Tránsito

El "Corredor de la Muerte": la desidia de la vida sobre ruedas a toda velocidad

Nuevamente una persona falleció en las calles de la provincia al mando de un rodado. El acceso que cambió la vida de los mendocinos se ha convertido en una trampa mortal donde los confiados aceleran sin fin.

domingo, 14 de julio de 2019 · 12:00 hs

Los accesos y corredores que atraviesan el Gran Mendoza para facilitar el fluido -a veces- tránsito vehicular se han convertido en un arma de doble filo donde las muertes por incidentes viales tiñen de negro las jornadas, principalmente los fines de semana.

La muerte de un motociclista en la tarde de este sábado en el Corredor del Oeste en Godoy Cruz, se suma a las estadísticas frías y duras cuando lo que se perdió fue la vida de una persona. 

Dante Omar Bazán de 59 años iba con un grupo de motoqueros en su KTM 1.000 cc cerca de las 19 cuando viajaban de Sur a Norte, quizás regresando de la montaña -un recorrido clásico para los mendocinos en moto un fin de semana-. En un momento determinado perdió el control del rodado, según las primeras estimaciones de la Policía Científica, impactó contra el muro y falleció en el lugar.

Producto de la velocidad, la moto siguió su trayecto y sólo se detuvo a unos 300 metros de donde quedó Bazán a unos 50 metros del puente sobre la calle Salvador Arias de este departamento.

Este hecho trágico se suma a muchos más como el caso del 23 de junio donde volcó un auto a la altura de Barrio Estanzuela, en el mismo corredor. Solo hubo heridos y no víctimas fatales.

El Accidente en el Corredor del Oeste el 9 de junio donde falleció un motociclista

Sin embargo, el día de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de Mendoza, el 9 de junio, cerca de las 6 de la mañana un conductor de una moto Honda 125 cc identificado como Walter Marquz de 39 años falleció tras impactar contra el muro y caerse a la altura del barrio privado Palmares Valley en la mano que va al Sur, en Luján de Cuyo. 

Estos son solo ejemplos sin mencionar los ocurridos recientemente en el Acceso Sur donde la negligencia deja consecuencias fatales.

Estos corredores y accesos fueron ideados para que sea más fluido el tránsito y conectar los grandes centros urbanos del Gran Mendoza. Pero eso no significa que los excesos de velocidad están permitidos y no solo para recaudar cuando se violan las normas desde las entidades oficiales. Si no porque especialistas en la materia señalan que para poder controlar de determinada manera un vehículo es necesario ir a una velocidad prudente.

Es más, desde hace algunos años se colocaron en varias calles principales radares que indican la velocidad a la que se circula junto con el cartel de prohibición de velocidad máxima. Esto tuvo un resultado positivo en un comienzo ya que muchos desaceleraban. Sin embargo con el tiempo, esto quedó atrás.

La ansiedad de los tiempos modernos donde la inmediatez nos ha malacostumbrado a que tiene que ser todo -pero absolutamente todo- de manera rápida, quizás es uno de los motivos que nos lleva a sumar cada vez más aceleración y así superar los límites. A otros simplemente les gusta la velocidad y su sensación. Pero siempre hay que tener en cuenta, o si así se considera, el amor por la vida. Si no es por la ajena por lo menos por la propia ya que en menos de un segundo todo puede cambiar. Por lo tanto hay que estar preparado y alerta dentro de los límites establecidos para convivir sanamente.

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