CruzArte una historia

Talking Heads, su canción "Psycho killer" y un asesino serial en New York

"Psycho Killer" se editó el mismo tiempo que se detuvo a un asesino en serie que tuvo a Nueva York en vilo. Si bien se dio "sincronización macabra", no había ninguna relación entre los sucesos

Santiago Hernandorena
Santiago Hernandorena sábado, 9 de octubre de 2021 · 16:05 hs
Talking Heads, su canción "Psycho killer" y un asesino serial en New York
Cuando David byrne compuso "Psycho Killer" no se imaginó con quién la iban a relacionar

Cuando en 1975 Talking Heads comenzó a tocar “Psycho killer” (asesino psicópata) en sus conciertos, no se imaginó que en el momento que saliera editada en un disco se asociaría justamente con uno de esos criminales que salía a la luz al mismo tiempo. Pero el lanzamiento del sencillo y la captura del homicida se dieron con una “sincronización macabra”. Por eso hoy, en CruzArte una historiaDavid Berkowitz, el “Hijo de Sam”.

Échale la culpa al perro

El 10 de agosto de 1977, Berkowitz fue detenido como sospechoso de realizar ocho disparos que culminaron en la muerte de seis personas. Confesó ser el autor. Existen muchas versiones del momento, pero en todas se lo describe sonriente y feliz de que la justicia hubiese descifrado las pistas que envió en cartas burlándose de la policía. La más tradicional asegura que cuando lo apresaron dijo: “me detuvieron. ¿Por qué tardaron tanto?”.

Tapa del New York Post el día de la confesión

Su explicación sobre los hechos fue simple: el perro del vecino se los había exigido. El animal estaba poseído por un demonio y le daba órdenes que él no podía resistir. El nombre de “Hijo de Sam” se debía a que el dueño del canino se llamaba Sam Carr. Dos años más tarde confesó que eso era solo una broma y que había cometido los asesinatos buscando vengarse de un mundo que lo había dañado. Por supuesto, después volvió a cambiar la declaración y aseguró que el solo había disparado a dos personas y el resto fueron víctimas de una secta satánica encabezada por los hijos de Carr.

Historia de un asesino

Berkowitz nació en 1953 en Nueva York. Su madre lo entregó en adopción y lo crió una familia en el Bronx. Quienes lo conocieron de chico lo describieron como mimado y matón. Desde una temprana edad mostró tendencias al hurto y a la piromanía. Sin embargo, aunque consultaron varios terapeutas, su conducta no cambió. La muerte de su madre adoptiva y la nueva esposa de su padre, con la que no se llevaba bien, tensaron las relaciones paternales.

Posteriormente se unió al ejército y, luego de una baja honrosa, localizó a su madre biológica. La mujer le aseguró que lo había entregado en adopción porque su padre la había amenazado con romper la relación si lo mantenía. Con el tiempo, el contacto entre ambos se interrumpió.

A los 22 años cometió su primer ataque con un cuchillo. Luego cambió su modus operandi por una pistola. Su objetivo eran mujeres blancas jóvenes. Algunas de las víctimas fallecieron, otras sobrevivieron para dar descripciones del atacante, pero como estas resultaron distintas, se buscó a más de un sospechoso. Con el tiempo, se fueron unificando pero no se lograba dar con el asesino. Berkowitz en un principio iba cambiando de zona: primero atacó en el Bronx, luego se concentró en Queens; sin embargo al final se centró en ese lugar.

Las descripciones fueron dispares y no permitían llegar al sospechoso

Durante 13 meses, desde julio de 1976 hasta agosto de 1977, asesinó a cuatro personas con la pistola. Se lo llamó “el verano de Sam”. Luego se comprobó que en 1975 había cometido dos asesinatos con arma blanca. Además hirió a nueve más, dejando algunas de ellas con secuelas de por vida.

En medio del caos, envió una carta a la policía. “Me duele profundamente que me llames odiador de mujeres. Yo no soy. Pero soy un monstruo. Soy el "Hijo de Sam". Soy un pequeño "mocoso”.”, comenzaba su misiva. El documento llegó a los medios. Como a muchos asesinos en serie, a Berkowitz esa exposición, y el sentimiento de invulnerabilidad, le generaron placer.

Reproducción de la carta del Hijo de Sam

El 31 de julio de 1977 asesinó a Stacy Moskowitz mientras se besaba en el auto con su novio. Como muchos asesinos en serie, al día siguiente volvió al lugar. Sin embargo cometió un pequeño error: estacionó donde no debía.

Una multa llevó a la caída

Cecilia Davis paseaba sus perros mientras vio que un policía ponía una multa a un vehículo estacionado en un hidrante de bomberos. Minutos después de que el agente se alejara, observó a un muchacho que se acercaba al vehículo y que, cuando se dio cuenta de que Davis lo miraba, comenzó a dispararle. La joven logró huir y días después, pasado el terror, llamó a la policía e informó de la situación.

David Berkowitz,  el "Hijo de Sam”

Comenzaron a rastrear las multas. Con las descripciones de Davis, más la información recaudada, contactaron a los oficiales del Bronx que empezaron a unir cabos sueltos. La carta del “Hijo de Sam” hacía referencia a ciertos hechos ocurridos en esa zona.
Fueron hasta la casa de Berkowitz y miraron su vehículo desde afuera. En el asiento de atrás había un arma. Decidieron esperar para obtener una orden de allanamiento y, cuando la tuvieron, lo detuvieron. En el vehículo encontraron muchas municiones, mapas de las zonas donde se habían cometido los crímenes y una carta amenazante contra el jefe de la investigación. En el departamento descubrieron un diario personal con anotaciones de más de 1.400 incendios iniciados por Berkowitz y dibujos satánicos pintados en las paredes. Al día siguiente, el “Hijo de Sam” confesaba pero aseguraba que era obligado por el demonio que poseía el perro del vecino.

Ya no quiere ser llamado “Hijo de Sam”

Fue enjuiciado luego de que los psiquiatras confirmaran que era consciente de sus actos. Se declaró culpable y lo condenaron a múltiples cadenas perpetuas. Sin embargo podía, después de 25 años, ser elegible para libertad condicional. Nunca la solicitó, pero igual se la deniegan en todas las oportunidades. Años después se convirtió al cristianismo. Ya no se llama “Hijo de Sam” sino “Hijo de la Esperanza”.

David Berkowitz fue retratado en la serie “Mindhunters” y su vida se mostró en varias películas, incluida “Summer of Sam” de Spike Lee, donde pasa a ser un personaje secundario en la metáfora del director sobre la amoralidad de los 70.

Psycho Killer” de Talking Heads se grabó a principios de 1977. Por motivos varios, su publicación se demoró y el sencillo salió a la luz poco tiempo después de la detención de Berkowitz. Muchos la relacionaron. Al día de hoy, no falta quien investigue sobre quién habla esa canción y se encuentre como respuesta que es sobre el “Hijo de Sam”.

Ideas o comentarios: escribí a shernandorena@mdzradio.com

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