Educación en debate

Los argentinos: ¿somos analfabetos digitales?

Entre los cambios que trajo esta pandemia la virtualidad es algo de lo que ya nadie duda. Pero qué significa ser "alfabetizado tecnológico" y qué tan lejos estamos de saber lo necesario para enfrentar el mundo que se viene. La transformación digital ya está aquí y esto es lo que exige.

Victoria Chales
Victoria Chales lunes, 23 de noviembre de 2020 · 14:56 hs
Los argentinos: ¿somos analfabetos digitales?

A medida que pasaron los meses, la digitalización de nuestras vidas se profundizó. Las personas mayores que no se habían adaptado a la tecnología son ahora un éxito en TikTok. Los más jóvenes que era tan difícil de sacarles la pantalla de la mano, terminan el año exhaustos de las mismas. El kiosquero se reinventó y ahora recibe los pedidos a través de una plataforma con toda naturalidad.

Ahora bien, esta "revolución digital" desnudó la profunda desigualdad entre quienes tienen o no un dispositivo, acceden o no a Internet o simplemente entre quienes teniendo ambas cosas, sabían o no usarlas. Entonces la alfabetización digital apareció como un deber del Estado para no dejar a nadie afuera. Así también se presentó un Plan de conectividad que entre otras consideraciones suponía que el acceso a internet debiera considerarse un derecho humano.

Durante el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner, se creó el Programa Conectar Igualdad. La gente recordará mayormente el dispositivo que se distribuyó: las netbooks. Detrás de este programa que no estuvo exento de problemas, hubo un armado curricular y pedagógico destinado a definir puntos medulares de la "alfabetización digital". Para retomar algunas cosas que ya se hicieron y que hoy cobran particular importancia dialogamos en After Office con Alberto Sileoni, ex ministro de Educación de la Nación en aquel momento.

La situación de la educación durante la pandemia llegó a suponer que "1.500 millones de estudiantes se encontraban afuera de las aulas" alrededor del mundo. En su experiencia, consideró que será vital la presencia del estado tanto nacional como provincial para asistir a una "escuela híbrida o mestiza" que es lo que se viene "dónde la tecnología va a tener una presencia muy importante". El ex ministro de Educación considera que no se trata de tecnología versus presencialidad, sino de que efectivamente "se necesitan ambas".

Durante la gestión de Sileoni en la cartera de Educación se realizó el plan Conectar Igualdad que fue discontinuado durante la presidencia de Mauricio Macri. Se pretende reactivar parte de ese programa, sobre todo en materia de producción nacional de computadoras para el año que viene. Además se ha generado el Plan Federal Juana Manso que abarca conectividad, equipamiento, una propuesta de formación y capacitación docente y una plataforma federal educativa de navegación gratuita, segura y soberana para el sistema educativo de la Argentina. La plataforma consiste en aulas virtuales, un repositorio federal de contenidos educativos abiertos y un módulo de seguimiento e investigación a partir de la producción de datos abiertos. Esta propuesta actual se complementaría con la producción nacional de computadoras, convenios sobre los cuales asegura Nicolás Trotta estar trabajando.

El ex ministro Sileoni cuenta que en su momento se pensó en sobre la base de que "los estudiantes contaran con tecnología en  propia mano". "Es cierto -reconoce Sileoni- que aunque se capacitó a miles de docentes, faltó aún más.  De hecho los docentes realmente lo pidieron. No tenían tecnofobia". Reconoce que por parte de los estudiantes también se usó para recreación, pero que "no importa si eso pase mientras también se utilice para la escuela". Sileoni remarcó que cuando el ex presidente Mauricio Macri discontinuó  Conectar igualdad, "produjo un apagón tecnológico. Se le deben al sistema educativo 3 millones y medio de netbooks y un millón y medio de reparaciones".

Este sistema educativo con las cinco millones de netbooks que ya se distribuyeron y los otros 4 que no se repartieron entre 2015-2019, no es que hubiéramos estado en el paraíso. Pero si, en condiciones mucho más dignas de ir a pelear lo que ahora es un problema significativo.

¿Qué es la alfabetización digital?

Según explicó Alejandro Melamed, doctor en Ciencias Económicas (UBA) y reconocido consultor, es fundamental conocer las competencias que serán necesarias con la transformación digital.

Para buscar un trabajo o conseguirlo, para reinventar la empresa o para conocer a alguien, hoy la tecnología lo es todo. Pero qué significa se un analfabeto digital. Se distinguen tres pilares sobre los que sustenta la nueva alfabetización: tecnológico, datos y humano.

El tecnológico se vincula con la comprensión profunda de cómo funciona la tecnología y cuáles son las maneras de interactuar con ella. Luego están los datos, el mar de información generada por las máquinas. No se trata sólo de acceder a ellos, sino de saber utilizarlos para tomar mejores decisiones.

Finalmente está el pilar humano que aún no puede ser reemplazado por robots. Es la auténtica diferencia competitiva  que nos distingue y agrega valor. Empatía, creatividad, innovación, resiliencia e influencia son algunos de los ejemplos.

¿Cuál es el rol de estas competencias digitales en la escuela del futuro?

La alfabetización digital en términos educativos es aprender a utilizar el dispositivo electrónico no como "un sustituto del pizarrón". "Alguien que produce conocimiento, que conoce los programas, que tiene autonomía para la navegación y para la búsqueda es una persona alfabetizada tecnológicamente". Esa capacitación estaba en curso porque no todos los docentes tenían ese conocimiento. Ese proceso estaba en construcción, pasa que la enseñanza de hoy tuvo que "aprender a las trompadas porque la pandemia nos hizo meter en una cantidad enorme de plataformas que desconocíamos. Las aprendimos a usar a contrarreloj".

Casi el año completo en la virtualidad, la educación se modificó. La presencialidad en las aulas llega con el año prácticamente cerrado. Gran parte de las actividades se han reanudado, pero las escuelas permanecen vacías. La posibilidad de incorporar algunos cambios de cara al futuro ha sido largamente discutido. Hay quienes plantean que hay que incorporar la virtualidad al menos en una parte de la educación. "Puede ser que estudiantes del último año de la secundaria hagan una materia optativa de forma remota" señaló Sileoni. Sin embargo, esto no significa que "la escuela deba perder la presencialidad y el carácter igualitario que tiene la educación entre esas paredes". Esta pandemia no sólo enfatizó el uso de la tecnología, también permitió ver "la importancia de la vincularidad. Entonces vemos a alumnos de la secundaria que antes refunfuñaban por ir a esa institución que para ellos atrasaba, hoy la extrañan". Por estos motivos, asegura el especialista en educación que hay que "apostar profundamente al vínculo que da la cercanía" porque para la tecnología "tiene que estar el Estado".

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