celulares, autopartes y demás; cosa que también tiene que ver con la economía. Mendoza está mucho mejor que otros lugares como el conurbano bonaerense, donde liberaron más de 4000 presos.

-¿Quién conduce la seguridad? Porque desde la reforma en adelante siempre hubo alguna guía política y hoy está bastante desdibujado eso. Levrino no aparece…

-Puede tener bajo perfil él, pero no creo que haya un problema. No hay un empeoramiento. Pero hay hechos de inseguridad en Mendoza. Estamos lejos de la seguridad 100%. Ahora, los datos duros dicen que estamos mejor que con Paco Pérez o Celso Jaque.

-Lo que no se ve es un liderazgo político fuerte

-Hay una tendencia en los gobiernos a tomar la seguridad no como parte de la agenda sino a tratar de desligarse. Arrancó Celso Jaque con mucho énfasis y después se desentendió. Después Paco Pérez también…El paso del peronismo por el Estado ha sido devastador en todos los aspectos. No podían hacer funcionar los ascensores del Hospital Central. Subían las camillas por la escalera. En materia de seguridad no había nada. El liderazgo político era ‘estar donde mataban a alguien’. Hay que tratar de evitar los hechos y tener un plan. Al 911 no le dieron ningún progreso; a los dos helicópteros se le acabó el seguro…No había plan. Ahora sí hay. El Ministro tendrá perfil bajo, pero hay un plan. Hay problemas que tienen que ver con lo nacional. Hay que  renovar todas las radios porque se van rompiendo y les cuesta comprarlo. No pudieron comprar autos para móviles porque no hay producción suficiente. Los dos aspectos tienen la culpa la macroeconomía y el Gobierno nacional.

-Se pregonan los acuerdos y el diálogo. Pero no hay forma de discutir nada o de acordar. No hay voluntad

-No hay tantos desacuerdos. Hay que describir la morfología social y económica de Mendoza. Yo escucho a los empresarios con los mismos discursos de hace 20 años. Dicen miren cómo está San Juan o Neuquén... La verdad es que la economía de Mendoza es infinitamente más diversa que la de esas provincias, por muchísimos motivos. Primero tiene muchos más sectores económicos, algunos muy competitivos. San Juan es muy dependiente de la minería y Neuquén del petróleo. Se cae el precio del petróleo y en Neuquén no se pagan los sueldos, como ya pasó. Eso tiene una repercusión sobre la composición social de las provincias. No es lo mismo tener diversidad que no. Primero configura a los sectores medios. Hay más demandas, nadie puede tener el poder absoluto; hay diversos medios. Hay un marco institucional distinto a las provincias que dependen de una actividad. Yo creo que hay un modelo mendocino con un alto nivel de consenso y que no lo desafía el peronismo o el radicalismo de la década del 80 o 90.

Cristina, la reina

-¿Entonces cuáles son las dificultades...?

-El peronismo local no tiene un proyecto provincial, depende exclusivamente de un proyecto nacional. La última vez que ganaron fue porque se colgaron de Cristina Fernández de Kirchner, que hizo que Paco Pérez sea gobernador Tampoco tienen proyectos o ideas distintas. Cuando Bodón le ganó a Baglini tenía un proyecto y lo fueron alimentando con el “equipo de los Mendocinos” y lo sucedieron tres gobiernos. Tenían un programa provincial. Hoy día el peronismo tiene todo atado a Cristina Fernández de Kirchner. La Cámpora controla el peronismo y el resto si no son de La Cámpora los siguen, no lo desafían. ¿Alguien cree que se puede hacer un acuerdo con Cristina? Ella es predominante en el peronismo.

-¿Pero cree que le preguntan todo a Cristina?

-No, no le preguntan. Pero el perfil de Cristina es oponerse a la derecha….nosotros somos ‘la derecha’ para ella y no se acuerda nada.  No puedo explicar el tema particular con Cristina porque la verdad es que no he hablado en mi vida con Cristina. Ni siquiera he estado en una reunión. Nunca.

-Ni siquiera en aquellas épocas...

-No, nunca. Es inaccesible Cristina. Es una reina de la monarquía.

-¿En particular en la provincia por qué no hay diálogo?

-Hay un tema creo en Argentina para lograr los acuerdos y que yo espero que lo superemos. Cuando tenés un Frente de Todos que se une al solo efecto de conquistar el poder y mantenerlo y que junta gente que tiene pensamientos muy distintos es complejo. Grabois y La Cámpora no creen en el derecho de propiedad. Pero Guzmán y Kulfas sí creen. Pero el derecho de propiedad es uno de los derechos fundamentales, no podés tener una diferencia así; el Frente de Todos tienen diferencias tan guarangas que no permiten orientar al país. Con una Cristina no influyente ni tan determinante como lo ha sido, se puede. Pero: ¿cómo llegar a un acuerdo si entre ellos no se ponen de acuerdo? Hoy no logro entender qué le quiere decir Cristina a Alberto: le dice corregí Alberto, pero no explica. Hay una falta de diálogo entre ellos que impide cualquier acuerdo. Eso repercute sobre La Cámpora y el peronismo provincial. Si La Cámpora y Cristina no tuvieran tanta influencia es probable que nosotros tuviéramos muchos más acuerdos. No estamos tan en las antípodas.

La Cámpora no cree en el derecho a la propiedad

-Da la impresión que las peleas son más por el poder que por mejorar las cosas

-Es cierto que competimos por el poder, que es la base de la competencia electoral. Pero hay quienes tenemos proyectos y programas, ideas concretas. Y otros que compiten por el poder en sí mismo. La inflación es un buen tema. Es relativamente fácil de resolver la inflación. Lo han resuelto otros países. No es ni la ortodoxia de que no hay que emitir un peso, ni que los empresarios determinan todo. Es cierto que la emisión genera inflación, pero también es verdad que hay determinados mercados que tienen pocos oferentes. En un buen contexto económico, haciendo las cosas que tenés que hacer y pagando esos costos, debieras cerrar el grifo de la emisión y tener la credibilidad para que haya mayor oferta de productos, generar confianza para que haya inversión, que haya más bienes, más competencia. Eso controla la inflación, así lo controló Israel; lo han logrado países mucho más atrasados que la Argentina. La Cámpora no coincide con este diagnóstico. Ellos dicen que es todo culpa de unos especuladores y se la agarran con los supermercados o los pobres comercios de barrio. ¿Por qué especula un almacenero? Porque cree que cuando vaya a reponer la mercadería va a costar más. La Cámpora piensa eso.

Acuerdos, candidaturas y una oposición cobarde

-Después del 14 de noviembre puede haber condiciones para forzar acuerdos.

-Pero hay que ver. Si la situación es la del 12 de septiembre, donde con una carta de Cristina le dicen “corregí”. Hay estupideces que se plantean. En el fondo tenemos dificultades para un acuerdo porque hay mucha sarasa. No te podés poner de acuerdo en base a sarasa. Con el Fondo quieren tener algo para anunciar y festejar por los sobrecargos. Es una sarasa. Si el FMI se lo da, se ahorrarían 1050 millones de dólares por año. Por leliq, están pagando 4500 millones de dólares por año de intereses. Es el correlato de la emisión. Si bajaras la emisión y el déficit no tendrías que tomar deuda. Macri no estuvo ni cerca de pagar eso.

-¿Cuál es el fenómeno que se da para que quienes hace dos años fueron desalojados del poder hoy puedan volver a ser alternativa?

-El último registro es el 48 por ciento que sacó Alberto Fernández y el 30% que sacó en las últimas PASO. Hay un común denominador que se instala y es la supuesta infalibilidad del kirchnerismo y el peronismo. De los últimos 18 años ellos han gobernado 14. El País está en recesión desde 2010. El PBI en dólares del 2019 es el mismo del 2008. En el 2021 ni siquiera vamos a estar a ese nivel. Mérito de estos 18 años que el kirchnerismo gobernó 14 y de esos 12 estuvo con la oposición dividida. Recién en estos dos últimos años la oposición estuvo unida.

-¿Cómo se explica el voto de la gente?

-Hay un voto castigo porque el Gobierno lo hizo mal. Tenían la pandemia como argumento y manejaron muy mal la pandemia. Entraron a una cuarentena sin saber por qué y no salieron porque se enamoraron del 80% de imagen de Alberto. En el medio hicieron un montón de daño a la economía, a la educación, a la psicología de los adolescentes, de los viejos.

-¿Por qué pasó sin que lo frenaran?

-A pesar de eso la sociedad tuvo muchas contemplaciones. Entre otras cosas, porque hubo  una dirigencia política muy cobarde, también en la oposición, que no dijo ni pío. Yo desde mayo salía en los medios y decía que no podíamos tener una cuarentena como la de los países desarrollados porque este país no tenía financiamiento, moneda, ni ahorro público o privado. Eso lo dijimos. Todas esas cosas fueron generando que se ensordecieran, se manejaran mal. Lo terminaron de completar con la vacunación y se perdieron entre 6 u 8 meses. Si se hubiera hecho bien estaríamos con menos muertos, con una economía más activa. Hubo, insisto, un voto castigo y una oposición unida, al igual que hubo PASO, algo muy bueno. Si nosotros no hubiésemos tenido PASO y desunidos, se hubiera dispersado todo. Por eso hay una nueva oportunidad para Juntos por el Cambio.

La otra pregunta es si se lo merece Juntos por el Cambio. Yo creo que la sociedad se merece alternativas más razonables.

-¿Por qué si hace dos años Juntos por el Cambio no estuvo a la altura ahora sí puede estarlo?

-Yo tengo una visión esperanzadora. Llegamos mucho mejor al 2023, con más equipo, varios gobernadores, un plan. No creo que hayamos llegado tan preparados para 2015; yo soy muy crítico, incluso lo vi como gobernador en relación con la Nación. Pero creo que llega más preparada la sociedad; más consciente de lo que pasa. Los candidatos no dijeron en su momento que había una bomba de tiempo.

-Ya explotó la bomba

-Sí, la bomba está explotando. El 12 de septiembre la gente empezó a comprender lo que pasa. Que haya 8 millones de personas que pagan impuesto y 20 millones que cobran del Estado…la gente empieza a comprender la profundidad de los problemas.

-¿Qué puede pasar el 15 de noviembre? ¿Puede haber un escenario más dramático que el actual?

-La bomba ya explotó. Los niveles de pobreza son alarmantes, no sé qué más se puede esperar. No hay posibilidades de una hiperinflación por motivos estructurales. Con esta inflación alta nos hemos acostumbrado a vivir.  Creo que puede haber desabastecimiento de algunos productos, inflación más alta. Pero no veo al gobierno renunciando a cosas y tampoco manifestaciones grandes. Los que hacen las marchas están dentro del Gobierno, aunque hay quienes individualmente se están desmarcando. No veo un nivel de alteración importante. Sí veo que hay mucha gente en soledad muy descontentos. En materia de jubilaciones, en Mendoza la mayoría cobra la mínima que es de 26 mil pesos. Los salarios registrados han caído, la economía en negro sufrió más aún. Cómo no estar descontento y responsabilizar al Gobierno.

-Pero la incertidumbre está en la situación política. ¿Qué puede pasar?

-Va a depender mucho de lo que hagan Alberto y Cristina. Las opciones del Presidente son varias. Yo creo que va a tener la chance de ser un estadista en la derrota y decidir hacer las cosas que hay que hacer, total ‘ya estoy frito’. Sin posibilidad de reelección y demás…Podrían decir que no lo van a dejar, pero el sistema es hiperpresidencialista. Puede hacer muchas cosas por Decreto. Si tiene vocación, las puede hacer. Cristina puede tomar la opción de apoyarlo entre bambalinas sin hacer ruido. O puede quedarse con el 25% de fanáticos que tiene, sin pagar los costos, y se refugia retirándose del gobierno. Esas son las alternativas. No sé cuáles van a tomar.

-¿Qué harían como oposición?

-Como oposición debemos ser la del equilibrio del poder. No tenemos que alentar movilizaciones, pedidos de renuncia del presidente y cosas de ese tipo. Tenemos que contribuir con el país. Si hacen las reformas, veremos la agenda legislativa que presentan. Pero primero tienen que ponerse de acuerdo entre ellos. No somos corresponsables de lo que hagan. Ni del acuerdo con el Fondo, ni nada. Podemos tratar leyes. Por ejemplo, si quieren cambiar la moneda van a necesitar leyes (como lo hicieron Alfonsín y Menem). Tuvieron resiliencia. Alberto va a tener esa oportunidad, algunos no le ven madera y yo sospecho. Pero va a tener chances.

El plan para 2023

-Lo mismo que le achacan al peronismo puede ser lo que pasa con ustedes a nivel nacional, si tienen o no un plan

-Sí, estamos bastante más sólidos. Hemos tenido muchísimas reuniones para armar un programa, de interacción. Con Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich. Está perfilando un común denominador. Todavía hay diferencias, pero vamos bien. Además la profundidad de la caída no se conoce. Ha sido un muy buen año económico en las cuentas nacionales. Hubo un ingreso 25% superior a un año normal. La soja, el precio del gas. Es la primera vez que están en el gobierno, les toca plata y lo hacen mal.

-Internamente también es difícil acordar

-Nosotros estamos llamados a mantener la unidad. Creo que las PASO bien usadas dan resultado. Las PASO no fue testimonial en la provincia de buenos aires

-¿Cuál es su plan personal?

-Yo explico esto y hay incredulidad. No veo esto en otro marco que no sea en el de  un equipo y con programa. Si se arma un equipo y todo el radicalismo se arma para competir contra Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta; estoy. Si se arma un equipo, estoy. Hoy día, creo que no deberíamos tener candidatos a presidente aún. Va a haber en Argentina una incertidumbre grande. Ya hay una incertidumbre y será peor. Suponiendo que el Gobierno pierda las elecciones, no se sabe cuál va a ser la salida y si va a ser unificada o no. Cómo van a gobernar los próximos dos años. Tienen una ventaja: no va a haber una oposición que quiera voltearlos. Hay incertidumbre política, que va a generar incertidumbre económica mayor. Suponiendo que el Gobierno saque “un empate”, es decir que gane algunos lugares y mantengan mayoría en el Senado. ¿Van a mantener la definición de estas políticas o la van a corregir? Hay incertidumbre. Entonces generar candidaturas no es oportuno. Creo que deberíamos hacer como hicimos ahora, que es mantener la unidad. A pesar de que no todos pusieron el cuerpo cuando había que ponerlo, creo que en 2022 deberíamos tener un programa de Gobierno y focalizarnos en eso. Desde el Senado voy a tratar de influir lo más que se pueda en ese programa. Del radicalismo podrían ser varios. Martín Lousteau tiene mejores números que varios de nosotros. Algún gobernador, Gerardo, Facundo Manes. Si hay alguien mide y todos podemos concentrarnos, podemos ser competitivos y no el3% que sacó Ernesto Sanz

-La proyección personal es ser parte de un equipo nacional…

-Se mezclan los temas personales, pero no es que eso me quite el sueño. Si no influimos sobre lo nacional, la administración provincial queda reducida a la agenda de gestión administrativa de mejorar, pero en un contexto donde no influyamos va a ser difícil.

-Hubo cuestionamientos a su actividad legislativa. Poca participación en los proyectos…

-No es cierto eso, es una fake. Hay un registro. Hay que ir al libro y ver la asistencia. Hay algo que es cierto que he hablado poco, porque es innecesario. La actividad legislativa es ir a comisiones, ir a las sesiones y presentar proyectos. Después la agenda la marca la mayoría porque los proyectos que se tratan son los que imponen. Dicen "ha faltado 32 veces"…no hubo 32 sesiones. Las sesiones duran tanto porque todos se anotan para hablar. Y lo hacen para figurar en sus redes sociales cuando hablan. Yo me niego a eso porque tengo una presencia pública importante. Hay un grupo que podemos salir en los medios y no necesitamos hablar. No veo que sea un indicador ese. Por qué los otros hablan…muchos hablamos en los medios de comunicación. La mayoría necesita hablar en el recinto para mostrarlo en sus redes sociales.

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