¿De qué se trata el sugardating? Un servicio de citas pagas entre jóvenes y millonarios

Una nueva tendencia en citas crece en Argentina. Se trata del sugardating, una modalidad de beneficio mutuo que en Estados Unidos ya tiene una larga trayectoria. Para conocer más sobre esto, Mdz Radio consultó con Valentina Arias, doctora en Ciencias Sociales e investigadora de Conicet.

De acuerdo a su explicación, en el sugardating se busca crear un match, como el caso de Tinder, pero en esta caso hay luego una asistencia financiera específica. Generalmente hombres mayores de edad, de 45 en adelante, quienes tienen buena posición económica, buscan mujeres jóvenes de aproximadamente entre 18 y 25 años.

El sitio propone reunir a dos personas mediante un contrato que deja claras las condiciones y se produce una relación de "beneficio mutuo". Si bien lo más común es que hombres mayores busquen jovencitas, también sucede al revés, mujeres buscando hombres jóvenes.

En todos estos casos, explicó Arias, “se producen relaciones socio afectivas a cambio de dinero”. No hay especificaciones respecto a qué valores se manejan en Argentina, aunque sí es conocido que en Estados Unidos, por ejemplo, “está muy tipificado cuanto se cobra por cada cosa”. Ello puede ir desde 500 dólares para cenar hasta 1500 o 2000 dólares por relaciones íntimas.

“Los 'Sugar Daddies', como se conoce a estos hombres mayores, no sólo dan plata sino también regalos y ofrecen un estilo de vida que la joven quizá no puede alcanzar”, dijo la investigadora a MDZ Radio. Pero también “hay una búsqueda de vínculo emocional, por ahí es simplemente charlar y salir a cenar”.

Consultada respecto de si se trata de un nuevo tipo de prostitución, la doctora en Ciencias Sociales dijo que es un tema de debate pero ella lo diferenció en que en el sugardating “hay un acuerdo previo donde se explicita que gana cada parte y hay mayor posibilidad de elegir”.

“Hay otros fenómenos como la venta de fotos, por ejemplo only fans, donde las chicas suben imágenes a su perfil, los varones depositan dinero y ellas envían su retrato. En ese caso es más virtual pero hay un uso del cuerpo a cambio de dinero, por lo que podría incluirse en esa etiqueta”, concluyó.