Opinión

Créditos UVA: hacer la fácil durante la campaña

Los créditos hipotecarios son usados a lo largo ancho del país durante las campañas políticas, pero las propuestas no pasan de los anuncios populistas y desde afuera. ¿Sostendrían sus propuestas si llegan a ganar?

domingo, 26 de mayo de 2019 · 15:52 hs

Han sido polémicos desde que se comenzaron a entregar y la incapacidad de la administración actual para controlar la inflación han permitido que en este período de campaña sean utilizados como una de las herramientas para hacer algo de populismo. Los créditos hipotecarios en Unidad de Valor Adquisitivo están otra vez sobre la mesa y en todo el país se usan para prometer. En Mendoza se propone que el Estado sea el que se haga cargo de la deuda de todos los tenedores.

La cuestión es que, sin desconocer que las cuotas aumentaron mucho en los últimos años por estar atadas a la inflación, un importante porcentaje de los beneficiarios de los créditos -especialmente los que lo tomaron antes de diciembre de 2017- tienen cuotas que no están para nada lejos del valor de un alquiler de una vivienda.

Por ejemplo, una persona que comenzó pagando una cuota de $7.600 por un departamento de dos habitaciones en Guaymallén (cerca de un reconocido supermercado junto al Acceso Sur), hoy tiene que hacer frente a una cuota de poco más de $12.000. El alquiler de un departamento en la zona no cuesta menos de ese monto e incluso es más alto.

Ese factor, sumado a que la morosidad -según el Banco Central- no es significativa considerando que se habla de más de 100.000 créditos otorgados en los últimos años, hace pensar que el político en campaña se está agarrando de una cuestión demasiado sensible para el ciudadano que de verdad necesita ayuda.

Claramente la cuota se hace más difícil de pagar, pero no escapa a los aumentos de los costos de vida que se han registrado en todo el país y en todos los sectores. La cuestión es que las soluciones que se proponen no sean tan simples como decir que el Estado se hará cargo de la deuda, porque al momento de tener que cumplir con esa promesa seguramente se encontrarán con un problema para poder hacer frente a esa idea.

Si lo que se quiere, entonces, es eliminar el sistema, de la mano deben proponer uno que sea más efectivo y que no termine con el acceso al crédito, como ocurría antes de que se iniciara este sistema. Recordemos que hasta que se puso en marcha el crédito en Unidad de Valor Adquisitivo conseguir un crédito hipotecario era simplemente una imposible y la única opción era un sorteo como la lotería, tanto así que se realizaba -y se realiza- en sus dependencias.

El problema no es el sistema, el problema que tenemos es el mismo que afecta a todo el resto de la economía, el que hace sufrir a los ciudadanos y a los políticos en período de campaña. El problema siempre es la inflación, porque en los países normales este tipo de mecanismos funcionan sin problemas y hace décadas.

Todo el mundo quiere pagar su cuotas y la gente lo está haciendo, con más o menos dificultad, pero si de verdad le quieren dar una mano al ciudadano no lo hagamos vendiendo ideas que no tienen fondo, como decir que el Estado se hará cargo cuando sabemos que sabemos que "la teta" ya no alcanza para nada más y "está al debe".

La idea, además, debe ser superadora respecto a la propuesta de ampliar el crédito que ofrecen los bancos y que funciona como "cláusula gatillo" si la cuota se dispara demasiado. Recordando, además, que aunque existe esa opción para más de 60.000 beneficiarios, la gran mayoría no la está utilizando y prefiere seguir pagando sus cuotas de la mano de la inflación.

El sistema que en todos lados funciona bien, claramente tiene un problema en la inflación argentina, pero antes de eliminarlo los cerebros de las campañas deberían trabajar un poquito más y apuntar a soluciones más factibles, reales y que sean una suma y no un desmadre para un Estado que no da más. Además recordemos que el Estado al que quieren hacer pagar todo somos nosotros mismos y cuando se tenga que ocupar dinero en eso, va a faltar en otro lado. Lamentablemente no se produce más que ayer -e incluso menos- por lo que la plata nunca está sobrando y hay que hacer malabares para que alcance.

Basta de hacer la fácil, apunten a este tipo de problemas que son los que la gente necesita solucionar, pero dándole una vueltita más y buscando cuál es la cuestión de fondo, la misma que ningún Gobierno supo solucionar. Uno la escondía y el otro se avergüenza.