Emocionante relato de un veterano de Malvinas candidato al Nobel de la Paz

El veterano de guerra de Malvinas y candidato al Nobel de la Paz, Julio Aro, habló con Mdz Radio y dio un emocionante relato sobre lo que significa este reconocimiento que comparte con el británico Geoffrey Cardozo.

Aro comentó que a pesar de estar contento con la candidatura no se permite disfrutarlo porque “imagino que esas mamás ven en mí a sus hijos, hoy no es ni Julio ni Geoffrey, sino su hijo el postulado”. Por lo cual se animó a dedicarlo a esas madres: “nuestra postulación es para ellas, el premio más lindo ya lo tenemos y nos da mucha paz, que es abrazarlas y saber que por fin saben dónde están sus seres queridos".

"Vivo por Malvinas, me encanta poder dar un mensaje de esperanza. Soy el tipo más afortunado del planeta, no por la nominación, sino por las acciones y el cariño de la gente”, reflexionó.

Julio y Geoffrey se conocieron en 2008 en Londres en medio del Plan Proyecto Humanitario donde el inglés ofició de traductor. En esa ocasión Cardozo, quien  llegó a Malvinas una vez finalizada la guerra y tuvo la misión de recoger los cuerpos de los soldados caídos, le entregó un sobre con fotos y coordenadas de dónde había encontrado los restos. Desde entonces comenzaron a trabajar juntos.

A partir de la labor de Cardozo de disponer los cuerpos en tres bolsas, el equipo de antropología forense encontró que los cadáveres estaban en perfectas condiciones para ser analizados.

Gracias a la dedicación de Luis Aro y Geoffrey Cardozo “hoy podemos decir que de las 122 placas ubicadas en el cementerio de Darwin que tenían la leyenda de ´Soldado argentino sólo conocido por Dios´solo faltan siete, porque 115 de ellos han sido identificados”.

Siempre con un mensaje de amor y de paz acorde al premio al que está postulado, Aro habló de Geoffrey Cardozo: “Es increíble, más allá de su nacionalidad, nunca hubiéramos sido enemigos”. Además, finalizó la entrevista agradeciendo haber sido protagonista de ver “cómo las madres lo abrazaban, le agarraban las manos y le decían ´estas fueron las últimas manos que tocaron a mi hijo´".’