Notas
Las madres en el anecdotario de los famosos mendocinos

Orgulloso, Jaque explicó el trabajo que había adoptado Albarita para solventar los gastos de su hijo para que fuera un profesional: “Sábado en la tarde, mi mamá hacía el picadillo. Después a partir de las 4, se hacía la masa de hojaldre y luego se caldeaban en el horno de barro”.
Al igual que Albarita, muchas madres desafían cualquier obstáculo cuando se trata de ayudar a un hijo. Con el tiempo, esa mujer vio cumplido su objetivo y su esfuerzo concretado en su hijo Celso, quien nada más –y nada menos- no sólo le llevó un título universitario al “puesto de venta de empanadas”, sino que también fue elegido para dirigir el rumbo de los mendocinos.
Los infaltables canelones del 26 de julio
Últimas tendencias, moda, colores de temporada y estilo incomparable son palabras que el diseñador Ariel Quintana conoce a fondo. Gracias a sus genuinos diseños, el modisto supo conquistar un lugar de privilegio entre las mujeres que quieren vestir alta costura exclusiva.
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En este trayecto, Quintana tuvo a su lado una mujer “ejemplar”, tal como él define a su madre. “Ella estuvo presente en cada uno de los momentos más importantes de mi vida. Es una mujer emprendedora, a quien admiro por su talento y fuerza”, dice.
El diseñador trató de buscar entre miles de palabras halagos para su progenitora. Se quedó con las siguientes: “es detallista y dedicada” y, a continuación, explica el porqué de su elección: “¿Sabés? Todos los 26 de julio, la fecha de mi cumpleaños, ella me hace canelones”.
El experto en moda aprovecha la ocasión para expresarle a su madre con total sinceridad: “La amo con todo mi corazón y quiero decirle también que es un ser humano increíble”.
Asimismo, Quintana quiso aprovechar el espacio para dejar un consejo para quienes, según él, ignoran a quien les dio la vida: “Para todos los que tenemos nuestra madre viva, quiero decirles que compartan momentos simples, como un desayuno o una tarde. Ellas se lo merecen”.
“No sólo me dio la vida, sino que me enseñó a vivirla”
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Simple y clara, Guada nos confiesa: “No tengo nada más grande en este mundo que mi mamá. Ella es mi principal sponsor desde el segundo que respiro. Es el ser a quien más valoro y admiro, por el cual agradezco profundamente a Dios haber sido tan privilegiada”.
La comunicadora nos cuenta que debe su título a su madre que la empujó, al igual que hizo con sus otros hijos, a tener “un título universitario, no importa de qué, pero que fuera de aquello que los apasionara. Mi mamá nos decía que lo académico era la mayor herencia que nos podía dejar”.
Vivir feliz, trabajar de aquello que apasiona a uno, ser consciente de que cada momento es irrepetible, escuchar la voz interior y saber que “siempre que hay buena cosecha, hay buena siembra”, son enseñanzas que Aída supo inculcar en el corazón de sus criaturas y que la conductora de “A la tarde” y “Estrictamente Social” grabó a fuego.
Tal como escribimos, cada pensamiento que inundaba a Guadalupe era verbalizado en halagos a Aída. Aunque sin dudas la reflexión que nos entregó al final fue la mejor parte de la conversación: “Valoro cada momento en que ella me entregó una sonrisa y agradezco amar la vida por ella”.
“Nuestra mamá Norma”, el tesoro de los hermanos Canci
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Con mucho trabajo, Gabriel y Fernando -que son mendocinos por adopción- hicieron que Mendoza no estuviera al margen en cuanto a moda se refiere. Cada año esto se confirma con el “Hyatt de Moda”, cuya última edición tuvo lugar hace unos días y volvió a confirmar por qué es el desfile más importante.
Como si fueran dos pequeños, los hermanos reconocen la necesaria presencia de su madre Norma Najar en su vida. Sin dudar ambos la describen así: “Es una mujer con una fuerza interior indescriptible, conserva el espíritu de empuje de una joven veinteañera combinado con la experiencia y solidez de los años que la acompañan …algo más de 60… Esperemos que cuando lea esto no se enoje ya que no le gusta decir la edad”, expresan con humor, pero inmediatamente aclaran –dignos conocedores del autoestima de la mujer-: “que la edad no la representa en absoluto”.
Gabriel se animó a contar una anécdota: “Mis padres tenían una posición económica acomodada, pero un día, de pronto, se desmoronó todo. Experimenté lo que significa saltar del asfalto al barro. Papá trabajaba día y noche para poder darnos lo mejor ypara remontar esa situación y mamá también volvió a trabajar. Un día, cerca del mediodía, caminábamos por una de las calles céntricas de Villa del Parque (Buenos Aires), y le dije que tenía hambre. Mamá abrió su cartera y contó las monedas para comprarme una porción de pizza. Eso me marcó para toda la vida. Hoy, a la distancia, lo recuerdo como una fotografía de película grabada a fuego en mí”.
Tal experiencia le demostró al productor el inmenso amor de su madre. Su hermano Fernando asiente en todo y deja bien en claro: “Mi mamá es la única que quiero cuando estoy enfermo,
me mima y me acompaña. Siente cuando estoy mal aunque sea a la distancia. Ella es la más grande, la mejor, la única, la que nunca se enferma, la que nos protege, la que reza cada noche por nosotros, esa en nuestra mamá”.
“Mamá Norma es una amiga, siempre nos ha acompañado en cada uno de nuestros estados, disfrutando los aciertos y las desventuras, riendo junto a nosotros y secándonos las lágrimas y abrazándonos en amor cuando lo necesitamos”, según el identikit de los hermanos.
El humor de una madre es inigualable
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“La Turca” se hizo conocida por ser la “Moria Casán mendocina”. La vedette encontró el reconocimiento cuando se convirtió en la primera Reina Nacional de la Vendimia Gay, pero no sólo fue por esto que logró el reconocimiento: el travesti enseñó que hay una Mendoza distinta que busca respeto y un lugar en la sociedad.
Marta es la mamá de Turca. Lejos de lo que uno podría imaginarse, fue la primera en apoyar la decisión de su hija. También muy lejos de llevar esa opción de vida como un karma, esta mamá se toma la realidad con humor. Por lo menos, así lo refleja la anécdota que contó la representante de la movida gay mendocina.
“Una vez mi madre estaba conduciendo mi auto cuando en un control policial la hicieron frenar. El oficial al requerirle la documentación, le preguntó quién era el propietario del vehículo. Mi madre, sencillamente dijo: ‘De mi hija’”. Todo claro hasta acá, pero al efectivo habían detalles que no le cerraban, sobre todo, al ver la tarjeta verde con el nombre de un hombre.
Pese al poco entendimiento del policía, Turca nos cuenta: “Mi mamá seguía repitiendo: ‘¡¡¡Es de mi hija!!!’”.
“¡Feliz día mamá y un interminable ‘Muchas gracias’!”
Contento por el homenaje público que puede hacer a su madre, el remero Horacio Sicilia nos entrega una semblanza de su madre: “La única verdad es que mi madre es una de esas personas tan pero tan especiales que me quedaría corto si sólo le agradeciera haberme traído a este mundo”.
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Cuando el gobernador Jaque recordaba a su madrem vimos que no hay problema financiero que a una madre la pueda vencer. Tampoco la enfermedad. Y esto lo sabe bien Paulita Azucena Martino de Sicilia, quien tuvo que lucha contra la artritis reumatoidea juvenil que atacó a su hija Paula, además de cuidar por más de treinta años a su esposo Horacio que padeció una enfermedad hepática hasta que falleció en el 2002.
Dos fuertes experiencias que llevaron al ganador del oro de los Juegos Panamericanos del año pasado a expresar su admiración por su madre. “Como leona, siempre atenta a nutrirnos de lo mejor en cuerpo y alma, en afecto y atenciones, en educación y formación, nunca dudó postergarse en su vida con el solo fin de que sintiéramos su cariño más cálido y, en especial, cercano”, afirma con emoción Horacio.
Las palabras del deportista pintan el amor de un hijo: “Sería redundante decir que esta mujer algo tuvo que ver en cada una de las regatas en la que competí en mi vida, dentro y fuera del agua. Y es el día de hoy, después de varios éxitos como derrotas, de proyectos concretados y obstáculos inesperados por sortear, que me siento tan fuerte y optimista gracias a que nadie mejor que yo sabe lo que vos me diste mamá”.
Con un “¡Feliz día mamá y un interminable ‘Muchas gracias’!”, Horacio homenajea a Paulita y extiende el saludo a sus hermanas Paula y Florencia, quienes aprendieron a ser madres con la mejor educadora de vida.
La gastronomía trasciende la cocina
Si tenemos que pensar en los mejores chef de Mendoza, en el “top of mind” aparece –sin dudar- María Teresa Corradini de Barbera, la propietaria de La Marchigiana. Además de experta cocinera, “la Tere” es especialista en el plano maternal y así lo confirma su hija Beatriz, quien es la secretaria de Deportes de la provincia.
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Los Barbera: Berna, Francesco, Beatriz, Santina, Teresa, María Luisa y Fernando.
“Cuando éramos niños, mi mamá nos iba a levantar todos los días con ‘Vamos, vamos que hay que ir a la escuela’. Obviamente, no siempre nos levantábamos con todas las ganas y esto contrastaba con la alegría diaria de ella. Un día le pregunté por qué siempre estaba con una sonrisa y me contestó: ‘Tengo salud, ganas de vivir y muchas cosas por hacer’”, recuerda Beatriz.
Semejante motivación no termina aquí. Teresa le explicó a Beatriz que ella también a veces se sentía cansada, pero en esos momentos optaba por repetirse a sí misma un canto de Italia que, traducido, dice: “¡Qué ganas de trabajar sáltame encima!”.
Según la funcionaria, “esta oración de vida y la constante lucha de su madre” la ha movilizado a ella en todos los ámbitos. Incluso, desde su profesión, Teresa le enseñó a tener en cuenta al prójimo: “La gastronomía es servir a otro y desearle que se vaya contento”.
Pero más que una herramienta de ventas, Beatriz asegura que esto, para su madre, “es una regla para vivir”, así como su convicción de "nada es imposible". Y, como si luego de elogiar tanto a su madre no hubiera quedado claro, Beatriz Barbera afirma emocionada: “¡Estoy feliz con la madre que tengo!”
Estamos en una fecha más que propicia para agradecer cada segundo de amor brindado a ese ser maravilloso que desde el momento que supo de nuestra existencia apostó por nosotros…
A todas las madres, MDZ les desea: ¡Feliz día!