Legalización del aborto

Aída Kemelmajer sobre el debate por la legalización del aborto: "Es un diálogo de sordos"

Entre las voces que se dejan escuchar sobre el proyecto de aborto que presentó el Poder Ejecutivo y que se discute en comisiones, parece no haber casi diálogo. Así lo apreció la reconocida jurista mendocina Aida Kemelmajer que participó el segundo día con su exposición.

Victoria Chales
Victoria Chales viernes, 4 de diciembre de 2020 · 11:47 hs
Aída Kemelmajer sobre el debate por la legalización del aborto: "Es un diálogo de sordos"

En la segunda jornada de debate legislativo sobre el proyecto de IVE (Interrupción voluntaria del embarazo), una de las expositoras fue Aida Kemelmajer, ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, y referente latinoamericana en Derecho. Ella está a favor de la legalización del aborto y en After Office conversamos con ella para conocer su opinión sobre el proceso que se lleva adelante en el Congreso.  

En una primera impresión, Kemelmajer catalogó las sesiones en comisión como un "diálogo de sordos". "Después del debate del 2018, ahora la obligación es dar pasos adelante. La manera de hacerlo no es simplemente conectarse con el parlamento y dar cada uno sus argumentos, sino debatir los argumentos. Es un problema que tenemos en general los argentinos que si uno dice A, el otro en lugar de contestar A, empieza con A, B, C, D y cosas que a él le parecen".

La jurista contó sobre lo sucedido en el debate con respecto a su posición como ejemplo de la falta de debate. "El argumento que tenemos quienes propiciamos que la ley se apruebe es que si no se aprueba, partimos de un principio que es erróneo: que el feto tiene un derecho absoluto a la vida, siendo que el derecho a la vida no es absoluto ni siquiera para las personas vivas", dijo. "Por ejemplo si a mí alguien me ataca y yo actúo en legítima defensa y a lo mejor lo estoy matando al otro y el derecho justifica que yo lo haga. Entonces si jurídicamente no hay derechos absolutos y el derecho a la vida tampoco lo es ni siquiera para las personas que hemos nacido", agregó.

¿Cuál es la razón por la cual ese derecho a la vida es absoluto en el feto? ¿por qué ese feto cuando ese derecho a la vida entra en conflicto con otros derechos que son la autonomía y la libertad de la madre se convierten en absoluto? Ese argumento nadie lo contesta. Entonces si yo no contesto los argumentos del otro, no existe un verdadero debate.

Además asegura que de la forma en la que se ha dado el debate nunca se podrán poner de acuerdo porque se manejan en una "guerra de los absolutos". De allí que las religiones rara vez se ponen de acuerdo ya que se mueven con "dogmas y estos no se discuten". Se cree o no en "la virginidad de María", pero no se debate. Lo que señala es que "eso en la religión está muy bien, pero en el derecho está muy mal ya que este avanza con el debate de ideas".

En las jornadas legislativas sobre el proyecto de legalización del aborto se expuso desde distintas disciplinas: las ciencias médicas, el derecho, la religión, el sistema de salud y la economía. Si bien resulta enriquecedor y oportuno que cada legislador cuente con la información que le hiciera falta, se pudo ver cómo el debate no avanzaba.

Se intercalaron unos y otros expositores sin promover que se contestaran los argumentos expuestos. La ex miembro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza señaló que es de "sordos" creer que se hace dialogar dos expositores cuando "están hablando de cosas distintas". 

En opinión de la reconocida  jurista falta debate sobre cómo se resuelven los conflictos de derecho. "Del otro lado se parte de la idea de que no hay ningún tipo de conflicto porque lo único que existe es el derecho a la vida del feto aunque tenga 24 hs de formación. Si no se reconoce ese conflicto, no hay debate posible", explicó.

Ahora bien, podría alguien preguntarse dónde está el derecho al aborto. A lo que Kemelmajer contesta que "los derechos constitucionales no necesitan una conformación expresa". "De hecho en el año 1853, cuando se hizo nuestra Constitución, no mencionaba el derecho a la vida", aclaró. "Esto se explica porque los tratados, convenios e incluso la Constitución se interpretan de manera evolutiva, ya que si no fuera así, caducarían", agregó.

En otro punto del proyecto de IVE que se trata en comisiones, está la figura de objeción de conciencia. Este tema ha traído algunas sospechas de sectores que entienden puede resultar en un obstáculo para que la mujer acceda a la práctica de un aborto. Sin embargo, a los ojos de Aida Kemelmajer este punto está "bien legislada en este proyecto" porque dice que el médico puede objetar individualmente, pero no institucionalmente. Si así fuera, estaría privando a la persona gestante del derecho al aborto. En Mendoza, apuntó la jurista, "costó sangre, sudor y lágrima siquiera que se le dé una pastilla del día después a una mujer violada en los hospitales".

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