Súper cariñosos, por qué las mascotas nos ayudan contra la depresión

Quienes viven acompañados de una mascota, ya sea un perro o un gato, saben lo bien que se siente recibir un cariño de esos animales. Pero, ¿pueden ayudarnos contra la depresión? La respuesta es afirmativa, dado que esta interacción con ellos nos ayuda a bajar los niveles de cortisol. Es decir, la hormona que se relaciona con el estrés. Asimismo, estos encuentros nos ayudan a liberar oxitocina y serotonina, las sustancias que nos producen sentimientos de amor y de felicidad.

De tal modo, habrás notado que cuando tu mascota se acerca a ti para hacerte unas caricias o bien cuando le ofreces un abrazo, te sientes mucho mejor. Es que el simple hecho de estar con ellos nos relaja y nos provoca una sensación de bienestar provocado por la disminución de la presión arterial.

Respecto de la ayuda que los animales pueden presentar frente a personas con depresión, reflexiona en una entrevista con Infobae el doctor Walter Comas Director de la Unidad Animales de Compañía de MSD Salud Animal en Región Sur. “Investigaciones señalan que existen personas diagnosticadas con depresión que han logrado una mejora en su salud mental con la adopción de una mascota".

En tal sentido, suma: "estos han ayudado a generar un sentido de propósito a sus días, aumentando considerablemente su autoestima". Por eso, resalta la gran influencia e importancia que las mascotas tienen en nuestro día a día, sumando buenas dosis de amor y compañía y reduciendo la sensación de soledad e incluso, la depresión.

Sumado a esto, nuestras mascotas nos exigen ciertas atenciones. Además de las caricias, debemos alimentarlos, salir a dar paseos y encargarnos de otros asuntos. Es por esto que cuando sucede, creamos una relación que nos genera responsabilidad por su cuidado.

A propósito, Comas sostiene que “al crear lazos afectivos especiales con nuestros compañeros, se crea un sentimiento de responsabilidad por su bienestar y cuidado, por lo tanto, nos ayuda a centrar nuestra mente en ellos y despejar nuestra cabeza de los problemas. La euforia que los perros o gatos expresan disminuye el sentimiento de soledad y evitan el aislamiento voluntario de las personas deprimidas al impulsarlos a salir a pasear o jugar con ellos”.