Decodificar los gestos

Cómo saber qué opina el otro de mí, sin que me lo diga

Muchas veces podemos anticiparnos a la opinión del otro con tan solo entender qué dicen sus movimientos corporales. Te damos unos tips claves.

Napsix miércoles, 16 de marzo de 2022 · 14:11 hs
Cómo saber qué opina el otro de mí, sin que me lo diga
Foto: Archivo

El lenguaje corporal nos vuelve transparentes ante el otro. Podemos intentar disimular o fingir nuestros verdaderos sentimientos a través de nuestros palabras. Podemos relatar algo totalmente diferente a lo que creemos en realidad. Pero si hay algo que los lingüistas captaron con atención es que generalmente nuestro lenguaje corporal, nuestros gestos, nos revelan en nuestro pensamiento más íntimo.

Muchas personas se obsesionan con saber cuál es la mirada u opinión que generan en otros. Tanto quienes tienen una exposición pública como aquellos que tienen intercambios más bien cerrados en ocasiones intentan decodificar la opinión de sus eventuales interlocutores. Si bien, como dijimos, a través de la palabra se puede velar la real opinión, los gestos nos dejan en evidencia.

El lenguaje corporal es una forma de comunicación no verbal en la que nos comunicamos a través de gestos, expresiones faciales y de nuestra postura. Todos nuestros movimientos terminan hablando por nosotros. Según una investigación el psicólogo iraní Albert Mehrabian comprobó que las sensaciones, ideas o pensamientos que nos cruzan se manifiestan en un desglose con las siguientes proporciones: el 7% es verbal, el 38% es vocal (por el tono de voz) y el es 55% facial.

Nuestros gestos revelan nuestro pensamiento

La expresión facial, los gestos y la postura corporal son la expresión más inmediata de nuestros sentimientos. La razón de esto es que la mayoría de estas señales se emiten de forma inconsciente. Sobre todo, en momentos emocionales de alegría, miedo, enfado o tristeza es casi imposible dominarlo.

Qué dicen los gestos faciales y corporales

Enojo: las emociones se transmiten, en gran parte, a través de los ojos. La ira y el enfado se expresa de manera claro cuando los ojos se aprietan, las cejas se juntan y la frente se frunce.

Dudas: cuando el interlocutor expresa duda o inquietud su mirada intenta fijarse, pero los ojos están inquietos, porque el oyente reflexiona al mismo tiempo si puede creer lo que se está diciendo.

Sorpresa: los ojos se abren bruscamente y las cejas se desplazan hacia arriba.

Curiosidad: los ojos están despiertos y abiertos y miran tranquilamente a la persona que está hablando o al objeto del que se está hablando.

Desinterés: la vista recorre la habitación o el entorno y se detiene aquí y allá.

La expresión facial suele ser indisimulable

Miedo: los ojos se abren bruscamente.

Alegría: cuando la alegría se expresa, el gesto se amplía, la cabeza se endereza, los brazos tienden a abrirse como si quisieran abarcar más espacio vital

Desgano: la postura tiene una inclinación descendente, los hombros se ven vencidos.

Incomodidad: si la persona se siente presionada o poco adaptada a la situación, su cuerpo irá reflejando la tensión muscular que lo atrapará en una tipología postural determinada, lo cual lo retraerá aún más.

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