Declaración clave del detenido por el crimen del sargento de la Policía

El joven de 24 años detenido por el crimen de un sargento de la Policía bonaerense atacado con un balazo en el cuello cuando quiso identificar a dos hombres que viajaban en un auto por la localidad de Ingeniero Budge, reconoció este jueves ante el fiscal de la causa que iba en ese vehículo en el que también se hallaba un niño de 6 años y señaló a su cómplice, actualmente prófugo, como el autor de los disparos. 

Se trata de Kevin Hernán Amarilla (24), quien este jueves por la tarde fue indagado por el fiscal Jorge Grieco, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de Lomas de Zamora, quien lo imputó como "coautor" del "homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y la condición de policía de la víctima", identificada como Fernando Javier Alvez.

El acusado declaró que iba como acompañante en el vehículo que fue interceptado por el efectivo y su compañero para identificar a sus ocupantes y responsabilizó al conductor, apodado "El Boli", como quien baleó al sargento.

"Él dice que no sabía que el conductor iba a disparar", explicó a Télam un vocero de la pesquisa con acceso al expediente.

El detenido también contó que al momento del crimen, iba sentado con el hijo de 6 años del asesino, y con el que finalmente abandonaron la escena.

A su vez, Amarilla coincidió con otros dos testigos presenciales del homicidio en que instantes antes de los disparos, el sospechoso prófugo descendió del coche y le dijo a Alvez; "¿Qué hacés boludo? ¿No te acordás de mí?"

Sin embargo, el pesquisa consultado no tiene acreditado que, efectivamente, el uniformado y el agresor se conocieran, por lo que esas palabras pudieron haber sido un ardid del principal imputado para evitar ser identificado por el ahora fallecido.

En base a estos elementos, el fiscal Grieco requirió la orden de captura para este sujeto que evadido de la Justicia.

El joven apresado fue arrestado este miércoles por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora y de la Jefatura Departamental de Esteban Echeverría, en una vivienda de la calle Ramallo al 300, en Banfield.

Según los investigadores, este iba a bordo del Volkswagen Vento que Alvez detuvo en la calle Olimpo y Ruta 4 de Ingeniero Budge, en un control de rutina. 

A su vez, los sabuesos creen que el acompañante del detenido tenía un pedido de detención activo, por eso cuando el sargento intentó pedirle su documentación, le disparó sin que pudiera responder a la agresión.

En ese sentido, se realizaron una serie de medidas para hallar al acusado restante, pero hasta esta tarde los resultados fueron negativos.

Durante los once allanamientos dispuestos por el fiscal se secuestraron 28 teléfonos celulares que serán peritados, como así también un arma de fuego de fabricación casera (tumbera), dijeron las fuentes.

El crimen se produjo cerca de las 15 del lunes, cuando el sargento advirtió el paso sospechoso de un Vento gris oscuro con la patente nueva y la luneta rota.

Ante esta situación, el policía, quien iba a bordo de una patrulla junto a una compañera, descendió para identificar a los dos ocupantes del rodado que acababan de detener la marcha a pedido de los efectivos.

Las fuentes señalaron que del vehículo bajó el conductor, a quien Alvez le solicitó la documentación, por lo que regresó con aparentes intenciones de buscarla.

No obstante, al llegar comenzaron a disparar sorpresivamente contra la fuerza, resultando la víctima herida de un balazo en el cuello.

Los sujetos escaparon, mientras el lesionado fue llevado de urgencia al Hospital Bicentenario de Esteban Echeverría, donde murió cuando era intervenido quirúrgicamente, dijeron los informantes.

Por su parte, Roberto, empleado de la estación de servicio ubicada frente al lugar donde ocurrió el crimen, le contó a la prensa que escuchó "entre tres y cuatro disparos" y que vio que el rodado de los asesinos escapó con dirección a Lomas de Zamora.