Opinión

Cerrando brechas digitales: la desigualdad de género también está presente en la tecnología

La desigualdad de género también se nota en el acceso a la tecnología y formación en TIC's.

Eleonora Lamm jueves, 27 de agosto de 2020 · 17:43 hs
Cerrando brechas digitales: la desigualdad de género también está presente en la tecnología

Por Eleonora Lamm

¿Por qué es importante promover, incentivar y facilitar la formación de mujeres en ciencias de la computacion?

Para responder a este interrogante, voy a usar algunos datos de la publicacion I´d blush if I could, (Me sonrojaría si pudiera)  publicado el año pasado por la UNESCO. El título de esta publicación viene de la respuesta dada por Siri, una asistente de voz de género femenino utilizada por cientos de millones, cuando un usuario humano le decía a "ella": "Oye, Siri, eres una perra".

Aunque el software de inteligencia artificial que impulsa a Siri, en abril de 2019, se actualizó para responder al insulto de manera más llana ("No sé cómo responder a eso"), la sumisión del asistente frente al abuso de género permanece sin cambios desde el amplio lanzamiento de la tecnología en 2011.

La obsequiosidad "femenina" de Siri, y el servilismo expresado por tantas otras asistentes digitales proyectadas como mujeres jóvenes, proporciona una poderosa ilustración de los prejuicios de género codificados en productos tecnológicos, generalizados en el sector de la tecnología y evidentes en la educación en habilidades digitales.

Hoy en día, las mujeres y las niñas tienen un 25 por ciento menos de probabilidades que los hombres de saber cómo aprovechar la tecnología digital para fines básicos, cuatro veces menos probabilidades de saber cómo programar computadoras y 13 veces menos probabilidades de solicitar una patente de tecnología. Los datos existentes son inequívocos sobre la gravedad de las brechas de género actuales.

La idea de esta beca es comenzar a cerrar una brecha de género en habilidades digitales que es, en la mayor parte del mundo, amplia y creciente.

Desigualdades

En todo el mundo, es menos probable que las mujeres sepan cómo operar un teléfono inteligente, navegar por Internet, usar las redes sociales y comprender cómo salvaguardar la información en medios digitales, habilidades que subyacen a innumerables vidas y tareas laborales y son relevantes para personas de todas las edades.

La brecha es evidente a partir de los niveles más bajos de competencia, como el uso de aplicaciones en un teléfono móvil, hasta las habilidades más avanzadas, como la codificación de software de computadora para respaldar el análisis de grandes conjuntos de datos.

Y esto también tiene que ver con lo que nos inculcan y la confianza que nos inspiran. La evidencia más convincente del impacto de los estereotipos de género en torno a la tecnología es la brecha de género de "autoeficacia", o la diferencia entre la confianza y la fe de niñas y niños en sus habilidades. En los niveles de educación primaria y secundaria inferior, la brecha de género en la competencia digital real es inexistente o se invierte a favor de las niñas.

Los resultados del Estudio Internacional de Alfabetización en Computación e Información (ICILS) finalizado más recientemente, muestran que las habilidades de estudiantes de octavo grado realizada en 21 países, mostraron que las niñas obtuvieron puntajes significativamente más altos que los niños en todos los países, excepto Tailandia y Turquía; y en estos dos países, no hubo una diferencia estadísticamente significativa entre los puntajes de estudiantes femeninos y masculinos. Sin embargo, a pesar de demostrar un rendimiento temprano prometedor, las niñas tenían niveles más bajos de autoeficacia incluso cuando superaban o se desempeñaban de manera similar a los niños en las habilidades digitales.

Según las evaluaciones de competencias transnacionales, las mujeres de numerosos países tienen un 25% menos de probabilidades que los hombres de saber cómo aprovechar las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) para fines básicos, como el uso de fórmulas aritméticas simples en una hoja de cálculo.

La UNESCO estima que los hombres tienen cuatro veces más probabilidades que las mujeres de tener habilidades avanzadas en TIC's, como la capacidad de programar computadoras.

En las fronteras de la tecnología, la brecha se convierte en un océano: en los países del G20, solo el 7% de Las patentes de TIC son generadas por mujeres,  y el promedio mundial es aún menor.

Los reclutadores de empresas de tecnología en Silicon Valley estiman que el grupo de solicitantes para trabajos técnicos en inteligencia artificial (IA) y ciencia de datos suele ser menos del 1% de mujeres.

La diversidad de género de la fuerza laboral de Google es similar a la de otras empresas multinacionales de tecnología, con mujeres que representan menos de un tercio de la fuerza laboral total y una proporción aún menor de empleados en puestos de liderazgo, que es solo el 25% de mujeres.

Los cálculos basados en lxs asistentes a las principales conferencias de aprendizaje automático del mundo en 2017 indican que solo el 12% de lxs investigadores líderes en aprendizaje automático son mujeres

Además, mientras que la brecha de género en habilidades digitales es evidente, es más severo para las mujeres mayores, menos educadas, pobres o que viven en áreas rurales y países en desarrollo.

La brecha de habilidades digitales se cruza con problemas de pobreza y acceso a la educación y se ve agravada por ellos.

Por ello es que como Segunda recomendación de las 18 que propone, el documento sugiere: incentivar a través de becas para mujeres que opten por especializarse en campos de las TIC a nivel de grado y posgrado, con el fin de aumentar el número de mujeres que cursan estudios relacionados con la tecnología.

En un momento en el que la tecnología se está organizando para tomar decisiones de importancia global y está dirigiendo la vida de las personas de manera profunda y sutil, este desequilibrio merece una atención urgente.

Las soluciones para cambiar el rumbo requerirán una masa crítica de esfuerzos; el problema es demasiado profundo y multifacético para abordarlo con acciones singulares, sin importar cuán ambicioso sea.

La brecha digital de género, ha sido eclipsada por déficits en el aprendizaje y en las habilidades.

En todo el mundo, muchas mujeres y niñas pueden pagar la tecnología pero no saben cómo aprovecharla para el empoderamiento. Esto es así no solo en los niveles más básicos de competencia, sino también en las habilidades más avanzadas como el aprendizaje automático y el análisis de big data. Las mujeres caen fuera de todos los peldaños de este continuo de habilidades, de modo que cuando lxs estudiantes alcanzan la vanguardia de la creación de tecnología con la que se da forma a las normas, los protocolos y los procesos, las mujeres están casi completamente ausentes. Las tecnologías de inteligencia artificial que determinan quién califica para los préstamos y los complejos algoritmos que dictan qué información ven las personas cuando buscan en Internet, para tomar prestados solo dos ejemplos, son desarrollados casi exclusivamente por hombres; sus perspectivas y prejuicios se filtran en aplicaciones que ejercen una influencia cada vez mayor en la vida de las personas.

Se puede ver entonces cómo los programas de educación en habilidades digitales pueden responder esforzándose no solo por la sensibilidad de género (aunque esto es un comienzo), sino más bien a través de enfoques transformadores de género.

La educación tiene un poder único para cambiar la narrativa de "la tecnología es para los varones" que colorea los intereses de las niñas y las mujeres, las percepciones de aptitud, las decisiones sobre los campos de estudio, las aspiraciones profesionales y las trayectorias profesionales.

Bienvenida esta beca, porque cerrando brechas se construye un mundo mejor.

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