Opinión

Compromiso para los presidenciables: pensar un plan educativo y decir cómo concretarlo

El Observatorio Argentino por la Educación es el canal de una convocatoria singular: más de 30 especialistas en educación de la Argentina les solicitan a los precandidatos presidenciales que presenten un programa educativo, pero también que especifiquen plazos, metas e indicadores. Ya que todos repiten que la educación "es la base" de todo, pues bien, ahora tienen la oportunidad de mostrarle al electorado cuánto les preocupa y qué harán para acercarse a esa Finlandia que siempre mentan como zanahoria a alcanzar. 

miércoles, 26 de junio de 2019 · 09:50 hs

Como la lógica indicaba que espontáneamente no iba a surgir de los propios candidatos y precandidatos hacer público un plan educativo (y menos antes de llegar al gobierno) para una Argentina en sintonía con el mundo, fueron los propios referentes de la educación -34, para ser más exactos- quienes ahora les plantean a los aspirantes al sillón mayor un Compromiso presidencial educativo.

Esto supone presentar durante la campaña un plan educativo con metas e indicadores, describiendo políticas públicas para alcanzar las metas, especificando financiamiento y asignación de recursos, e indicando plazos para implementar la Cédula Escolar Nacional y el Sinide (Sistema Integral de Información Digital Educativa).

Pero el convite no termina aquí. La idea es que esto no quede en el aire como un cúmulo de buenas intenciones y nada más. A quienes pujarán por la presidencia de la nación  se les pide que en caso de resultar electos/as realicen públicamente un reporte anual de metas educativas y que publiquen toda la estadística educativa nacional disponible.

Motorizada por el Observatorio Argentinos por la Educación, esta convocatoria busca también tener el impulso ciudadano para que no sea una mera invitación que los candidatos pueden desechar fácilmente. Por eso invitan a todos los interesados a firmar esta petición destinada a los presidenciables, ingresando a su página web www.argentinosporlaeducacion.org.

El qué & el cómo

La propuesta para los precandidatos tiene algunas condiciones lógicas, como que el hipotético plan incluya los objetivos establecidos en la normativa vigente (Educación Superior; Ley de 180 días de clases; Ley de educación técnico profesional; Ley de Financiamiento Educativo; Ley del Programa Nacional de Educación Sexual Integral; Ley de Educación Nacional; y resoluciones del Consejo Federal de Educación).

En caso de proponer modificaciones a la normativa actual, se pide precisar qué clase de proyectos de ley impulsarían para instrumentar esos cambios.

En cuanto a las políticas para alcanzar esos objetivos, deberán incluir los mecanismos de financiamiento, cómo será el vínculo con las provincias, como así también proponer vías de diálogo y consenso para los necesarios nexos con la sociedad civil y las instituciones políticas.

Dado que el financiamiento es una condición sine qua non para el mejoramiento de la calidad y la equidad educativa, es central -advierten los mentores de la propuesta- que en esa plataforma por ahora sólo teórica se aclare si se prevén aumentar los recursos nacionales para la educación y cómo se modificaría la actual asignación.

Entre los contenidos y el indispensable ámbito para su desarrollo hay un trecho que también aquí se deja por escrito. En el plan en cuestión deberá constar si la gestión del ganador construirá nuevas escuelas (cuántas, dónde y en qué plazos) y a su vez si contempla mejorar las condiciones edilicias de los actuales establecimientos escolares. Y en un plano no menor, si también pretenden reparar la complicada situación laboral de los educadores.

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Honrar la palabra

La invitación a pensar la educación de los tiempos que se vienen (es decir mañana mismo), supone una palabra clave que está en el encabezado de la invitación de los precandidatos presidenciales: compromiso.

Compromiso, tanto para aceptar el desafío de pensar un plan y no hacer declaraciones aisladas para salir del paso ante la requisitoria periodística, como para que, en caso de elaborar uno y llevarlo a cabo ya en la gestión, cada 11 de septiembre presentar en el Congreso Nacional un Reporte Anual de Metas Educativas. Esto, en un marco público donde estén representados legisladores, educadores, medios de comunicación, académicos, dirigentes sindicales, sociales, políticos, empresarios y, por supuesto, los ciudadanos de a pie.

Aunque sea una verdad de Perogrullo, no sólo los candidatos también son actores del proceso educativo, por tanto pueden y deben aportar a la mejora integral del sistema educativo. 

No se trata sólo de dejarle una educación superadora a las nuevas generaciones, sino de hacerse eco de las palabras del director general de Google Argentina, Pablo Beramendi, cuando sostiene que “hoy el conocimiento no dura ni diez años y eso nos obliga a que como adultos le destinemos tiempo al aprendizaje. Hay que dedicarle a la educación el 20% del tiempo durante el 100% de la vida”. ¿Qué estamos esperando?