Opinión

Los nombres ya están, sólo estarían faltando las ideas y los equipos

En el #Wok de hoy: Lo de siempre, danza de candidatos en primer plano y las cuestiones de fondo, bien al fondo + Una vez más sabremos quiénes pugnan por gobernarnos pero no sus programas de gobierno ni con quiénes lo concretarán +¿Será mucho pedir que antes de votar sepamos qué harán, cómo y con qué mano de obra calificada? 

sábado, 15 de junio de 2019 · 12:05 hs

[ Maridaje / Musicaliza esta columna Out Of Gravity con Cosmic awareness ]

Primero los personajes, el cartel. Las figuras que traccionan. Y después los nombres que resuman el "espíritu" de las coaliciones. Juntos. Todos. Consenso. Unidad. Las ideas y los equipos de trabajo vendrán después. No es lo prioritario. Nunca lo ha sido. Lo básico es juntarse -que no es lo mismo que unirse- para sortear ese escollo llamado elecciones.

Después se verá. La experiencia indica que en el camino se irán equilibrando las cargas. En función de este modus operandi que se repite lastimosamente de gobierno en gobierno, no siempre el más idóneo está a cargo de los temas candentes del país, los cuales se pueden resumir en dos: lo económico y lo social.

Vale hacer un paralelo con aquel que sabe mucho acerca de un tema pero carece de pedagogía, por lo tanto no logra transmitirlo y ese caudal de conocimiento se diluye. Décadas llevamos de dilapidar saberes y recursos de todo tipo por esta limitación.

¿Y el plan?

No es anecdótico hacer mención de la falta de equipos, ideas y programas. Lo vemos en cada elección. Sabemos más o menos (las listas sábanas todavía no caducan) quiénes van a la cabeza de las listas, pero rara vez tenemos en claro qué proyecto de municipio, provincia o país tienen.

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Comentan u opinan generalidades sobre lo macro; algo de economía, algo de seguridad, un poco de educación. Pareciera que guardan celosamente el plan que dará vuelta todo lo anterior y por eso no quieren revelar nada, no sea que por generosos los contrincantes puedan usufructuar una buena idea en beneficio de todos. Una modalidad que explica por qué no hay posibilidad de que en la Argentina existan políticas de Estado. Eso supondría cierta grandeza, gestos concretos en pos de un bien común que se termina en lo declamativo.

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¿Y el equipo?

Y cuando se inquiere a los candidatos respecto de cómo conformarán sus equipos de trabajo, la mayoría asegura que ya los tiene, pero que no es conveniente dar nombres. Gambeta sutil para salir del paso, evitar explicaciones y dar pie a que se empiece a sondear quién es quién, cuán sólidos de papeles llegan o con qué prontuario político y laboral.

Al menos en quienes pretenden gobernar la provincia, debería ser condición sine qua non conocer antes de votarlos conocer cuál es su equipo de gobierno, sus antecedentes, y sus ejes de gestión en cada área. Saber desde el vamos qué posición tendrán respecto de temas como el tamaño del Estado, la generación de empleo, la minería o una educación acorde con los perfiles de estos tiempos algorítmicos. 

Por lo general, lo que se anuncia en campaña termina termina siendo en la práctica diametralmente lo opuesto, ya sea por propia impericia o porque no importa romper ese pacto tácito que se establece con el votante.

Lo único que sabemos, al menos hasta ahora, es que en la pista de largada para la Argentina del 2020 estarán a los codazos los binomios Macri-Pichetto, Fernández-Fernández, Lavagna-Urtubey y Del Caño y Del Plá. 

Lo demás, lo esencial, el país hacia el que quieren ir y nos invitan a acompañarnos sigue siendo una incógnita. Tanto como con qué jugadores tiene cada uno en los vestuarios para salir a la cancha.

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#Solapa

La traición progresista, de Alejo Schapire (Edhasa, 160 páginas, $425)

  • En un ensayo tan documentado como audaz, Alejo Schapire (Buenos Aires, 1973) tiene la lucidez y la valentía para descubrir y señalar los desvíos de una izquierda que hasta ayer luchaba por la libertad de expresión en Occidente hoy justifica la censura en nombre del no ofender. El análisis de la situación actual alerta sobre la tentación totalitaria y el relativismo cultural que acechan desde el progresismo biempensante, pero que también tienen su correlato en el auge del populismo nacionalista y de extrema derecha. Un libro que traspone rótulos y categorías en el intento de defender las ideas de manera coherente, sin traiciones.

#ElResaltador

Realidad & percepción sobre la mesa

  • "La comida nunca ha sido más segura que ahora, y si se miran las encuestas sobre las preocupaciones de la gente, la seguridad alimentaria no está arriba en las listas. Terrorismo, migraciones, ciberamenazas, pero no alimentos. Sin embargo, hay peros: el uso de químicos, las cadenas de oferta globales, la falta de conocimiento de dónde vienen las cosas, el procesado. Eso hace que la gente esté a veces incómoda, como si la comida no fuera ya algo natural... Hay un cierto desajuste entre realidad y percepción, entre los riesgos identificados por los expertos, que son bacterias, virus, intoxicaciones, o las microtoxinas, que en Europa no son tanto pero a nivel global son un problema enorme, y lo que preocupa a la gente, que normalmente son aditivos, pesticidas o transgénicos".

[ Bernhard Url, director de la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea ]

#Tuiteado