El Estado bobo aún sigue existiendo
Durante cuatro años, el exgobernador Alfredo Cornejo repitió una y otra vez que quería acabar con el "Estado bobo". Sin embargo, lo ocurrido en Vialidad Provincial demuestra que aún existen falencias en los controles y atajos para burlarlos.
A medida que se van conociendo detalles de los desmanejos que existieron en la Dirección de Vialidad Provincial en los últimos años aumenta la sensación de impunidad con la que se manejaron los empleados involucrados. No solo se hicieron con dinero adulterando facturas que pagaba la DPV, sino que llegaron a rendir gastos personales obscenos como una quincena de vacaciones en la costa atlántica.
Según el Tribunal de Cuentas los partícipes de este mecanismo habrían malversado cerca de 2 millones de pesos pero en la Justicia Penal ya hablan de cerca de 5 millones de pesos. Esto lo convierte en el primer escándalo de corrupción que se investiga en la gestión del exgobernador Alfredo Cornejo. Y en una cartera que era y sigue siendo conducida por una persona de su entorno, el administrador General Oscar Sandes.
Sandes se ha mostrado sorprendido por lo ocurrido y aseguró que las firmas a su nombre en las órdenes de pago han sido falsificadas. Incluso, manifestó su dolor ante la participación de una de sus funcionarias de confianza, la exgerenta de Recursos Humanos Corina Gallardo.
Pero fue bajo sus narices que el dinero de la caja chica de Vialidad salía con una facilidad inusitada sin que nadie se percatara. Dinero en efectivo que se entregaba sin seguir los protocolos establecidos y los gastos ni siquiera eran revisados por las autoridades correspondientes.
Hoy Gallardo ha sido apartada de su cargo y la tesorera Miriam Herrera está suspendida mientras se desarrolla el sumario administrativo correspondiente. "Hay todo un protocolo que se ignoró y eso es lo que investiga la justicia. Yo suspendo a la tesorera porque pagó en efectivo y eso no existe en Vialidad. Es la última persona de la cadena y la que paga solo con la firma del administrador. Eso no existe y ella lo sabe", expresó Sandes a MDZ.
Viajes, cenas, almuerzos, desayunos, regalos. Cuesta entender que Vialidad haya pagado por todo ello sin que nadie se diese cuenta. Todos los meses se agotaba el dinero de la caja chica y se solicitaba un refuerzo sin que se encendiera al menos una luz de alarma. Ocurrió en el 2018 y el 2019, pero hay sospechas de que lo mismo se habría repetido en los ejercicios 2016 y 2017.
Ahora solo resta esperar para que las investigaciones en curso arrojen resultados precisos y se determinen responsabilidades. Tanto a nivel interno con la investigación sumarial iniciada por el propio Sandes, como también con el fallo final del Tribunal de Cuentas, órgano que descubrió las irregularidades. Pero sobre todas las cosas en lo que a materia penal respecta.
La falsificación de firma, la adulteración de facturas, los gastos indebidos, todo está bajo la lupa de la fiscalía de instrucción 15 de la Unidad de Delitos Económicos y más allá de los cargos económicos que les fije el Tribunal de Cuentas, los responsables arriesgan condenas penales en su contra.