Entrevista

En esta nota, sale del ostracismo de la Justicia Federal, Juan Ignacio Perez Curci

Sentamos en el banquillo de los entrevistados al juez federal Juan Ignacio Pérez Curci. Nos contó cuánto gana y también qué hace en sus tiempos libres, un magistrado que también resalta su amor por lo académico.

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MDZ Radio sábado, 26 de septiembre de 2020 · 06:58 hs
En esta nota, sale del ostracismo de la Justicia Federal, Juan Ignacio Perez Curci
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

El juez de Cámara Federal, Juan Ignacio Pérez Curci, pasó por el programa Jura Decir la Verdad de MDZ Radio y se sentó en el banquillo de los entrevistados

Pérez Curci nació en Buenos Aires, en la ciudad de Avellaneda, pero vivió en Capital Federal. Como no podía ser de otra manera, se reconoce como muy fanático de Independiente Avellaneda, "a muerte". Tiene 43 años.

El hoy magistrado federal fue a la Universidad Católica Argentina (UCA), tiene una maestría en Derecho Internacional con especialidad Penal en Roma, una especialización en el Instituto Interamericano de Derechos Humanos de Costa Rica y un doctorado con doble titulación entre la UCA y la Universidad de Firenze.

La carrera de abogado la hizo en poco menos de 5 años y asegura que nunca reprobó ninguna materia. 

Antes de ser juez de la cámara fue mucho tiempo defensor oficial. "Primero rendí un concurso interno de la Defensoría General de la Nación, aún vivía en Buenos Aires, y rendí a fines de 2009 para venir a Mendoza", contó Perez Curci. "A partir de 2010 estuve a cargo de la Defensoría Federal de Primera y Segunda instancia de Mendoza. Después concursé para magistrado, para la Defensoría de Tribunal Oral Federal de Mendoza, me fue bien, lo gané", completó.

Para este último cargo, primero lo propuso Cristina Fernández de Kirchner, pero su pliego fue retirado luego por Mauricio Macri, quien cuando asumió, lo volvió a mandar. "Asumí en 2016, mientras avanzaba el concurso para juez de Cámara Federal", detalló.

Luego, "juré como juez de la Cámara Federal, en octubre de 2017. Ese pliego lo mandó Macri".

En lo personal, Pérez Curci nos contó que está casado, desde hace 18 años con Ana y tiene 4 hijos. Su esposa es economista, también de Buenos Aires. En referencia a Ana, el entrevistado contó que "me acompaña en todo lo que venimos haciendo". "Ella tiene familia en Mendoza, así que veníamos seguido y ya teníamos un lazo con la provincia, además queríamos salir de Buenos Aires por un cambio de vida", comentó en referencia a su llegada a nuestra provincia.

Respecto de esto último, el magistrado aseguró que "nos encanta Mendoza, nos han tratado muy bien. Nuestros dos hijos más chicos son mendocinos. Hoy no nos movemos de acá ni locos".

¿Qué hacés y qué función cumplis?

Decidir. Tomamos decisiones todo el tiempo. Revisamos lo que hacen los jueces de primera instancia, como es multifuero revisamos cuestiones penales, laborales, civiles, jubilaciones y pensiones, amparos. Entonces tenemos que saber de todo un poco. No somos claramente especialistas en todo, debemos estudiar y tenemos relatores que nos ayudan.

¿Por qué hay un fuero federal?

Nosotros intervenimos en aquellos asuntos en los que tiene un interés directo el estado nacional.

Entonces, en materia penal intervenimos en delitos como el narcotráfico, el contrabando, el lavado de activos, la trata de personas, secuestros extorsivos, delitos de lesa humanidad. En todo lo que es no penal, por ejemplo, las jubilaciones son resoluciones de ANSES, que es un organismo nacional, por eso también intervenimos. Así con todos.

¿Cuál es para vos, en lo personal, de todas las funciones que has cumplido, tu caso más relevante?

Muchos. Yo fui mucho tiempo defensor y formé parte de la comisión de cárceles, conozco prácticamente todas las cárceles federales del país y muchas provinciales, trabajé mucho con refugiados que me tocaron profundamente.

Recuerdo a un chico de 15 años que llegó a la rada del puerto de La Plata. Hacía un mes y medio que estaba en un barco de polizón, venía de Mali comiendo un pan especial con proteínas. Nosotros fuimos a auxiliarlo, como miembro de la Comisión de Refugiados, nos encargamos del chico, con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, le dimos alojamiento y comida. Venían a Argentina en búsqueda de un futuro mejor, porque se morían de hambre en sus países.

También de dos hermanitas sirias que, por los bombardeos que tenían en la ciudad, el padre las subió a un avión con un papelito con el teléfono de una tía que vivía en Buenos Aires. Les dijo que en Ezeiza pidieran refugio y que las contacten con esta pariente. Nosotros las recibimos y finalmente dimos con la tía, tenían 16 y 17 años, les conseguimos un cupo en una escuela pública que hablaban francés. De esos hemos tenido un montón.

¿Defendiste muchos inocentes?

Muchas veces. Vi muchas injusticias también y sufrí como defensor muchas injusticias que trato de no repetir como juez.

Tratamos de hacer audiencias, de conocer los casos en profundidad. En la Cámara también tenemos muchas expulsiones, que tienen que volver a sus países de orígen. 

Como camarista federal, ¿algún caso relevante que hayas resuelto?

Recuerdo un caso en San Juan, un español que entró y mintió en su declaración de ingreso al país. Se casó, formó una familia, los hijos de la esposa lo querían como un padre y un día le llegó una expulsión para que regrese a España.

Llamamos a los menores, los escuchamos, vino la mujer, la comunidad de ese pueblo sanjuanino presentó notas para que no lo expulsemos. De esos tenemos muchos casos.

¿En alguno de todos los casos te tembló el pulso al momento de resolver?

En varios. Tratamos de darle importancia a todos los casos, hay algunos que son de cajón, pero la verdad es que hay situaciones, sobre todo en las cuestiones penales, en las que te tiembla el pulso.

¿Alguno que me puedas decir?

Ahora como juez es más complicado, como defensor cuando tenía que alegar y muchas veces te cuestionaban en "cómo podés defender a ese hdp". 

¿Qué es para vos la visión de género?

Igualdad. Generar una igualdad de oportunidades y de experiencias, entre el hombre y la mujer. El problema que tenemos los de mi generación es que en la formación de base no hemos adquirido preparación en perspectiva de género, entonces las tuvimos que ir adquiriendo a lo largo de las especializaciones o prácticas.

¿Como camarista has dictado alguna sentencia con perspectiva de género?

Muchas. Concretamente se ve en arrestos domiciliarios de mujeres, que tienen a cargos hijos o en sentencias de mulas, que son utilizadas al sólo efecto de transportar drogas. Entonces le damos una vuelta de rosca desde la perspectiva de género.

Lo tenemos muy presente y lo usamos mucho.

Son 4 hombres en la cámara, quedan 2 cargos vacantes. ¿Creés que deberían ser cubiertos por mujeres?

Estaría bueno sumar la visión de una mujer, la de muestra colega que se jubiló nos venía muy bien. De todos modos, el Colegio de la Magistratura sacó una especie de cupo femenino, que entiendo que se va a cumplir.

¿Alguna vez tuviste alguna presión para resolver alguna causa? 

No, presión directa o indirecta no. Sí responsabilidad y saber que en algún tema se puede afectar muchos intereses económicos y personales. Esa presión interna sí la sentí. 

¿No te condiciona que una causa sea o no mediática?

Quien te dice que no, te miente. Pero me parece que también el juez debe intentar lograr tranquilidad interior en el sentido de que hay que fallar lo que hay que fallar, en eso radica también la independencia judicial.

Hay que ser independiente de todo, de los medios, de los partidos políticos, de las presiones mediáticas, de los intereses económicos e incluso, en muchos casos, de las propias convicciones.

¿Vos creés que el Poder Judicial es independiente?

Yo creo que sí. Uno de los grandes problemas que tiene el Poder Judicial es que no comunica bien lo que hace, por supuesto que puede haber alguien que no cumpla con lo que debe, pero me parece que no se corresponde con lo que verdaderamente se hace en general.

¿Cómo te recibieron tus colegas en la Cámara, siendo que venís de afuera?

El primer impacto fue en 2010 cuando llegué como defensor, tenía 32 años y me hice cargo de una dependencia. Pero la verdad es que nunca me he sentido un extranjero, ni nada por el estilo. No pagué derecho de piso, me han recibido muy bien en la Defensoría y después en la Cámara.

Tres positivas del sistema judicial argentino.

  • El compromiso por el trabajo de gran parte del sistema. 
  • La transparencia, es un sistema que tiene mucho por mejorar pero es bastante accesible.
  • La relación entre los compañeros.

¿Cómo te llevás con tus compañeros de Cámara?

Tenemos una muy buena relación, discutimos como todas las familias, pero convivimos todo el tiempo con mucha cordialidad. 

¿Cómo hacen, porque son 4?

Vamos subrogando uno de una sala completa a la otra y nos vamos turnando. Yo soy el más díscolo en materia penal, porque soy más disidente. 

¿Estás más del lado del garantismo o de la mano dura? Dentro del derecho penal.

Me paro en el medio. Lo que pasa es que es muy difícil dejar de lado las experiencias personales a la hora de evaluar una situación. Yo creo que en eso se plasman un poco más la disidencias. Yo al tener más experiencia en temas carcelarios tengo una visión distinta en algunos puntos. Pero en general concordamos.

Todos tenemos un objetivo común: tener la cámara al día. Lo conseguimos después de mucho tiempo, no sólo por el esfuerzo de nosotros 4 sino también de funcionarios y empleados.

Tres negativas del sistema judicial argentino

  • Falta comunicación de lo que hacemos.
  • No siempre se premia al que más se esfuerza. Todavía se premia la antigüedad por sobre la capacitación.

No sé cuál podría ser tercera.

¿Cómo llegaste a ser presidente de la Cámara?

Por decisión de mis compañeros, en general nadie se propone. Este año teníamos un objetivo específico que era tratar de colaborar desde la presidencia de la Cámara con la implementación del nuevo Código Procesal Penal, entonces como yo soy el único penalista nato de la Cámara...

Después nos agarró la pandemia y nos frenó todo. La idea es que sea rotativo y que seamos todos. 

Doctor Juan Ignacio Perez Curci, ¿jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?

Sí, juro.

¿Te condiciona en su vida social el ser juez?

No

¿A tu familia?

Tampoco

¿Cuál es tu método de trabajo?

Primero, armar buenos equipos y tengo gente de confianza a mi alrededor. Yo no soy el jefe, busco una relación de igual a igual.

¿Qué hacés en tu tiempo libre?

Deporte, me gusta mucho estar con la familia, salir, hago asados.

¿Te vas a jubilar cuando llegue la edad?

Sí, al día siguiente me dedico exclusivamente a lo académico.

¿Te has arrepentido de alguna sentencia?

No, por convicciones no. Sí me han hecho saber que me he equivocado, por ejemplo cuando revisa la Cámara de Casación Penal.

¿Quién ha sido tu referente como juez?

Stella Maris Martínez, que conmigo siempre fue súper generosa y confió mucho en mí. Un ejemplo de esfuerzo, formación y convicciones en lo que es la defensa pública. Como juez, el doctor Carlos Manrique, que es juez de Casación, fue mi profesor y ha sido mi ejemplo de función judicial.

¿Quién ha sido tu referente en la parte académica, como profesor?

Manriquez también y acá en Mendoza me adoptó Carlos Parma, soy muy amigo de él.

Si no fueras juez, ¿qué serías?

Futbolista o periodista deportivo. Soy un buen 5.

¿Alguna vez te han hecho alegatos de oído?

Sí, no me parece mal. El tema es que no te afecte.

Que un juez haya caminado la calle, ¿importa al momento de resolver?

Sí. A mi me parece que lo ideal para un juez es haber estado de los dos lados del mostrador. Yo estuve de los dos.

¿Cuánto ganás?

Concretamente no sé, mi mujer me maneja las cuentas. Debe estar alrededor de $300.000.

¿Qué deporte hacés?

Fútbol y tenis. Soy socio de un club, juego tenis single y doble.

Juego mejor al fútbol que al tenis.

¿Qué música escuchás?

Últimamente más regaetton que otra cosa, por mis hijos. Pero en general música en inglés, siempre tratamos de que en casa y en el trabajo haya música.

¿Qué idiomas hablás?

Inglés, italiano y algo de francés

¿Qué hacés en tus horas libres?

Deportes, leo bastante y ahora en cuarentena veo series de Netflix.

¿Dormís bien?

Sí.

¿Cuál es el último libro que leíste?

Acabo de terminar el de Belgrano, de Daniel Balmaceda. 

¿Cuál es la última serie que has visto?

Billions y Marco Polo.

Vino, ¿tinto o blanco?

Tinto.

Feria, ¿sí o no?

Sí.

¿Se debe legalizar el consumo de marihuana?

No puedo emitir una opinión porque sería preopinar. Sí te digo que, tanto por fallo de la Corte como por la práctica, está legalizada de hecho para el consumo personal o la tenencia para el consumo personal.

¿En qué cantidad está legalizada de hecho?

No está definido, me parece que eso sí queda al criterio de cada juez.

¿Has probado marihuana?

No.

¿A favor o en contra del aborto?

Tampoco puedo decir nada, porque si llegara a legalizarse puede llegar a ser materia de intervención nuestra.

¿Alguna vez infringiste la ley?

Alguna multa de tránsito...

Desde tu función, ¿cuáles son los 3 derechos más importantes de un ciudadano?

  • La vida.
  • La libertad.
  • La Salud.

¿Te gustaría ser ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación?

La verdad es que no, en este momento.

¿A qué aspirás?

Desde lo judicial, ya no tengo posibilidad de  ir más alto de lo que estoy en cargos concursados. Aspiro a hacer bien mi trabajo, pero fundamentalmente a lograr una justicia más accesible y después dedicarme a lo académico.

En este enlace, la entrevista completa.

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