Hemorroides: qué ejercicios ayudan a prevenirlas
Las hemorroides es un padecimiento realmente molesto y doloroso. Hacer ejercicio de forma diaria podría ayudar a prevenirlas.
Las hemorroides son un padecimiento bastante generalizado, tres de cada cuatro adultos las sufren en algún momento, y pueden llegar a ser muy molesta e, incluso, dolorosas. Mantener hábitos de vida saludables que incluyen una buena hidratación, consumo de fibras y ejercicios ayuda a prevenirlas.
Las principales causas que provoca esta inflamación en las venas del ano son:
- Estreñimiento
- Diarrea crónica
- Obesidad
- Embarazo
- Una dieta baja en fibras
- Levantar regularmente cosas pesadas
- Pasar largos periodos sentado en el inodoro
El estrés es otro de los factores determinantes para la aparición de hemorroides y, mucho más, durante un episodio de dolor. Si bien no se trata de una relación directa, la angustia y tensión que podemos sufrir debido a nuestra rutina diaria impacta en nuestro sistema digestivo y, muchas veces es la causante de digestiones incorrectas.
Por otra parte, ante este tipo de situaciones los músculos tienden a contraerse, incluso aquellos localizados en la parte baja del abdomen ejerciendo una mayor presión sobre el recto. Durante un episodio de hemorroides, si se sufre de picazón este malestar puede hacer que los niveles de ansiedad aumenten e tener un impacto aún más negativo. Por lo tanto, estaremos insertos en un círculo vicioso.
Ejercicios para combatir las hemorroides
El ejercicio físico es un hábito saludable que debemos incorporar a nuestra vida. Haciendo gimnasia de forma diaria podremos reducir los riesgos a padecer un gran número de enfermedades, además estaremos colaborando a reducir la tensión y el estrés.
Cuando una persona padece de hemorroides lo ideal es realizar rutinas moderadas que no impliquen el levantamiento de peso excesivo o el roce sobre la zona perianal, como andar en bicicleta.
Unos 30 minutos de caminata diarias será una gran forma de sentirse más aliviados. La natación, el yoga, pilates o el baile son otras de las rutinas que colaborarán a prevenir y evitar el dolor.
Recuerda realizarte chequeos médicos siempre antes de comenzar a hacer ejercicio físico o rutinas de fuerza. Asimismo, consultar con un profesional que supervise tu rutina y haga seguimiento de la misma.